Epílogo

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Alice y Cate estaban más felices que nunca, disfrutando de cada momento con sus tres pequeños hijos. Ares, Alana y Charlotte llenaban sus días de risas y aventuras, y sus noches de dulces desvelos. La familia se sentía completa, unida por un amor incondicional que hacía que cualquier desafío pareciera insignificante. Sin embargo, en la sombra de esta felicidad, se desarrollaba una trama que nadie podría haber anticipado. Amanda, la hermana de Alice, había estado planeando algo desde hacía meses.

Una noche en el hospital, semanas antes de que ocurriera el embarazo de los trillizos

Amanda se acercó a la oficina de la doctora Mar Sloan con un propósito claro. Sabía que Mar era la única persona que podría ayudarla a llevar a cabo su plan.

- Mar, ¿tienes un minuto? - preguntó Amanda, entrando en la oficina sin esperar respuesta.

La doctora levantó la vista de sus papeles, sorprendida por la interrupción.

- Claro, Amanda. ¿Qué necesitas?

Amanda cerró la puerta tras de sí y se sentó frente a Mar, con una sonrisa seductora.

- Necesito un favor, uno muy importante. - Dijo Amanda, acercándose más. - Quiero cambiar la selección de esperma que Alice y Cate eligieron para el método ROPA.

Mar frunció el ceño, perpleja.

- Eso es altamente irregular y poco ético, Amanda. No puedo hacer eso.

Amanda sonrió y se inclinó aún más cerca.

- Sé que puedes. Y lo harás. - Susurró, antes de besar a Mar con pasión.

La doctora quedó aturdida, pero Amanda no se detuvo. Sus manos recorrieron el cuerpo de Mar, encendiendo una llama que Mar no había sentido en mucho tiempo.

- Hazlo por nosotras. - Dijo Amanda, susurrando en el oído de Mar. - Nadie lo sabrá. Será nuestro pequeño secreto.

Mar, todavía aturdida, asintió lentamente. No podía resistirse a la tentación que Amanda representaba.

Así fue como Amanda logró acceder al laboratorio de fertilización. Con la ayuda de Mar, cambió la muestra de esperma que Alice y Cate habían seleccionado, reemplazándola por la de John, el ex de Cate. Sólo Amanda, Mar y John sabían de este juego macabro, un secreto que podría destruir a la familia si alguna vez salía a la luz.

Un día después, en un café cercano


Amanda se sentó en una mesa del rincón, esperando a John. Unos minutos después, él apareció, luciendo nervioso.

- ¿Lo hiciste? - preguntó John, sentándose frente a ella.

Amanda asintió, sonriendo con satisfacción.

- Sí, todo está listo. La muestra de esperma que eligieron fue reemplazada por la tuya. Nadie sospechará nada.

John exhaló, aliviado y al mismo tiempo inquieto.

- No sé, Amanda. Esto es una locura. Si alguien descubre lo que hicimos...

Amanda le tomó la mano, mirándolo a los ojos con determinación.

- Nadie lo descubrirá. La doctora Sloan está de nuestro lado. Y piensa en lo que esto significa. Cate siempre tendrá una parte de ti en su vida. Siempre.

John asintió lentamente, convencido por las palabras de Amanda.

- Tienes razón. Esto es lo mejor. - dijo, aunque una sombra de duda aún nublaba su mirada.

Amanda sonrió, satisfecha. Habían logrado su objetivo "molestar a la feliz familia". Ahora, sólo quedaba esperar y ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. El futuro de Alice, Cate y sus hijos estaba marcado por este secreto oscuro. ¿Qué pasaría si alguna vez se descubriese la verdad?

Emergency de un romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora