¿Verdad o reto?

Capítulo 16

Lena caminaba por el estacionamiento de la facultad. Con una mochila pesada en su espalda, además del porta planos y varias escuadras, cuando de pronto escuchó que la llamaban.

Al girarse, vio a dos chicas acercándose a ella, corriendo.

Lamentablemente, sabía muy bien de quienes se trataban.

— ¡Hola! — saludo con amabilidad Kelly, una de las recién llegadas.

— Hola, ¿sucede algo? — preguntó Lena sin muchas ganas de continuar con la conversación. Realmente no tenía ningún problema con Kelly, de hecho le caía bien. A pesar de lo influenciable que era, y cuando realmente se mostraba como ella misma, era una chica agradable. No podía decir lo mismo de...

— ¿A dónde vas? — le preguntó la otra chica que acompañaba a Kelly, y que había gritado el nombre de Lena.

Andrea, su... ¿amiga?

Su relación con estas chicas durante la preparatoria había sido demasiado complicada y rara.

Lena no las consideraba sus amigas más cercanas. De hecho, tenía la sospecha de que Andrea la odiaba y no sabía por qué. Lo que si sabía era que hablaba de ella a sus espaldas, y detrás de cada chisme que surgía de ella en la escuela, resultaba que Andrea siempre estaba detrás.

Lo raro, era que siempre la había seguido a todos lados. Estaban en las mismas clases, tenían los mismos amigos, tomaban los mismos extracurriculares, en fin. Ciertamente, parecían grandes amigas. Aunque no lo eran.

Algunos de sus compañeros le aseguraban a Lena, que Andrea solo estaba junto a ella porque le tenían envidia y quería ser como ella. Aunque Lena nunca entendió cuál sería la razón por la que Andrea, querría ser como ella.

No era nadie especial.

Sí, era una chica muy inteligente, pero Andrea sabía defenderse muy bien. Era una chica un tanto popular, pero nunca tan popular como Andrea.

Tenía muchos amigos, y casi todos en la escuela la conocía. Pero también a Andrea. Aunque la chica había insistido durante mucho tiempo en que, Lena era una romper corazones. Que todos los chicos que conocían quedaban embelesados con su hermosura y cautivados con su forma de ser.

Lena siempre negó que eso fuera cierto. Ya que durante sus tres años de preparatoria, Solo se había enamorado, y permitido que le rompieran el corazón, una vez.

Así que no existía nada en ella, que Andrea pudiera envidiar. Y sin embargo parecía que era verdad.

Creyó que una vez que entrara a la universidad, podría alejarse de ellas y no volver a verlas nunca. Comenzar de nuevo, conocer a más personas y tener amigar verdaderas en las que pudiera confiar. Sin embargo parecía que no podría deshacerse de ellas tan fácilmente.

— A la biblioteca — respondió Lena, con un tono de voz tan cortante que incluso a ella le dio un poco de miedo. Miró la sorpresa en los rostros de las chicas y decidió seguir con su camino lo más rápido posible.

— Nunca dejaras de ser un ratón de biblioteca, ¿cierto?

Lena se encogio de hombros, incomoda e intento seguir con su camino. Pero, Andrea se planto delante de ella sin permitirle avanzar.

— ¿Por qué actúas así? — preguntó Andrea.

— ¿Así como? — regresó la pregunta, Lena.

— Como si no te agradáramos. Parece que no quisieras hablarnos. Nosotros no te hemos hecho nada para que te comportes de esa manera.

— Tengo cosas que hacer.

— ¿Cosas que hacer? ¿Quieres decir, ir a la biblioteca a estudiar? No puedo creer que sigas siendo así. Que prefieras irte a encerrar a la biblioteca en lugar de salir con nosotros. Pensé que cambiarias estando en la universidad...

— ¿Cambiar?

— Te has vuelto una engreida. Bueno, siempre lo fuiste, pero...

— ¡Lena!

Kara corrió hasta donde las tres chicas estaban.

— ¿A dónde vas? — preguntó a Lena, ignorando a Kelly y Andrea.

— Esto... — Lena se sintió confundida por la repentina aparición de su tutora — A la biblioteca.

— ¡Genia!— dijo Kara sonriendo. — Te acompaño.

Las dos se quedaron mirando. Lena con el ceño fruncido tratando de entender, por qué de pronto Kara estaba ahí.

— ¿Quien se supone que eres tú? — preguntó Andrea de pronto.

Lena no supo que decir. Pensó en salir corriendo, tomar a Kara y alejarla lo más posible de Andrea, pero esos no eran los planes de la rubia.

— ¿Quién eres tú? — Kara regresó la pregunta.

— Andrea. Un placer — la sensualidad con la que se presentó, fue tan descarada que incluso Kelly se quedó con la boca abierta — Ella es Kelly. Somos amigas de Lena.

— ¿Amigas? — preguntó Kara arqueando una ceja regresando su atención a Lena.

— Entonces, ¿quién eres? — insistió Andrea.

— Soy, Kara.

— ¿Solo Kara? — Andrea sonrió — ¿Y ustedes están... juntas?

— Andrea... — susurró Kelly detrás de ella, pidiéndole que se detuviera. 

Pero la chica no le hizo caso.

— ¿Juntas? — repitió Kara girándose para mirar a Lena y luego sonrió — Sí.

— ¿Juntas, juntas? — preguntó nuevamente Andrea, incapaz de creerlo. Tal vez la rubia no entendía a lo que se refería. Iba a tener que preguntarlo directamente, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, la chica habló.

— Discúlpame. Pero no te conozco. Y no tengo que darte explicaciones.

— ¿Estan juntas? — preguntó Andrea con burla, negandose a retroceder.

Kara tomó a Lena de la mano entrelazando sus dedos.

— No fue un gusto conocerlas. Así que...  Adios. — fue lo último que dijo la rubia guiando a Lena por el estacionamiento hasta la biblioteca.

Andrea enfuresió por el desaire, pero luego de un rato, una macabra sonrisa se dibujó en sus labios.

— Esa sonrisa no me gusta— le dijo Kelly — ¿Qué es lo que vas a hacer?

— Hay que averiguar quién es esa mujer.

— ¿Para qué?

— ¿Viste lo atractiva que es? En serio no puedo creer que esté con Lena.

— ¿Y cómo sabes que está con ella?

— Bueno, no lo sé. Pero, la quiero para mí.

— ¿Para ti? — preguntó Kelly escandalizada — ¿Desde cuándo te interesan...?

— Desde hoy. Además, la universidad es un periodo en la vida en el que debes experimentar de todo. Y después de ver a esa mujer, me han dado muchas ganas de experimentar con ella.

— Andrea, ¿en serio te interesa o solo lo haces por joder a Lena?

— Eso... no tendría por qué importarte.