¿Verdad o reto?

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Kara se puso la primera parada de ropa que encontró entre sus cosas, y salió corriendo a la casa de Lena. Sam y Brainy la estaban esperando afuera y en cuanto llegó, le informaron lo que estaba pasando.

Sam, había intentado comunicarse con Lena durante toda la noche, pero la chica jamás contestó ni sus mensajes, ni sus llamadas. Al principio no le pareció extraño, considerando la discusión que habían tenido algunas horas antes. Pero luego de hablar con su hermana, de verla tan alterada, temerosa y fuera de sí, una extraña sensación se alojó en su pecho. La angustia fue creciendo, con cada hora que pasaba sin noticias de su amiga.

Brainy había intentado llamarla también, pero consiguió el mismo resultado que Sam. Entonces Kara tomó su celular y marcó a Lena. La llamada entró, el timbre sonó tres veces, pero luego fue directo a buzón.

— La dejé en la esquina porque me lo pidió — le explicó Brainy con nerviosismo — Pero no llego a la casa.

— Nadie la vio entrar o salir — agregó Sam igual de ansiosa.

— Tal vez está en el hospital— pensó, Kara de pronto — Puede que fuera para saber cómo sigue, Alex.

No estaba muy segura de que fuera verdad, pero era lo único que se le ocurría. Convenció a los amigos de Lena para que fueran al hospital y la buscaran ahí. Si no la encontraban, tendrían problemas.

°°°

— Pudo pasar la noche, aunque no como hubiéramos deseado. Sin embargo, parece ser que su hija tiene muchas ganas de vivir. Esperaremos a que se estabilice un poco más y quitaremos la sedación. Sera entonces que podremos ver si hay algún daño cerebral— explicaba el medico encargado de Alex a los padres de la joven, a Cat, que solo había ido a su casa para darse una ducha, cambiarse de ropa y luego regresar al hospital y a Mike, que había insistido en acompañarle en todo momento.

— Ya está fuera de peligro, ¿verdad?— cuestiono la madre de Alex — Dijo que si lograba vivir las veinticuatro horas, estaría bien.

— Así es — respondió el médico — Pero como les comenté, aún tenemos que evaluar el daño que pudo haber sufrido su cerebro.

Los padres de Alex, siguieron hablando con el doctor, mientras que Cat recibía una llamada de Kara. No respondió por respeto a la conversación que tenían sus tíos. Decidió salir junto con Mike de las instalaciones del hospital y por el camino volvió a recibir la llamada insistente de su amiga pero, igual no la contestó.

— Es Kara— le dijo a su acompañante que no entendía muy bien porque no respondía a la llamada dentro del hospital.

Se quedaron en las escaleras de la entrada para devolverle la llamada, pero no fue necesario porque, Kara iba llegando atropelladamente.

— Estaba por marcarte — le dijo Cat de los más calmada — Tenemos que juntar a las chicas. Alex necesita donadores de sangre y...

— ¡¿Han visto a Lena?!

— ¿Lena? — pregunto Cat mirando Kara y a la chicos que la compañaban, igual de agitados — No...

— ¿Hoy no vino por aquí? — insistió, Kara angustiada.

— ¿Qué es lo que sucede?— pregunto Mike.

— Ya te dije que no ha estado aquí. No la he visto — insistió la bajita.

— ¡Demonios! — gritó la rubia perdiendo totalmente la poca calma que le quedaba. Se llevó las manos a la cabeza y las pasó varias veces por el cabello, como si con eso liberara algo de su frustración.

— ¿Qué sucede? — volvió a preguntar Cat, pero ahora a los otros chicos, dado que Kara parecía demasiado alterada para responderle.

— No encontramos a Lena — dijo la chica — No responde los mensajes y las llamadas. No están en su casa, ni en la escuela. Nadie la ha visto.