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— Vaya, Imra. No te había visto de tan buen humor desde hace días — comento Cat mientras tomaban un café en el centro comercial.

Esa mañana, le había sorprendido un poco recibir la llamada de Imra para pedirle que la acompañara a compra un vestido para el baile de máscaras. Ni siquiera sabía que tenía intenciones de asistir. Mucho menos después del incidente con el arma. Les costó mucho tiempo encontrar el atuendo adecuado, pero eso no era raro. Una de las actividades favoritas de la joven, era pasar horas y horas probándose ropa, midiéndose zapatos y comprando toda clase de cosas que realmente no necesitaba.

— ¿Qué es lo que cambió?

— Me di cuenta — comentó Imra terminando su bebida — Que pasármela llorando no me ayudara en nada para recuperar el cariño de Kara.

Cat inclinó la cabeza y dejó escapar un suspiro, desilusionada. Tenía la esperanza de que su amiga hubiera superado lo de Kara, aunque claro, sería demasiado hermoso que los sentimientos de Imra desparecieran de la noche a la mañana.

Pero, ¿acaso este iba a ser el cuento de nunca acabar?

Primero Kara, persiguiendo como perro sin dueño a Imra para que la amara. Y ahora, Imra persiguiendo a Kara para que le hiciera caso y volvieran a ser… bueno lo que fuera que eran.

Parecía el juego del gato y el ratón.
Estaba molesta con las dos. Incluso con ella misma por haberles seguido el juego. Quizá, pensaba Cat, si no le hubieran dado importancia desde el principio a esta relación toxica, se habría terminado varios meses atrás. Y justo por eso ya no iba a entrometerse. Sí Imra quería seguir sufriendo, y Kara quería seguir con su; no creciente relación, porque la verdad a ella se le hacía mucho más fácil creer que se hubiera enamorado de Lena a que alguna vez hubiera estado enamorada de Imra, era problema de ellas.

— ¿No crees que la voy a recuperar, cierto? — preguntó de pronto Imra poniéndose a la defensiva.

— ¿Qué? No, yo no he dicho...

— Todas ustedes me subestiman. Desde el principio lo han hecho. Siempre criticando mis decisiones. No hacen más que criticar.

— Espera, yo...

— Pero se los demostrare. Les demostrare a todas que están equivocadas. Y entonces...

— Imra — Cat la tomó de la mano al darse cuenta de que había entrado en una especie de transe.

La joven, miró a su amiga con una sonrisa, causándole preocupación.

— ¿Quieres contarme lo que planeas hacer para recuperar a Kara?

— No — respondió Imra tajantemente retirando la mano.

— Ok, está bien. Solo... promete que no te harás daño.

Imra rodo los ojos con fastidio, pero no le importó a Cat y siguió hablando.

— En serio, Imra. Promete que, si importar lo que pase, te vas a querer mucho más a ti, de lo que quieres a Kara. Te pondrás primero a ti, antes que a nadie, ¿lo prometes?

Imra se le quedo mirando sin decir palabra alguna. No parecía estar de acuerdo con la repentina solicitud de Cat. Así que el silencio fue su respuesta.

°°°

Esa misma tarde, Cat le pidió a Kara que fuera a visitarla a su casa para hablar un rato. La chica accedió sin mucha resistencia.

Cuando llegó, el ama de llaves la dejo entrar hasta la habitación de Cat sin acompañarla, puesto que se trataba de una visita recurrente, y ya todos sabían cuál era las ordenes de la joven respecto a sus invitados.

¿Verdad o reto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora