Capítulo 22: Celos y asesinos

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Victoria D.

Definitivamente no debí dejar sola a Grazia en estos días, fue mi culpa, comete cada locura al igual que su hermano.

- ¿Desde cuando sales con Liam? – pregunto al enterarme de su nuevo romance. Marco ahora debe odiarme por alentarlo a declarar sus sentimientos frente a ella.

- Le dije que sí hace un par de días – dice frente al espejo mientras agrega algo de color en sus mejillas, voltea a verme tras detectar cierta preocupación en mi rostro – tu siempre me aconsejaste que me olvide de Marco, no entiendo porque te interesa tanto ahora. Liam ha estado interesado en mí desde que llegue a la escuela, además ya me canse de sufrir por alguien a quien no le intereso un comino.

- Marco no hablo contigo.

- Quiso hacerlo pero no le di cabida, me cito en un lugar y decidí no ir, apuesto a que solo iba a salir con la misma cantaleta de siempre, así que lo mejor será que se quede con la estúpida esa con la que salía, quizá ella si este acorde a sus prospectos.

No puedo reprocharle nada, es entendible que se haya cansado de esa situación. Lo que me apena mucho es tener que haberlo chantajeado con lo de Tino, ni modo pero él también es responsable de haber llevado las cosas hasta este extremo.

- No te da curiosidad, digo ni siquiera un poquito tal vez sobre lo que él tenía que decirte – espero y no sospeche de mis intenciones por acercarla a él.

- Ya te dije que no. Deberías ir a arreglarte, Antonella no tarda en venir por nosotras.

Para variar y hacer perfecto mi día tenemos que incluirla en nuestra salida. No puedo dar a demostrar frente a todos mi antipatía por ella, aun si me muera de ganas de arrastrarla de los pelos cada vez que la vea, no soporto que se llene la boca hablando de Tino, él es solo mío.

Regreso a mi habitación y me alisto para salir, cepillo mi cabello y le doy forma a las ondas para darle el toque final. No me entusiasma mucho la idea de hacerme la hipócrita frente a nuestro círculo de amigos pero como dije, no me queda opción.

Una fuerte conmoción se escucha desde la habitación de Grazia, dejo lo que estoy haciendo y voy directamente hacia allá. Descubro como ella y Tino se pelean en el suelo, en realidad es ella quien está sobre él y le da tiernas bofetadas por sobre su rostro.

- ¡Eres un idiota, como se te ocurre pensar eso de mí! – le grita mientras forcejean.

Al verme ambos dejan a un lado sus rencillas y se separan. Ella está muy molesta y ni siquiera lo mira a los ojos, mi tía llega rápidamente para averiguar qué fue lo que sucedió.

- ¡Tu hijo es un estúpido!, me acuso directamente y dijo que yo estaba embarazada.

- No lo dije abiertamente, solo, solo te lo pregunte – discrepa él.

Estoy feliz de volver a verlo, pero no puedo evitar pensar que tiene moscas y telarañas en la cabeza tras descubrir su acusación. Minerva conversa con ella a solas y después le pide ingresar a él, antes de hacerlo me pide que hablemos, yo más que nadie estoy interesada en saber qué es lo que sucede.

- Está bien, te espero en mi habitación en cinco minutos – digo al escuchar el siguiente llamado de Minerva.

- Llegare en cuatro – responde rápidamente antes de cerrar la puerta.

Encuentro a Tontonella en el trayecto y me detiene a conversar sobre lo sucedido.

- Escuche la voz de Tino, ¿Dónde está? – pregunta sin que ella tan siquiera llegue a imaginar como la estrangulo en mi mente.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora