Capítulo 56

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El final de la luna de miel de Cate y Alice en Toscana se acercaba rápidamente. Disfrutaron de cada momento, explorando los viñedos y pueblos pintorescos bajo el cálido sol italiano. Sin embargo, Cate tenía un plan secreto en marcha.

Antes de partir hacia Cotswold, había dejado encargado a su hija Chloe la tarea de encontrar la casa perfecta para ellas. Utilizando correos electrónicos y contactos de negocios, Chloe gestionó todo con eficacia. Cate coordinó discretamente con los vendedores de casas y diseñadores de interiores, asegurándose de que todo estuviera listo para la gran sorpresa. Al regresar a su hermoso pueblo, Cate tomó un desvío con Alice, alejándose de la ruta habitual hacia una dirección desconocida. Confundida pero emocionada, Alice seguía la curva del camino hasta que vieron aparecer una impresionante mansión.

La casa estaba meticulosamente preparada, cubierta con todos los elementos necesarios para convertirla en un hogar acogedor y lujoso. Los muebles de tonos cafés contrastaban elegantemente con las paredes blancas y el suelo de madera brillante. Era evidente que cada detalle había sido cuidadosamente pensado y ejecutado.

Alice, atónita por la sorpresa, se giró hacia Cate con los ojos llenos de asombro y amor.

— Cate, ¿cómo...? ¿Esto es para nosotras?

Cate sonrió con ternura, tomando las manos de Alice en las suyas.

— Sí, amor. Quería que este fuera nuestro nuevo hogar, donde podamos comenzar una nueva vida juntas.

Alice se acercó para abrazar a Cate, sintiéndose abrumada por la generosidad y la planificación meticulosa de su esposa. Chloe y los diseñadores de interiores, discretamente observando desde lejos, asintieron satisfechos con el resultado de su trabajo conjunto.

— Aún no me lo puedo creer Cate. Estoy demasiado feliz.

— Yo estoy feliz porque tú lo estás. — toma las manos de Cate dulcemente. — Tu felicidad es mi felicidad, y bueno tu eres mi felicidad también Alice.

En los días siguientes, con la ayuda de unos chicos contratados para el traslado, Cate y Alice fueron instalándose poco a poco en su nueva residencia. Cada habitación comenzó a tomar forma con muebles seleccionados con cuidado y toques personales que reflejaban sus gustos y personalidades. La casa se convirtió en un refugio de amor y tranquilidad, donde Cate y Alice exploraron cada rincón con entusiasmo renovado. Sabían que este nuevo comienzo marcaba el inicio de una etapa emocionante en sus vidas.

— Cate me encanta este espacio que es solo nuestro. — Susurraba la castaña tiernamente mientras besaba las delicadas manos de su adorada rubia.

— ¿Enserio cariño? Eso me hace muy feliz. — deposita un beso lleno de amor en la frente de su esposa.

Con la emoción del nuevo hogar aún fresca en sus mentes y corazones, Cate y Alice se embarcaron en los siguientes pasos de su aventura juntas. Cate vendió su anterior casa, asegurándose de que todo estuviera en orden antes de mudarse por completo a la nueva mansión.

— Gracias Chloe por tu ayuda. Te amo hija. — Cate le mandó un mensaje de agradecimiento a Chloe.

Mientras tanto, Chloe y Thomas, ambos abogados exitosos, también estaban en medio de cambios. Decidieron dar el siguiente paso en su relación y mudarse juntos. Con su enfoque y dedicación compartidos tanto en la ley como en el amor, Chloe y Thomas encontraron que cada día en su nuevo hogar era una celebración de su unión. Para Cate y Alice, médicos dedicados y apasionados, nada podía ser más perfecto que esta nueva vida llena de amor y logros profesionales. Cada día, la mansión sé llenaba con la energía de sus sueños compartidos y la promesa de un futuro brillante. Entre risas y abrazos en su hogar recién decorado, Cate y Alice sabían que habían encontrado el lugar donde sus corazones pertenecían.

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