Cate cruzó los brillantes pasillos del hospital con la mente en un torbellino. El aroma a desinfectante y el murmullo constante de voces médicas llenaban el aire. La tensión se reflejaba en su expresión mientras caminaba hacia donde sabía que encontraría a Alice, su corazón latiendo con fuerza en anticipación de lo que podría descubrir.
Al doblar una esquina, vio a Alice, concentrada en revisar unos expedientes médicos. Su corazón dio un vuelco al verla, pero notó de inmediato que algo estaba fuera de lugar. Alice parecía distante, su mirada evitando encontrarse con la suya cuando Cate se acercó.
— Alice — llamó Cate con voz firme pero llena de preocupación, deteniéndose frente a ella.
Alice levantó la vista brevemente, pero desvió la mirada rápidamente hacia los documentos en sus manos.
— ¿Qué pasa, Cate? — respondió Alice, su tono neutral pero con un deje de evasión.
Cate frunció el ceño, sintiendo un nudo en la garganta ante la frialdad de Alice.
— He estado tratando de comunicarme contigo. No respondiste mis llamadas ni mensajes. ¿Qué está pasando? — preguntó Cate, su voz ahora mezclada con frustración y angustia.
Alice suspiró, cerrando el expediente que tenía entre manos y guardándolo en su carrito médico.
— No pasa nada, Cate. Solo he estado ocupada con el trabajo — respondió Alice, su voz sonando forzada y distante.
Cate la miró fijamente, leyendo más allá de las palabras de Alice. Sabía que algo no estaba bien, pero la evasión de Alice solo aumentaba su preocupación.
— No me mientas, Alice. Sé que algo te está molestando. ¿Por qué estás actuando así? — insistió Cate, sus ojos buscando desesperadamente alguna señal de conexión en los de Alice.
Alice suspiró nuevamente, cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado.
— No es el momento ni el lugar para esto, Cate. Tengo trabajo que hacer — respondió Alice con tono cortante, haciendo evidente su deseo de poner fin a la conversación.
Cate sintió una punzada de dolor en su pecho ante la actitud distante de Alice.
— Alice, por favor, háblame. No puedo soportar verte así y no saber qué está pasando — dijo Cate, su voz temblorosa por la mezcla de emociones que la embargaban.
Alice cerró los ojos por un momento, como si estuviera luchando internamente con algo. Finalmente, exhaló lentamente y miró a Cate con una expresión cargada de dolor.
— Cate, no es el momento. No quiero discutir esto aquí. Por favor, déjame terminar mi trabajo — dijo Alice con voz quebrada, dando un paso atrás como si quisiera alejarse físicamente de la conversación.
Cate asintió con resignación, sintiendo el corazón apretado por la confusión y la tristeza.
— Está bien, Alice. Pero por favor, prométeme que hablaremos de esto más tarde — dijo Cate, buscando desesperadamente algún gesto de cercanía en Alice.
Alice asintió levemente, su mirada esquivando la de Cate una vez más.
— Lo prometo — respondió Alice en un susurro apenas audible.
La rubia tragó saliva, sintiéndose impotente ante la distancia emocional que ahora separaba a ambas.
Cate miró los tulipanes por un momento, luego levantó la vista para encontrarse con los ojos de John. Sentía la mezcla de emociones que él provocaba, pero se recordó a sí misma lo lejos que había llegado y la paz que había encontrado fuera de su sombra.
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Emergency de un romance
RomanceEn el corazón del Reino Unido, en la pintoresca ciudad de Cotswold, se desarrollará una historia cautivadora entre la renombrada doctora Cate Blanchett y su alumna Alice Evans. La doctora Blanchett, una eminente académica, ha dedicado su vida a la m...