Capítulo 46

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El sol brillaba alto en el cielo mientras Cate y Alice preparaban un picnic en el patio trasero de la espaciosa casa. Habían decidido disfrutar de un día relajado juntas, aprovechando que Chloe estaba en casa de Thomas, el novio de su hija, por lo que tenían la casa para ellas solas.

Cate había extendido una manta grande cerca de la piscina, rodeada de cojines coloridos para mayor comodidad. Mientras tanto, Alice organizaba la comida y bebidas sobre la mesa auxiliar cercana. Ambas llevaban puestos trajes de baño, disfrutando del cálido clima de verano. El traje de baño de Cate era azul oscuro, resaltando su piel blanca, mientras que el de Alice era blanco y elegante, complementando su tono de piel claro. Cate no podía evitar admirar lo hermosa que se veía Alice, con el sol haciendo brillar su cabello y resaltando sus ojos centelleantes.

Alice se giró hacia Cate con una sonrisa radiante. — Creo que todo está listo. ¿Qué te parece, Cate?

Cate se acercó a ella y asintió con aprobación. — Se ve perfecto, Alice. Gracias por organizar todo esto.

Alice le dio un beso suave en la mejilla. — Solo quería asegurarme de que pasáramos un día especial juntas.

Ambas se sentaron en la manta, compartiendo una comida ligera y conversaciones tranquilas mientras disfrutaban de la compañía mutua y el entorno relajante.

Después de comer, decidieron refrescarse un poco en la piscina. Cate fue la primera en zambullirse, sintiendo el agua fresca envolver su cuerpo mientras nadaba suavemente. Alice la siguió poco después, riendo mientras chapoteaba en el agua. Nadaron juntas, disfrutando del calor del sol en sus rostros y la sensación de libertad que proporcionaba el agua. Cate se sentía increíblemente feliz y en paz en ese momento, compartiendo estos preciosos momentos con Alice. Cuando salieron de la piscina y se sentaron de nuevo en la manta, el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y rosados. Cate se recostó, admirando el cielo mientras sentía la mano de Alice entrelazada suavemente con la suya.

— ¿Estás bien, Cate? — preguntó Alice con ternura.

Cate se volvió hacia ella, encontrando calidez y amor en sus ojos. — Estoy más que bien, Alice. Estoy feliz de estar aquí contigo.

Alice sonrió y acarició suavemente la mejilla de Cate. — Yo también estoy feliz de estar aquí contigo, Cate. Eres increíble.

Cate se acercó y le dio un beso suave a Alice, sintiendo cómo su corazón se llenaba de amor y gratitud por tener a alguien tan especial a su lado.

— Cariño, estás enrojeciendo. Te pondré un poco de bloqueador — dijo Alice, comenzando a aplicar el bloqueador sobre el cuerpo de Cate. A medida que lo hacía, los masajes se volvieron más íntimos, creando un ambiente cálido y lujurioso entre ellas.

— Alice, cariño… — murmuró Cate, sintiéndose mareada con las atenciones de Alice — Cuidado con esas manos…

Trató de darse vuelta, pero Alice fue más rápida y atrapó ambas manos de Cate, colocándolas detrás de su espalda mientras se montaba sobre ella y susurraba.

— Vamos, rubia traviesa. Soy paciente, pero ya no puedo más…

— Alice… — susurró Cate, sintiendo cómo su entrepierna se humedecía —. Cariño… hay que ir despacio…

Alice, besando los hombros, las pecas y el cuello de Cate lentamente, respondió:

— Ambas lo deseamos.

— Alice, espera — dijo Cate con firmeza, logrando que Alice la soltara y permitiéndole voltearse.

— Cate, quiero esto. Quiero sexo, siento que ya estamos listas…

Emergency de un romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora