Capítulo 6: Recién graduados

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Victoria D.

El ciclo escolar ha terminado, todos los graduados se abrazan y se despiden de sus compañeros asegurando que se extrañarían y escribirían siempre; tal vez había algo de verdadero en aquellas promesas o quizá no, en fin, al final eran efímeras promesas que el viento se lleva como hojas de papel, ahora más que nunca podía confirmar que estas no servían de nada.

Mientras que algunos celebraban el triunfo y la amistad, para otros esta ceremonia se convertía en un terrible calvario, quizá el concepto de amistad y lealtad solo predominaba según el estatus que ostentaba cada persona, como el triste caso de Irina, la cual había quedado sin ninguna amiga, si supieran como le ha ido a la pobre, su vida ha ido en picada desde que perdió sus poderes y como si fuese muy poco metieron preso a su padre por ciertos actos de corrupción, perdieron todo, absolutamente todo y ahora solo se mantenía en esta escuela gracias a una de beca, exactamente lo que ella siempre había odiado.

- ¡Ups!, no te vi – hago una señal de asombro llevándome la mano a la boca después de darle intencionalmente un fuerte pisotón con la aguja de mis tacones – eres tan invisible ahora, ¿Cómo se siente? – sonrío con satisfacción al dejarla adolorida con mis acciones y palabras.

Sus intenciones eran ponerme el pie para que cayera al ser llamada al frente para recibir mi diploma y por supuesto también la mención honorifica que me pertenecía.

En estos momentos siento que puedo comerme al mundo, camino sobre la pasarela con firmeza y decisión, mi padres están aquí, ambos sonríen con satisfacción al verme ingresar y ser felicitada por el concejo educativo, sé que también mis verdaderos padres y mi abuela me acompañan para celebrar este día, no puedo sentirme más fuerte siendo que cuento con todos ellos.

Es el turno de mi discurso, dirijo la vista con rapidez alrededor de los presentes esperando tal vez la llegada de alguien que he esperado por tanto tiempo, al ver que no es así doy un corto suspiro y empiezo a hablar, esta era la oportunidad para celebrar y reflexionar junto a la generación del 2013 antes de aventurarse en el mundo real, ¡vaya miedo!

Al terminar mi discurso noto como sus ojos azules están puestos sobre mí, estos denotan orgullo y está aplaudiéndome con efusividad.

- Mamá, papá, quiero que conozcan a alguien – digo caminando junto a ellos para presentarles a Tyler después de la ceremonia.

Ellos muestran cierta curiosidad por saber de él, mi padre por supuesto no deja de mirarlo con recelo, caso nada inusual conociéndolo perfectamente. Nuestra amistad se ha fortalecido después de haber coincido en aquella fiesta y más aún cuando volvimos a encontrarnos en uno de los recorridos de Harvard, así es, logre ingresar y aunque ahora me sentía extraña porque persistía y crecía en mi la duda de si lo había logrado por mérito propio o si es que tal vez influyo en algo mi nueva identidad ya que el decano es amigo de Massimo y para variar la familia Dalmazzi son unas de la benefactoras desde la época en la cual mi abuelo Maurizio vivía.

- Te espero después del verano, mi reina – dice en cuanto estamos a solas, él estudia medicina hace ya un año, hace una reverencia para inclinarse frente a mí.

- ¿Eso quiere decir que no te veré durante este tiempo? – abre los ojos haciendo una expresión de gusto.

- Así que ya no trataras de evitarme y sobre todo... ¿no vas a dejarme plantado cuando te pida de nuevo una cita? – sonríe con actitud sorprendida.

- No, ya no – respondo decidida a dejar llevar esto más allá, conozco sus intenciones y entiendo que esta puede ser una buena oportunidad para salir del pozo donde un día me hundí, ya basta de seguir esperando, basta de seguir aferrada a lo que un día fue, ya no voy a sufrir cuando tengo a alguien dispuesto a todo por mí.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora