Capítulo 52

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Las semanas que siguieron a la graduación de Alice fueron como un sueño hecho realidad. La casa estaba impregnada de una atmósfera cálida y acogedora, con el aroma de flores frescas llenando cada rincón. Alice, ahora una cardiotorácica, se sentía más enamorada y conectada con Cate, una experimentada neurocirujana.

Una mañana, mientras el sol despuntaba, Alice preparaba el desayuno. El sonido de los pájaros y el suave murmullo del viento que entraba por la ventana abierta creaban un ambiente de paz.

— Buenos días, mi amor — dijo Cate, entrando en la cocina y abrazando a Alice por detrás — ¿Hueles eso? Son tus flores favoritas — dijo, señalando el ramo que había dejado sobre la mesa.

— Eres increíble, Cate. Siempre sabes cómo hacerme sonreír — respondió Alice, girándose para besarla.

Cate le avisó a su jefe de medicina que se ausentará del hospital el mes siguiente, ya que iría de viaje a la Toscana. Además, la rubia y bueno también la castaña, quería aprovechar cada momento juntas, desde paseos por la playa hasta cenas románticas bajo las estrellas. Una noche, sentadas en el jardín iluminado por farolillos, Cate tomó la mano de Alice.

— ¿Te imaginas cómo será nuestro futuro? —  preguntó Cate, su voz llena de esperanza.

— Lo imagino lleno de amor y aventuras, contigo a mi lado — respondió Alice, mirándola con ternura.

Chloe, la hija de Cate, también estaba emocionada. Planeaba un viaje con su novio Thomas y no podía contener su alegría.

— ¡Mamá, Alice! Thomas y yo vamos a las montañas la próxima semana. Será nuestro primer viaje juntos — dijo Chloe, sus ojos brillando de emoción.

— Eso suena maravilloso, Chloe. Diviértete y cuida bien de Thomas — respondió Alice, abrazándola.

Los padres de Alice estaban encantados con Cate. La veían no solo como una pareja perfecta para su hija, sino como una inspiración. En una cena familiar, la madre de Alice se levantó para hacer un brindis.

Flashback

— Por Alice y Cate, que su amor siga siendo fuerte y su futuro brillante. Nos hacen sentir muy orgullosos — dijo, levantando su copa, mientras todos sonreían y brindaban.

Fin del flashback

Ahora, con Alice en una relación con Cate, la madre de Chloe, su amistad había alcanzado un nuevo nivel de complicidad y confianza. Pasaban horas hablando y riendo juntas, creando un aire de misterio que no pasaba desapercibido para Cate.

Un atardecer, mientras Alice y Chloe estaban sentadas en el porche, Cate se unió a ellas, encontrándolas en medio de una conversación animada.

— ¿De qué están hablando, chicas? — preguntó Cate, con una sonrisa y un toque de curiosidad.

Alice y Chloe se miraron rápidamente, compartiendo una sonrisa cómplice.

— Nada importante, solo recordando viejas anécdotas de la escuela — dijo Alice, con una sonrisa tranquila.

— Sí, mamá. Alice y yo siempre hemos tenido nuestras pequeñas travesuras — agregó Chloe, tratando de no reír.

Cate las observó con ojos escrutadores, notando el brillo travieso en sus ojos. Decidió no insistir en ese momento, pero la curiosidad seguía creciendo. Los días siguientes, cada vez que las encontraba susurrando o riendo a escondidas, su intriga aumentaba.

Una noche, mientras cenaban, Cate no pudo resistir más.

— ¿Por qué siempre se comportan tan misteriosamente cuando llego? — preguntó Cate, sonriendo pero claramente intrigada.

Emergency de un romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora