Capítulo 53

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Cate estaba emocionada por la velada especial que Alice había planeado para celebrar sus tres meses juntas. Alice le había regalado unos aretes de diamante y un elegante vestido blanco de seda ceñido al cuerpo, que Cate se preparó para lucir con entusiasmo en la ocasión. Mientras se ajustaba el vestido y se miraba en el espejo, Alice se mantenía a su lado, radiante de felicidad. A su vez, Cate le había regalado a Alice un collar de diamantes, simbolizando el amor y la conexión que compartían.

Mientras el sol se ocultaba lentamente tras las colinas de la Toscana, bañando el paisaje con una luz dorada, Alice y Cate cenaban tranquilamente en la terraza de una villa encantadora. Las viñas y los cipreses alrededor parecían formar un cuadro perfecto, como si el mundo entero se hubiese detenido para admirar ese momento.

Alice no podía evitar sentir una mezcla de nervios y anticipación. Cada sonido de los cubiertos, cada sorbo de vino, cada mirada fugaz que compartían, incrementaba la tensión en su interior. Era una cena romántica, algo que ambas habían planeado cuidadosamente, pero Alice sabía que esta noche sería especial, distinta a todas las demás.

Ambas chicas vestían el mismo vestido: un diseño largo, ceñido al cuerpo, de un blanco que contrastaba perfectamente con el entorno rústico y verde. Alice llevaba su largo cabello castaño ondulado suelto, las ondas cayendo con naturalidad sobre sus hombros. A su lado, Cate lucía espectacular con su cabello recogido en una coleta alta, un estilo que resaltaba su elegancia innata y su sensualidad sutil. La delicada línea de su clavícula, perfectamente visible bajo la luz tenue de las velas, le confería una gracia casi etérea. Cate lucía el vestido que Alice le había regalado para la cena, añadiendo un toque de amor y cuidado a la noche.

Alice apenas podía concentrarse en la comida. Cada vez que levantaba la vista, se encontraba con los ojos de Cate, y el tiempo parecía detenerse. Los ojos de Cate brillaban con una intensidad especial, una mezcla de amor y misterio que hacía que el corazón de Alice latiera más rápido. Sabía que esta noche sería el momento de confesar lo que llevaba tanto tiempo guardado en su corazón.

— Estoy tan emocionada por esta noche — dijo Alice, con una sonrisa brillante — Cate, hay algo más que quiero compartir contigo.

Cate la miró con curiosidad, sintiendo que había algo más en el aire. — ¿Qué es, amor?

Alice tomó suavemente las manos de Cate entre las suyas. — Desde el primer día que te conocí, supe que quería pasar el resto de mi vida contigo — comenzó Alice, su voz llena de emoción — He estado planeando esto en secreto...

Cate la miró con asombro mientras Alice se arrodillaba frente a ella, sacando una caja pequeña del bolsillo. — Cate, ¿te casarías conmigo? — preguntó Alice, abriendo la caja para revelar un hermoso anillo de compromiso.

Cate quedó sin palabras por un momento, con los ojos llenos de lágrimas de felicidad. — ¡Sí, sí, por supuesto que sí! — exclamó Cate emocionada, dejando que Alice deslizara el anillo en su dedo.

Alice suspiró aliviada y feliz. — ¡Uff, qué bueno! Amor, ahora necesito que me acompañes a la ceremonia...

Cate frunció el ceño, confundida. — ¿Qué ceremonia?

Alice sonrió ampliamente. — Nuestra boda — respondió suavemente.

Cate quedó completamente sorprendida, sin palabras por un momento. Entonces, justo detrás de Alice, apareció Chloe, sosteniendo dos pequeñas cajas. Detrás de ella, Thomas, el novio de Chloe, sostenía un ramo de flores y más elementos ceremoniales.

— ¡Mamá! — exclamó Chloe con una sonrisa brillante — ¡Estamos tan emocionados por ustedes dos!

Cate se sintió abrumada por la emoción al ver a Chloe y a Thomas allí, listos para apoyarlas en este momento especial. — ¡Chloe, Thomas, no puedo creerlo!

Emergency de un romance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora