-¿Podemos visitar a Luis Ángel? Serán unos minutos y tú nos llevarás, así estaremos seguros. Porfa -chilló a su padre, volvió a llamar para pedirle ese favor. Sus llantos no se detendrán hasta que le cumpla.-Bien -desistió Rafael, que ya se dirigía a su hogar-. Entonces dile a tus amigos que bajen en 5 minutos.
Kevin saltó con más alegría y agradeció a su padre. Por nada en el mundo abandonaría un amigo y menos en un momento feo que ya había vivido anteriormente.
Corrió escaleras arriba. Con gusto les avisara a Luis y a Jude que podrán visitar al pobre de Ángel, que seguramente los necesita.
El hospital es aburrido, necesitas reposar y estar en cama, las visitas son un milagro porque hoy día nadie se atreve a entrar a esos lugares si no es por mera desesperación.
No quisiera ir, pero Luis Ángel es su amigo, de los mejores, sigue vivo, respirando, y es de agradecer. El hospital es una zona fea y llena de dolor y sufrimiento, que abunda en cualquier parte, desde las habitaciones a los pasillos.
Ángel debe de estar luchando con el dolor, tanto de sus heridas cómo el emocional. Por ello quiere ir y relajarlo.
-¿Qué le dijiste a Kevin? -la voz grave buscaba intimidar a Jude. No es cómodo que Kevin los deje a solas.
-Nada, escuchaste mal -mintió, es malo, pero solo así quizá Luis detenga su insistencia.
-No, quién malentendio fuiste tú. Deja de lavarle la mente a Kevin con mentiras. Tú y Luis Ángel lo han querido hacer, ya lo veo.
-¡No es así!
-¡¡Rafa nos va a llevar!!Kevin apareció por la puerta de su cuarto, interrumpió la discusión y Jude agradeció a los cielos divinos por eso.
Fingió seriedad y asintió. Luis y él acordaron con la mirada no tocar el tema y esperar a que Kevin no esté cerca para continuar.
-Ay, menos mal. Ya quiero verlo -exclamó Luis con una sonrisa que para Jude, en ese momento, ya no fue agradable. Era más bien una hipócrita por culpar a Ángel de mentir a Kevin.
-Sí, rápido que mi papá no tarda en recogernos -les sonrió encantado, sus ojos cristalinos ya ardían en felicidad más que por sufrimiento y melancolía.
En un par de minutos recogieron el desastre de habitación y se colocaron ropa más cómoda para su estadía en el hospital, que esperan, sean menos de dos horas, ya que no se les permite tanto tiempo al no ser familiares, sin embargo, es tiempo del requerido para pasar un rato con Ángel.
El gato, que ronroneaba y se acurrucaba en Ángel, levantó sus pequeñas orejas y abrió sus ojos verdes semejantes a una canica cuando pasos pesados se escucharon afuera.
-¿Qué? -le hablaba Ángel, pero Missi lo ignoraba. Al percatarse que los pasos iban a su habitación, el gato saltó a la ventana y huyó.
<<¿Papá?>>intuyó que se trataba de él, o de Oscar, su hermano, pero André fue quien se presentó. Le dio pena que su camiseta amarilla estuviera manchada de su sangre.
-André, creí que vendría mi papá.
Contuvo su incomodidad, es por la pena mejor que otra cosa. Evitó mirarlo a los ojos.
-Él vendrá en unos instantes. Se quedó en la comisaría arreglando unos asuntos. Yo me ofrecí a venir. Tu hermano ya está enterado y llegará junto a Diego.
-Oh, okey.No había de que hablar. Evitar miradas no funcionaría. Y la pena incrementaba cada que veía su propia sangre en la camiseta de André.
Fue vergonzoso para Ángel recordar el ataque de la mañana. Su corazón late fuerte todavía, lo siente en el pecho, queriendo escapar. Sus manos tiemblan, ambas duelen por los calambres. Moverlas no será un problema dentro de dos semanas o quizá tres según escuchó a los enfermeros.
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Letal Love (Kerving)
FanfictionUn intento de suicidio lleva a Hirving a conocer a Kevin, un muchacho estudioso y alegre de su instituto. Es entonces, cuando se enamora de él y no podrá permitir que alguien más se lo arrebate. Por lo que, entonces, decide asesinar a todo aquel que...