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Durante la cena me disculpé con Winn por haber pensado que era un sirviente más.

Tenía la esperanza de que Kara nos acompañara a cenar, pero nunca llegó. Al terminar, le pedí a la cocinara que preparara una charola con algo de comida para ella.

Subí con la charola y toque a la puerta de Kara, sin esperar que abriera.
Solo nos quedaban dos días, y parecía ser que el poco avances que había hecho se perdía por una estúpida discusión.

— Kara — dije a la puerta — Traje algo para que cenes. Lo dejo aquí. También están tus medicinas. Tómalas por favor.
Luego, fui a mi habitación.

Diez minutos más tarde, tocaron a la puerta.

— ¡Un segundo! — grité levantándome de la cama y colocadome la bata.
No esperaba ver a Kara en la entrada, sosteniendo la charola con comida.

— ¿Puedo… pasar? — preguntó en voz baja.

— Oh, sí. Claro, adelante.

Kara entró, y buscó un lugar donde colocar la charola.

— Puedes ponerla sobre la mesa — le dije, comprendiendo lo que quería hacer.

Kara sonrió.

— ¿Quieres cenar conmigo? — preguntó entonces.

— Lo siento, ya cené — la desilusión se reflejó en en sus ojos — Pero, puedo acompañarte mientras comes.

Con una enorme sonrisa, Kara tomó dos sillas, las acercó a la mesa, me indicó que me sentara y sola hasta que estuvimos las dos acomodadas, comenzó a comer, mientras que la miraba en silencio.

— Faltan tus medicinas — le indique cuando termino todo en los platos.
Kara tomó las pastillas y las miró en la palma de su mano.

— Estaba esperando que me ayudaras con mis vendajes— guardó silencio y luego suspiró — Lo siento.

La miré sorprendida, creyendo que había escuchado mal.

— Eres la persona con la que menos debería de molestarme — siguió ella ante mi silencio — Y la que últimamente, termina cargando con mis problemas. Y no es justo.

— Me preocupo por ti — dije con voz débil.

— Lo sé.

— No intentó presionarte, Kara. De verdad. Sé que es difícil para ti. Y que, no quieres me meta en tu relación. Y te juro que no es mi intención. No quiero saber de Imra y tú, pero, quiero saber por qué te hicieron esto ¿qué fue lo que pasó?

— Lo que pasó… — Kara se quedó pensativa y después de un rato, miró por la ventana a la oscuridad de la noche — Me cuesta entender, ¿por qué?

— Ben, tiene que pagar por lo que te hizo. Casi terminas en el hospital.

— El problema no son las heridas fisicas, Lena. Sino la forma en la que… jugaron conmigo.

El silencio se prolongó de nuevo, y al no saber cómo seguir con la conversación hice lo primero que me vino a la cabeza. Me puse de pie delante de ella, le acaricie la mejilla y comencé a curar sus heridas y cambiar los vendajes.

— Cada día tiene mejor pinta — comenté mientras colocaba la venda en su hombro — No sé que medicinas te envió, Diana, pero, son mágicas.

— Algo bueno tenía que saber hacer tu novia. Creo que es mejor medico de lo que esperaba.

— Ya te dije que no es mi novia — no entendía porque Kara la seguía llamando de ese modo — Pensé que había quedado claro. Solo somos amigas.

— ¿Así como nosotros?

¿Verdad o reto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora