— Muchísimas gracia por todo — le dije a Winn mientras lo abrazaba fuertemente — Y perdón por las molestias.
— No fue molestia — respondió él con alegría — Las visitas siempre son recibidas con alegría en este lugar. Es bueno ver gente como ustedes de vez en cuando.
— ¿Gente como nosotros?
— Con grandes historias que contar.
Sonrió, y volvió a abrazarlo. La voz de las bocinas en la estación de tren, nos indicaron que era hora de abordar.— Gracias, Winn — Kara se despidió de él con un abrazo, y subió al vagón quedándose en la puerta esperándome.
— Parece que su humor mejoro bastante — comentó Winn.
— Solo espero que continúe así cuando lleguemos a la ciudad.
— Bueno, si necesitan más días, las puertas de la mansión estarán abiertas para ustedes siempre.
— Muchas gracias.
— ¡Lena, si no subes ahora mismo nos iremos sin ti! — gritó Kara entrando al vagón.
Me despedí una última vez de Winn corrí detrás de ella.
Entramos al camarote y Kara dejó caer la mochila en el suelo sentándose en la pequeña cama. Fui a la ventana, saque la mano por la ventanilla y seguí despidiéndome de Winn hasta que lo perdí de vista.
Luego, fui a sentarme junto a Kara.
— ¿Lista para regresar? — pregunté.
— Sí — respondió ella con una enorme sonrisa — ¿Y tú?
La tomé de la mano, entrelazando nuestros dedos y sonrí de igual manera.
— Estamos juntas — no fue una pregunta pero, aun así, Kara asintió — Y estoy lista para cualquier cosa.
Kara ladeo la cabeza sin dejar de mirarme. Primero con un semblante demasiado serio, pero poco a poco fue cambiando por una traviesa sonrisa.
— Eso se escuchó muy serio — se burlo.
— Estoy tratando de…
Kara soltó mi mano y la empuño, dejando estirado el meñique frente a mí, esperando a que hiciera lo mismo.
— Prometelo — pidió Kara.
No me tomó ni un segundo enganchar mi meñique con el de ella.
— Estamos juntas — dijo — Sin importar lo que pase, estamos juntas.
Asentí.
Kara sonreía tranquilamente.
— Dímelo, Lena — susurró.
— Te quiero — coloqué la mano libre en su mejilla — Estamos juntas, sin importar lo que pase.
Kara tomó mi mano sobre su mejilla, besó la palma con delicadeza y se inclinó para dejar que sus labios se encontraran con los míos. Permití que el deseo me guiara nuevamente como lo hacia cada segundo que pasaba a solas con ella.
— Te quiero, Lena — susurró contra mis labios, apartándose apenas lo necesario para hablar y luego volvió a besarme.
Nuestros meñiques permanecieron enganchados todo el tiempo.
°°°
Nada había sido como en su sueño.
Aquella mañana, Imra tuvo que ir sola hasta la estación del tren. Cat y Alex ya estaban ahí cuando llegó, pero no eran las únicas. Había una chica, a la que había visto solo una vez, con ellas.
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¿Verdad o reto?
Fanfiction¿Verdad o reto? Una pregunta peligrosa. Aunque no para Kara. No. Esa noche no es ella la que corre peligro. De hecho, ella lo está disfrutando. No tiene nada que ocultar, así que aun cuando la pregunta vaya dirigida a ella no tendrá problema en e...