Capítulo 54

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Al día siguiente, Alice y Cate se despertaron temprano, todavía envueltas en la magia de su noche de bodas. Decidieron aprovechar su estancia en la Toscana para explorar los alrededores y disfrutar de la belleza del lugar. Alice tenía una sorpresa más para Cate y le sugirió visitar un lugar especial esa noche.

La tarde pasó entre risas y paseos por los viñedos, disfrutando de la compañía del otro y del paisaje idílico. Al caer la noche, se dirigieron a una pequeña isla conocida como la Isla de Mujeres. Cate, intrigada, seguía a Alice con curiosidad mientras cruzaban en un pequeño bote hacia el destino.

— ¿Adónde vamos exactamente? — preguntó Cate, mirando a Alice con una sonrisa.

— Es una sorpresa — respondió Alice, guiñándole un ojo.

Al llegar a la isla, caminaron por calles estrechas y adoquinadas hasta que llegaron a una entrada discreta con un cartel que decía "Club Venus". Alice abrió la puerta, dejando que la rubia entrara primero. Cate sintió inmediatamente la atmósfera acogedora y vibrante del lugar. El club estaba lleno de mujeres, todas charlando, bebiendo y bailando al ritmo de la música suave.

— Este lugar es increíble — dijo Cate, mirando a su alrededor.

— Me alegra que te guste — respondió Alice, tomando la mano de Cate y guiándola hacia una mesa en la esquina del club.

A medida que se acomodaban, Cate comenzó a notar algo peculiar. La mayoría de las mujeres en el club eran lesbianas, y había una energía particular en el aire, una especie de camaradería y libertad que Cate no había experimentado antes en un lugar público.

— Alice, ¿todas estas mujeres...?

— Sí — dijo Alice, con una sonrisa. — Este es un club para mujeres como nosotras. Pensé que te gustaría el ambiente.

Cate sintió una oleada de emociones. Por un lado, estaba emocionada de estar en un lugar donde se sentía tan aceptada y libre. Pero por otro, una inesperada sensación de celos e inseguridad comenzó a surgir en su interior. Sin embargo, rápidamente recordó que Alice era su esposa, lo que la tranquilizó un poco. Mientras tanto, Alice estaba notoriamente celosa, ya que todos los ojos estaban puestos en su rubia. Cate llevaba un bikini blanco cubierto por un vestido de playa midi ahuecado, de un solo hombro y sin mangas. Era un vestido sexy bodycon con abertura, perfecto para fiestas o clubes nocturnos en verano. Alice, por otro lado, llevaba una sensual tanga de lencería pequeña, cubierta por el vestido Sima completo con espalda baja y correas cruzadas, en un tono limón.

Alice notó el cambio en Cate y deslizó un brazo alrededor de su cintura, tirándola hacia ella con firmeza.

— Estás a salvo aquí, amor — susurró Alice — Solo quiero que disfrutes y te sientas cómoda.

Cate asintió, tratando de relajarse mientras observaba a las mujeres a su alrededor. Algunas lanzaban miradas curiosas hacia Alice y Cate, lo que solo aumentaba la tensión de Cate.

— Creo que necesito una bebida — dijo Cate, riendo nerviosamente.

— Voy a buscar algo para las dos — respondió Alice, levantándose de la mesa y dirigiéndose al bar.

Mientras Alice estaba en el bar, Cate sintió la mirada de varias mujeres sobre ella. Algunas le sonreían amistosamente, pero otras parecían evaluar su relación con Alice. Cate enderezó su espalda, tratando de proyectar seguridad y confianza. A pesar de sentirse segura de su relación, la presencia de tantas mujeres interesadas en Alice la ponía un poco nerviosa.

Alice regresó con dos copas de vino y se sentó junto a Cate, entregándole una copa.

— A nuestra nueva vida juntas — dijo Alice, levantando su copa para brindar.

Emergency de un romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora