Capítulo 23

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Imra caminaba con paso decidido mientras Eve corría detrás de ella tratando de alcanzarla.
Al principio la más bajita creyó que había escuchado mal. Pero cuando Imra le pidió que la acompañara a la universidad aquel sabado por la tarde para ir al auditorio de usos múltiples, supo que habría problemas.
Claro, bien pudo haberse negado. Pero, si lo hacía y le pasaba algo a Imra, o terminaba haciendo una idiotez, no iba a perdonárselo nunca. Así que era mejor acompañarla.
Esperaron afuera del edificio a que terminara la reunión del club de debate. Vieron a varios jóvenes desfilar por las escaleras, platicando entre ellos y llevando consigo mochilas, cuadernos y uno que otro pesado libro. Melenas y cortes despeinados desfilaban frente a ellas, pero ninguna era de su interés. Ninguna era la de Lucy.
Los alumnos dejaron de aparecer tras las enormes puertas de madera, hasta que no quedo nadie.
— ¿En dónde demonios está? — preguntó Imra con desesperación, avanzando por las escaleras.
— ¡Imra! — gritó, Alex a la distancia, logrando detener su paso.
La chica llegó a toda prisa acompañada por Cat.
— ¿Qué hacen aquí? — preguntó Imra cuando llegaron a su lado.
— Yo les avise — aceptó Eve.
— ¡No tenías que avisarles nada!
— No sé lo que piensas hacer — le dijo Eve — Has estado actuando tan impulsivamente que…
— Ella solo estaba preocupada, Imra— intervino Cat — ¿Qué es lo que quieres con Lucy?
— ¡Quiero una explicación! - gritó Imra.
— Tienes que calmarte - le pidió, Cat -Pareces…
— Una loca — Soltó Alex sin miramientos.
Imra la fulminó con la mirada. Pero, Alex no se disculpó.
— ¡Es lo que pareces! ¡Estas como desquiciada! ¿Y por qué? Solo porque una chica está saliendo con Kara.
— ¡Que no está saliendo con ella!
— ¡¿A ti que más te da?! — preguntó Alex.
— ¿Qué es lo que está sucediendo aquí?
La voz de Mike atrajo la atención de todas.
Su amigo, iba saliendo del auditorio junto con Lucy. Y al verlas discutir se apresuró hacia ellas. Lucy lo siguió con tranquilidad y con las manos cruzadas en la espalda.
— ¿Tú que haces aquí? — preguntó Cat al ver a Mike.
— Estoy en el club de debate, ¿lo olvidan?
— Wow, no sabía que tenían una reunión — se burló  Lucy — Me hubieran avisado y les desocupo el auditorio más temprano.
— Tú… — Imra se abrió paso entre sus amigas y fue a colocarse en el mismo escalón en el que Lucy estaba. Daba la impresión de que iba a golpearla, o eso fue lo que la mayoría pensó. Pero a pesar de que su carácter era explosivo, no era una persona a la que le gustara la violencia.
— ¿Puedo ayudarte en algo? — preguntó Lucy con burla.
— ¿Qué crees que estás haciendo? — preguntó Imra en su lugar.
— Me parece que hablando contigo.
— ¿Te crees muy graciosa? — Imra estaba controlándose lo más que podía, pero si Lucy la hacía enojar, olvidaría su negativa a terminar golpeándola.
Lucy sonrió, luego suspiró y se cruzó de brazos.
— ¿Qué es lo que quieres, Imra? Creí que habías dicho que no volverías a hablar conmigo.
— Teníamos un trato— se apresuró a decir, apretando la mandíbula.
— ¿Disculpa?
— ¡Deja de hacerte la estúpida! ¡Sabes muy bien de lo que estoy hablando!
La sonrisa se borró de los labios de Lucy.
Esto terminaría muy mal. Pensó Eve, y buscó auxilio en sus amigos, pero los demás, tampoco sabían que hacer.
— Si estás hablando de la idiotez que Alex vino a sugerirme. Te diré que no, no teníamos ningún trato.
— ¿Qué? — Preguntó Alex sorprendida— Pero tu dijiste que…
— En ningún momento dije que lo haría — aseguró Lucy — Escuché lo que tenías que decir, pero jamás acepté entrar en su jueguito.
— ¡¿Entonces qué demonios fuiste a hablar con Kara el otro día?! — pregunto Imra, atrayendo la mirada de Lucy de nuevo a ella.
— ¿Qué te importa?
Eso fue suficiente para que Imra perdiera los estribos.
Se lanzó sobre Lucy y la empujó de los hombros, pero la reacción de Eve y los demás, fue rápida.
Cat se puso entre Imra y Luci, sujetando a esta ultima para evitar que se pelearan. Mientras que entre Eve, Mike y Alex, sujetaban a Imra.
— ¡Eres tan patética, Imra! ¡Crees que puedes controlar la vida de Kara como se te dé la gana!
— ¡Cállate! — gritó Imra forcejeando par liberarse.
— ¿Crees que enviando a tus amigos para pedirme que regrese con Kara solucionara tus problemas? Ni siquiera tienes las suficientes agallas para enfrentarte a la verdad.
— ¡Cómo si lo que tú pienses me importara! ¡Ahora resulta que te interesa Kara! ¡Cuando fuiste tú la que le rompió el corazón!
Lucy comenzó a reír de nuevo.
— ¡Mira quién habla de romperle el corazón a Kara! ¡Eres la peor de sus amigos, siempre se lo dije!
— ¡Ya es suficiente! — gritó Cat imponiendo orden — Las dos.
Imra miraba a la exnovia de Kara, con la misma intensidad con la que Lucy la miraba a ella.
— Lucy, regresarías con Kara, ¿sí o no?
— Me encantaría poder estar junto a ella. Para alejarla de todos ustedes, y sobre todo de esa — hizo un ademan señalando a donde estaba Imra — Pero ya hay alguien más en el corazón de Kara.
Esas palabras cayeron como un balde de agua helada en la cabeza de Imra. Su pecho se contrajo y un nudo se le formo en la garganta. Quería llorar, y no entendía por qué.
No esperó a escuchar nada más y se fue corriendo.
Mike iba a seguirla, pero Eve lo sujetó para que no lo hiciera.
— ¿Hablas de Lena? — le preguntó Cat a Lucy. Pero esta, no sabía de quien le estaban hablando.
— Todos son unos ciegos — susurró Lucy.
— ¿Cómo dices? — le preguntó Cat.
— No, nada. Si eso es todo lo que querían…
— ¡La hoja! — le pidió Alex estirando la mano — Entrégamela.
— No — fue la respuesta de Lucy — Esa hoja se queda conmigo.
Dejó a Alex con la mano estirada y bajó las escaleras con tranquilidad.
°°°
Imra trataba de correr a toda prisa, sin dejar que sus ojos se llenaran de lágrimas, hasta que al doblar en una esquina, choco fuertemente con Ben.
— Oye, ¿qué es lo que…? — dejó la frase inconclusa porque vio los ojos llorosos de la joven — Imra, ¿estás bien?
Imra se abrazó a Ben, escondió la cara en su pecho, y comenzó a llorar.
Él estaba muy confundido. No entendía lo que estaba pasando, así que lo único que pudo hacer en ese momento, fue abrazarla y trata de consolarla.
Varios minutos después, y luego de caminar juntos y en silencio hasta la casa de Imra, Ben y ella, estaban sentados en la banca mecedora colocada en el jardín de la casa de la joven.
Ella mantenía la mirada clavada en sus pies, mientras jugaban con el pasto bajo ellos.
Ben, aguardaba en silencio a que Imra se animara a hablar, mientras trataba de mirar el cielo a través de las ramas del frondoso árbol sobre ellos.
— ¿Me dirás que es lo que sucede? — preguntó finalmente el chico.
Cuando lo hizo, el corazón de Imra dio un vuelco. Estaba tan nerviosa, y se sentía tan culpable y confundida que le era difícil pensar en cualquier otra cosa.
— Tenemos días sin salir. Apenas si te veo en la escuela— siguió hablando Ben — Me has estado evadiendo…
— No lo hago… No intencionalmente.
— ¿Qué es lo que te sucede? Sabes que puedes confiar en mí y contarme cualquier cosa— pero, Imra no dijo nada — ¿Es por Kara?
En cuanto ella escuchó la pregunta se giró para mirar a su novio.
Él simplemente sonreía de una forma tan sincera y calidad que lo único que lograba era atormentarla aun más.
— Lo sabía, ¿siguen peleadas? -concluyó Ben ante su silencio.
— ¿Cómo lo…?
— Oh, vamos. A estas alturas, creo que toda la universidad se ha dado cuenta de que están distanciadas. Son el par inseparable.
Imra suspiró y trató de sonreír un poco.
— Oye, sabes que sin importar cuál sea el motivo de su pelea, al final podrán arreglarlo. No debes de preocuparte tanto. Nada puede ser tan grave como para acabar con su amistad.
— No estoy segura de eso.
— ¿De qué hablas?
— Es… complicado.
— Bueno, sea lo que sea. Sabes que aquí estoy para apoyarte.
La mano de Ben se posón sobre la espalda de Imra y comenzó a ir de arriba abajo para tratar de consolarla. Luego si inclió sobre ella, y besó su cabeza.
Imra quería hablar con alguien de lo que estaba sintiendo. Y aunque era obvio que no podía decirle todo lo que sucedía a Ben, quizá podía pedir su consejo indirectamente.
— Sucede que…— se detuvo porque no estaba segura de continuar, pero Ben esperó pacientemente — Hay algo de lo que no estoy segura.
— ¿Sobre Kara?
— No precisamente. Creo que es sobre mí.
— No te entiendo.
Imra se acomodó sobre la banca con las piernas cruzadas para mirar de frente a Ben.
— Kara dice que… bueno, hay… algo que quiere que haga.
— ¿Algo…?
— Sí, algo. Pero si lo hago, yo… — Imra dudo de nuevo, tal vez debería de quedarse callada — Ben, ¿tú qué harías?
Ben arque las cejas, confundido.
— ¿Tú qué harías si hubiera “algo” que traicionara todo lo que crees? Si te pidieran que hicieras algo que pone en duda todo lo que sabes de ti. Todo lo que pensaste seguro. Todo lo que eres. Pero… que al mismo tiempo creas que es lo que en realidad… sientes.
— ¿Qué es lo que quiere que hagas? Hablas de cosas algo diferentes. Creer, hacer y sentir…
— No importa el qué. Solo… — Imra suspiró — Olvídalo.
— Bueno, Imra, nadie más que tú sabe lo que eres. Y no por que los demás te pidan que hagas cosas, quiere decir que tienes que hacerlas. Si no estás segura, si traiciona tus ideales, entonces no debes ni siquiera de considerarlo— Imra lo miraba atenta — Sé que Kara jamás te pediría que hicieras algo que te causara daño, pero en caso de que lo haga, no estas obligada a hacerlo solo porque es tu amiga. No porque te lo pida. Tienes que buscar dentro de ti. En tu corazón, en lo más profundo, y darte cuenta lo que quieres. Nadie mejor que tú puede saber quién eres en realidad.
— ¿Aunque sea difícil de aceptarlo?
— Cuando tú logres aceptarlo, no será difícil que los demás lo hagan. Las batallas más difíciles son con nosotros mismos. Ahora ven— Ben acortó la distancia entre los dos y la rodeó en un abrazo calido y protector — ¿Sabes que te quiero, verdad?
Imra asintió y correspondió el abrazo, pero no pudo dejar de pensar en Kara, ni aun estando con Ben.

¿Verdad o reto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora