Capítulo 38: Hechizos y maleficios

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Vasco D.

No debí acercarme a este lugar, esta vez mis sentimientos pudieron más y ahora estoy a punto de ser descubierto por Massimo. Cuanto quisiera acabar con él y vengar frente a sus tumbas sus muertes, esa si sería una escena épica. Por más que intente demostrar inocencia no va a lograrlo, Arthur ya me lo advirtió así que estoy prevenido para lo que venga.

- Vine a conocer la tumba de Victoria – digo mientras volteo a verlo.

Tras analizar bien la situación llego a la conclusión de que él está siguiéndome así que debo cuidar mis pasos lo mejor posible para no dar uno en falso. Es natural que quiera saber más de la persona que ha metido a su casa, por eso seré más cauteloso.

- Estuve hablando con Valentino esta mañana y me dijo que hasta el momento él no había venido por aquí, por ello me acerque por curiosidad luego de que Marco me diera la ubicación.

Espero haber sido convincente, no tengo otra explicación con la cual defenderme.

- Entiendo que quieras involucrarte más allá de tu trabajo, pero te agradecería que permanezcas al lado de Valentino. El arma que guardo en mi despacho ha desaparecido y estoy seguro que él la tiene, me temo porque en su delirio termine disparándose, quiero que registres toda su habitación y en caso de no hallarla hablare seriamente con él.

Tal parece que su locura ha despertado otra vez.

- No me parece que usted sea un hombre que crea en maldiciones, ¿o sí? – digo para distraerlo.

- Cuando la desgracia te acecha, empiezas a preguntarte porqué y ahí es donde la desesperación se apoderara de tu alma, cada pensamiento ira a un hoyo donde no podrás dejarlo salir y eso terminara destruyendo toda razón lógica. Hace un tiempo atrás Valentino me conto una historia, todo empezó con él – afirma mientras observa la tumba de mi abuelo.

Lo escucho y aquel pasaje de su vida lo desconocía por completo, aparentemente él se había relacionado con una mujer que practicaba artes oscuras y quizá eso desencadeno su triste final.

- No es coincidencia que cada varón de la familia tenga desenlaces fatales, sucedió con mi padre y también con su hermano, luego cada uno de sus hijos mayores y por ultimo esta, también ha alcanzado a la nueva generación aparentemente.

Es una reverenda estupidez, un hombre como él no puede basarse en supersticiones, la muerte de mi abuelo fue trágica sí, pero hay un trasfondo en todo eso, estoy seguro.

- Evidentemente tú no crees en nada de esto, respeto tus creencias. Quizá nunca te has topado con algo como esto y es razonable. Pensaras que estoy loco y todo esto es una fantasía y para quien no lo seria, yo en un principio también juzgue a Valentino con sus disparatadas ocurrencias; lo peor de todo es que la mujer que más daño le ha hecho a esta familia aun continua viva y gozando de todo lo que su maleficio ha causado, Ivette Mitchell así se llama.

No sé de quién rayos habla y el nombre de esa mujer no me suena para nada, sin más me explica que el hecho de su presencia en este lugar se debe a que uno de los guardias dio el aviso. Massimo estaba tras esa mujer ya que en alguna que otra ocasión había sido vista por aquí, más nadie podía reconocer su rostro porque siempre llevaba un velo negro. Es por eso que él estaba aquí.

- Según Valentino esa mujer no ha envejecido todos estos años pese a ser contemporánea a Maurizio, ¿Qué causa encuentras tu para tan irracional suceso?

- ¿Una buena cirugía plástica? – bromeo frente a él.

Pese a todo no ha perdido el sentido del humor.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora