Capítulo 9

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— Solo... sujétala de lado.

— ¡No puedo! ¡Pesa mucho!

— Hay que hacerlo o podría ahogarse.

— Está bien. Pero, ¿por qué tengo que hacerlo yo?

— Porque eres el único a quien no le da asco.

Una nueva arcada puso fin a aquella ronda de vomito.

La frente de Kara sudaba, al igual que el resto de su cuerpo, pero ella era ajena a todo. Tenía los ojos entre abiertos, pero la mirada perdida. El cuerpo suelto, y aun apestaba a una mezcla potente de alcohol, cigarrillos y vomito.

Con cuidado, Barry volvió a acomodarla sobre la cama. Y empezó a limpiar el resto de vomito que la chica tenía en la boca.

— ¿Segura que estará bien? — preguntó a Iris, mientras revisaba el paso del suero que había conectado al brazo de su amiga un par de horas atrás.

— Tiene que sacar todo lo que se bebió. Después, solo tendrá un horrible dolor de cabeza. Pero nada que la mate.

Barry tenía que creer en su palabra, porque Iris era la única de sus amigos que estaba estudiando medicina.

— Si vuelve a vomitar, solo ayúdala para que no se ahogue — le pidió la más joven antes de salir de la habitación, para ir y hablar con los demás.

Kara había estado con Iris desde que la había encontrado tirado en la calle, inconsciente, a un par de cuadras de la casa de Alex, en medio de un charco de agua y lo que parecían ser algunos fluidos corporales.

De inmediato pensó en llevarlo al hospital, pero luego de revisarla un poco se dio cuenta de que no era necesario. La borrachera marca diablo que al parecer se había puesto su amiga, podía tratarla en su casa.

No llamó a los demás, hasta que se dio cuenta de que la estaban buscando.

— Ahora sí, ¿alguien quiere explicarme lo que está pasando?

Todos intercambiaron miradas nerviosas.

Finalmente fue Cat quien hablo.

°°°

— ¡Tenemos que hacer algo! — termino diciendo la bajita.

— ¿No crees que ya hemos hecho suficiente? — le dijo Iris.

— Pienso igual que ella — apoyó Alex — Deberíamos dejar que arreglen sus problemas solas.

— ¡Lo haríamos! — dijo Eve desde el otro lado de la habitación — Si no hubiera sido nuestra culpa para empezar.

— Aun así. No me parece que tengamos el derecho de meternos en esto.

— No es porque tengamos derecho o no, Iris. Es porque tenemos que arreglar lo que descompusimos. Así de simple.

Iris cerró los ojos y dejó escapar un suspiro, pensando en las palabras de Cat.

— ¿Y qué es lo que quieres que hagamos?

— No lo sé— aceptó la bajita.

— ¡¿No tienes un plan?!— reclamó, Alex saltando de su asiento — Creí que para lo mucho que has estado molestando con esto, ya tendrías por lo menos algo.

— ¡No es como hacer un pastel! ¡Podrías ayudar a pensar en algo en lugar de estarte quejando!

— ¡No soy yo la que quiere meterse donde no la llaman!

Las primas continuaron gritándose y discutiendo, hasta que, con un gran grito, Fred las cayó.

— ¡YA BASTA! — todos lo miraron — Yo tengo una idea. 

¿Verdad o reto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora