CUIDADO

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El cariño que Hirving ofrece es irreemplazable, toca con cuidado su piel y la recorre como si fuera un cristal.

Kevin se siente seguro con él, hay más personas a su alrededor, no están seguros en el parque y por ello Hirving ofreció a llevarlo a una plaza cercana.

<<Tu seguridad es primero>>había dicho. Es todo lo que podría pedir, no quiere más, su compañía es un deleite. Hirving es tan cuidadoso, tiene suerte de nunca estar en peligro.

-¿Quisieras hacer algo más?
Kevin meditó por unos segundos. Es un pueblo aburrido, no hay nada qué hacer, estudiar es la prioridad, lo demás es una pérdida de tiempo, por eso prefiere estar con sus amigos.

-No lo sé. No se me viene a la mente una buena idea.
-Está bien. Si quieres hacer algo me dices. Podemos estar aquí solamente bajo el sol si tú lo deseas.

Es verdad, el sol está más resplandeciente que nunca, los días nublados ya no han aparecido, parece que es un anuncio de que todo estará bien próximamente.

O eso esperaba Kevin.

-Bueno, eso me parece bien. Por cierto, ¿haz hablado con tus amigos sobre Javier?
-No mucho. Cristiano no habla con nadie -empezó a contar, tratando un tono melancólico falso- Uriel y César son los únicos quizá que hablan entre ellos, de Carlos y Raúl no sé nada.

Se encogió de hombros recargado en los brazos de Kevin. ¿Tiene que especificar acaso, que no le interesa?

Su grupo de amigos está quebrado, ¿por qué mentir? Y hay orgullo de su parte por haberlo ocasionado. Javier y Uriel ya están muertos, de Javier se sabe, de Uriel no, y ya no puede esperar para ver la reacción a ese caso. Cristiano y Carlos estorban demasiado, quizá eliminarlos sería una pérdida completa de tiempo, además no ha sabido nada de ellos desde la muerte de Javier. Raúl ya está entre sus garras otra vez, cómo la princesa atrapada en el castillo del dragón, prontamente será usado como eso mismo en los cuentos de hadas, una carnada, una trampa. Ya hay blancos en la mira, Kevin no podrá resistir el dolor y Hirving será el único buen consuelo.

Él siempre gana, ya lo tiene bien calculado. Salirse con la suya es más fácil, sobre todo rodeado de gente tan estúpida e ilusa.

-¿No quieres hablar con ellos? -había sorpresa en la voz del muchacho, pero debe entender que la relación que él tiene con Jude, Ángel y Luis es distinta a la que tiene Hirving con Cristiano, Carlos, César y Raúl.

-No. Pienso que, en su lugar, es mejor darle el espacio que cada quien necesita. ¿No lo crees? Ha sido así siempre.
-Bueno... nosotros siempre nos juntamos a hablarlo. Quizá es mejor el espacio de cada quién. Qué lindos amigos tienes -sonrió dulcemente y acarició su cabello, Hirving parece un santo en brazos de Kevin.







-Tus amigos, el ataque.

Hay sangre por las paredes. Las salidas son peligrosas, cualquiera es una muerte segura.

Tiene cuidado de no pisar los clavos y agujas que hay desperdigados por el suelo, con toda la intención de dañar.

-Su vida es incomprensible. Salva sus vidas, escúchame.







Despertó somnoliento, se incorporó con cuidado para no caerse del mareo de la cama. Lo recibió una aura oscura y pasiva.

Está mareado, sudado, no sabe qué hora es, ni el día, ni la semana, no sabe quién esté en la casa. Esa es la desventaja de dormir por el día, despiertas y no sabes absolutamente nada de nada.

Al salir de su habitación todas las ventanas estaban cerradas, los pasillos oscuros, aparentemente no había nadie en la casa. Julio y su papá salieron desde la mañana y quizás no han regresado.

Letal Love (Kerving)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora