Kara pasó todo el fin de semana encerrada en su casa. Acostada en su cama durante todo el día. Apenas levantándose un par de veces para comer, sin cambiarse el pijama, ni abrir la laptop.
Sus padres estaban de viaje, su hermano había llevado a Ariel de día de campo, así que estaba sola en casa, y después de días llenos de emociones, por fin estaba cayendo sobre ella el peso de su tristeza.
Extrañaba a Imra. Extrañaba sus pláticas, su risa, sus tonterías. Extrañaba todo el tiempo que pasaba con ella. Mandarse mensajes todo el día, aun cuando acababan de estar juntas. Abrir su correo y ver todas las cosas en las que Imra la etiquetaba. Incluso extrañaba escuchar la música rara que a Imra le gustaba escuchar y que la obligaba a escuchar.
Eran cosas pequeñas y sin importancia, pero eran cosas a las que se había acostumbrado y que ahora que no tenía, le hacían falta.
Daba vueltas sobre la cama, pensando, formando una historia tras otra, analizándolo.
Lo había hecho todo para despertar los sentimientos de Imra. Lo había intentado todo para conseguir que aceptara que la amaba. Había intentado incluso volver a sepultar lo que sentía y continuar las cosas como hasta ahora. Pero nada parecía funcionar, y ahora había involucrado a Lena es sus problemas. Su amiga tenía un ojo morado que demostraba lo estúpido que había sido ese plan.
Llena de frustración, tomó una de sus almohadas y se apretó la cara contra ella para gritar con todas sus fuerzas. Nada estaba saliendo como quería y su corazón no hacía más que doler y sentirse miserable.
¿Por qué simplemente no podía olvidarse de Imra?
Había tantas chicas lindas de las que podía enamorarse, chicas que intentaban que se fijara en ellas, como Andrea, o a a las que ya conocía, como Lucy. Chicas de las que sería muy fácil enamorarse como... Lena.
Descartó de inmediato esa última idea porque para intentar algo con Lena, ya era demasiado tarde.
¿Por qué tuvo que enamorarse de Imra? ¿Por qué?
Dejó caer la cabeza por una de las orillas de la cama y permaneció así hasta que comenzo a sentirse mareada por estar viendo las cosas en su habitación al revés.
Casi se estaba quedando dormida en ese posición, cundo el timbre sonó. Se quedó en silencio, y esperó que no volvieran a llamar. Pasaron por lo menos dos minutos cuando el timbre volvió a repiquetear.
Se volvió a acomodar bien en la cama y se tapó de pies a cabeza con las cobijas.
Fuera quien fuera, ya podía largarse porque no iba a salir.
Pero, en cuanto el timbre chillo por tercera vez, más largo de lo normal ya que parecía que la persona que estaba fuera se hubiera quedado pegada al botoncito y luego varios toques consecutivos, supo de quien se trataba y que no la dejaría en paz hasta salir y abrir la puerta.
Sin mucho ánimo, salió de su habitación, bajó por las escaleras y fue a abrir la puerta con el sonido del timbre aun retumbando en los oídos. Cuando abrió, se encontró con Alex que tenía el dedo índice pegado al timbre.
— ¡Hola!—saludó la recién llegada al verse descubierta, escondiendo las manos detrás de la espalda — Traje hamburguezas — levantó una de las bolas que tenía en el suelo.
Kara la miró con fastidio.
Se hizo a un lado para que entrara. Luego la llevó a la cocina y buscó un par de platos.
— Me dijeron que estás deprimida. — dijo Alex mientras intentaba abrir una botella de refresco.
Kara alejó la botella de las manos de su amiga y con ayuda de un pequeño cuchillo, quitó la rosca y pudo abrirlo.
— ¿Quién te dijo eso?
— Clark me llamó esta mañana — Alex esperó en silencio a que Kara comenzara a maldecir a su hermano por “irle con el chisme” pero, no lo hizo. Parecía cansada — ¿Qué es lo que te pasa?
— Creo que sabes perfecto lo que me pasa.
— ¿Es por Imra?
Kara cerró los ojos, suspiró, se talló el rostro y tomó un gran trago de refresco. Esa fue suficiente confirmación para Alex.
— No puedo ayudarte con eso. Por cierto, ¿cómo sigue, Lena?
— Bien.
— ¿Terminó contigo? ¿Por eso estas así? — Kara la fulminó con la mirada — Bueno, es que si tanto quieres a Imra, no entiendo que haces saliendo con esa chica — siguió mirándola molesta y sin decir nada — ¿Lo haces porque intentaste olvidarte de, Imra?
— Es lo que me sugeriste que hiciera.
— ¿Y funcionó?
— ¡Claro que no! — gritó la rubia — Entre más me alejo de ella, más me doy cuenta de cuanto es que la quiero. Y ahora me odio a mí misma por enamorarme de mi mejor amiga como un imbécil ¡Existiendo tantas chicas en el mundo, tuve que enamorarme de ella!
— No fue tu intención hacerlo. No es como que un día despertaras por la mañana y dijeras “oye, hoy voy a comenzar a enamorarme de Imra para joder toda nuestra amistad”.
— No — aceptó Kara suspirando — Pero, pude intentar cosas diferentes con ella y no provocarla para que enloqueciera y golpeara a Lena.
— ¿Provocarla? Entonces… ¿usas a esa chica para darle celos a Imra? — de nuevo, el silencio de Kara fue la confirmación que necesitaba — ¡¿Qué demonios te pasa?! ¿Te das cuenta de lo cruel que es eso para las tres?
— ¿Para las tres? — Kara soltó una risa cansada — Estas contando de más, Alex. En primera… Imra no siente nada por mí. Tú misma me lo has dicho hasta el cansancio. Simplemente está molesta porque me he alejado de ella.
— ¿En verdad piensas eso?
— Supongo… — dio una gran mordida a la hamburgueza y la tragó de un solo bocado.
— Kara… — susurró Alex con un nudo en el estómago. Le dolía ver a su amiga sufriendo por Imra.
Nunca había visto que Kara se quebrar de esa forma. Y por un minuto, odio a Imra. Aunque claro, ella no tenía la culpa de no sentir los miso que Kara. Y lo peor de todo es que no tenía idea de cómo ayudarla.
— No puedo seguir así.
— ¿Qué? — preguntó, Alex confundida.
— Se acabó.
— ¿Cómo que se acabó?
— Dejaré a Imra en paz.
— Espera… ¿hablas en serio?
— Sí — Kara apenas pudo responder. Tenía tantas ganas de llorar que la garganta le quemaba por estar aguantando.
— ¿Por qué? — preguntó sin pensar Alex.
En un arrebato de desesperación, Kara golpeo la mesa asuatandola.
— Lo siento, lo siento, es solo que… estabas tan decidida a enamorarla que no entiendo que fue lo que pasó para que cambiaras de opinión en un solo día.
Kara se encogió de hombros.
Alex no insistió más con el tema, sabía que no iba a sacarle nada a Kara, y lo único que podía hacer era estar con ella hasta que se sintiera mejor.
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¿Verdad o reto?
Fanfiction¿Verdad o reto? Una pregunta peligrosa. Aunque no va dirigida a Kara. Así que esta a salvo. Esa noche no es ella la que corre peligro. De hecho, ella lo está disfrutando. No tiene nada que ocultar, y cuando la pregunta vaya dirigida a ella no tend...