Letal Love (Kerving)

En peligro mortal

Advertencia.

Se recomienda discreción, escenas fuertes y grotescas.

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-Últimamente te nos escapas de las manos, ¿tienes miedo? No pensábamos que fueras tan miedoso. Defiéndete.

Resbaló en un intento por huir. Las risas de Aldo, Camilo y Emilio resonaron con eco en los baños, donde Andrés huyó para ocultarse de ellos, pero ya estaba rodeado por los tres amigos.

Dentro no había nadie, alumnos que estaban dentro salieron al ver a Andrés huyendo de sus acosadores. Les pidió ayuda, no es tonto, pero la diferencia es que nadie se atreve a apoyarlo.

Cuando se levantó, una patada lo llevó de vuelta al piso. Emilio se adelantó, lo tomó de sus rizos y lo golpeó contra los lavavos en varias ocasiones, hasta que su boca y frente sangraron.

-Levántate, ándale, no actúes como una niña -rieron Aldo y Emilio, a burla ya que Andrés temblaba en la esquina de los sanitarios.
-Tráeme las cubetas, Camilo -pidió Aldo, Camilo asintió y llegó con cubetas llenas de agua.

Andrés negó con la cabeza, se imagina cómo terminará saliendo, no quiere ser regañado por los maestros y sus padres.

Es el pan de cada maldito, asqueroso detestable y aburrido día, se sobrepasaron con las bromas, por ello Andrés tiembla pidiendo que se detengan.

-No por favor -rogó- ya me golpearon mucho.
Sin embargo, Aldo ignoró las súplicas del muchacho.
-¿Listos? -se dirigió a Camilo y Emilio-. Uno..., dos...
-¡¡No!!
-¡¡¡Tres!!!

Y los tres, entre risas burlonas, mojaron a Andrés con agua sucia y helada, utilizando las tres cubetas que estaban fuera.

Las risas burlescas de los amigos sonaban hirientes y insoportables en los oídos de Andrés, no demostraban arrepentimiento, tembló por la helada que estaba el agua. Acabó empapado y con frío, vulnerable ante esos crueles idiotas.

No comprende porqué le tratan con tanta crueldad, no entiende qué fue lo que hizo para pagar de esa manera, él quisiera saber qué es lo que pasa por sus jodidas cabezas, que escaparon de las neuronas.

Temblando, los miró con un odio creciendo en su ser, apretando sus puños, quiere venganza pese a que sea un mal, imagina que les coce sus bocas con hilo y agujas.

-Vamonos de aquí, que no quiero oírlo llorar como puta -insultó Aldo, haciendo con sus manos señas del llanto que se aproxima. Salieron, dejándolo solo, entre risas y burlas.

Cómo si esa "broma" fuera tan graciosa, pues sorpresa, no lo es.

-¿¡Qué es lo que te pasa, Andrés!? cómo me cuesta creer que seas tan miedoso, eres un hombre, ¡¡compórtate cómo tal!! ¿qué dirá tu padre si te ve así? ¡o peor!, los vecinos. Qué vergüenza das, de veras. Nos hemos sacrificado por ti estos años para que nos salgas con que te hacen bullying. Te hemos cambiado de dos escuelas ya, y no es barato, jovencito. El problema eres tú, ya nos tienes hartos a tu padre y a mí. De haber predicho el futuro, le hubiera pedido a tu padre el permiso para abortar.

No hubo apoyo por su madre, ni poca empatía, un consuelo cómo mucho, no hay nada qué rescatar de ella.

Si ya le ha dicho tantas veces lo que le hacen sufrir y le vale madres.

Subió a su habitación. Su padre lo castigará por algo que evidentemente no es culpa suya, su madre ya lo hizo, la gente en la escuela se burló cuando salió empapado.