Con indiferencia, trazó rayones en su cuaderno y dibujó varias figuras geométricas, algunos simples rayones, o tan simple; dejaba que su mano se soltara y hiciera lo que quisiera.La clase era una completa pérdida de tiempo para su gusto y los temas que el profesor tocaba, le entraban por un oído y salían por el otro.
Agarró su lápiz y dibujó, con tal de no quedarse dormido, pues empezó a dormitar a los 15 minutos de clase.
No había con quien charlar, y no quería hacerlo. Todos sus amigos estaban muertos y para él no tenía sentido tratar de socializar con otros alumnos.
Era el callado y inteligente de la clase, el concejal, el favorito de los profesores, el perfecto, el "matadito", lo llamaban cómo se acomodara a su gusto.
Pensó que quizá mantener su papel de matado no costaba nada. Levantaría la mano cada vez que el profesor preguntara algo que para los demás era incomprensible y respondería de forma sencilla, haciendo sentir cómo estúpidos al resto de alumnos.
No obstante, tal orgullo no era suficiente para Álvaro. Tampoco le emocionaba que su padre fuera un reconocido oficial de policía y que formara parte de la familia más poderosa de ese deprimente lugar.
No le emocionaba que su cama fuera tendida por sirvientes o que estos se encargaran de cocinarle.
Preferiría que su padre le cocinara. Que él le diera las buenas noches, o que cómo mínimo recordara su cumpleaños.
Pero no era así, y él debía hacer el papel de padre a su hermanita, porque tampoco tenía una figura materna, pues gracias a que alguien la bañó en gasolina y la quemó viva, Sarah se quedó sin madre a sus dos años.
No recuerda haber visto a su padre llorar en el funeral. Quizá desde ese momento, con una pérdida de esa magnitud, cualquier cosa que tuviera que ver con la familia le daba igual.
No servía tener todo, porque al final, no tenía nada. Dinero le sobraba, pero compañía le faltaba.
Hirving quizá no sufría demasiado por su padre ausente. Tenía conocimiento sobre que el señor Guardado siempre estaba de viaje trabajando, pero... a lo mejor de regreso, cuando llegaba a casa, le regalaba algo, le cocinaba, o quizá tenían una plática sencilla acerca de la escuela.
Él, en cambio, con suerte lo veía a la cara por la madrugada (con suerte).
Una lástima, para ser quien era.Momento, ¿por qué pensaba en Hirving?
Se enderezó de su asiento y cambió de página, al notar que la hoja estaba rota, llena de rayones y dibujos que parecían portales a otros mundos.
El cielo ahora permanecía de azul vivo, con las nubes en forma de algodón de azúcar y el sol radiante, listo para causar cáncer de piel a quien no se cuidara de el.
El día en general era alegre y pacífico, cómo si por fin los estudiantes se olvidaran de los asesinatos y todo lo malo que la vida los hace esperar.
Luis Ángel casi olvidó que le molestaba que fuera a casarse antes de graduarse. Luis unió a los amigos que quedaban con su llegada, pues cada quién estaba en su propio mundo, y no se dio cuenta hasta que lo notó cuando volvieron a estar juntos.
Antes era obligatorio, pero era porque ahí estaban Diego, Brian y Alejandro, que eran los que hacían los planes para verse. Sin Guillermo todo empeoró.Jude pasaba el día con Álvaro y él casi se había olvidado de él. Su matrimonio lo consumía y finalmente Kevin era el más afectado, quedando solo, o casi, porque hablaba mucho sobre Hirving los últimos días.
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Letal Love (Kerving)
FanfictionUn intento de suicidio lleva a Hirving a conocer a Kevin, un muchacho estudioso y alegre de su instituto. Es entonces, cuando se enamora de él y no podrá permitir que alguien más se lo arrebate. Por lo que, entonces, decide asesinar a todo aquel que...