Capítulo 19: Mis días sin ti

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Victoria D.

No comprendo el accionar de Tino, ¿por qué la beso?, porqué me hizo eso sabiendo perfectamente que me dolería. Cuando volvió a mirarme sentí su fría mirada traspasar mi ser, ¡que le hice para merecer tal desprecio de su parte!

Me esforcé tanto para que este día salga bien y todo para nada, al final he quedado como una idiota, espero que no se hayan dado cuenta de que me fui, hace media hora que estoy aquí encerrada ahogándome en mi propia tristeza, no tengo ánimos para ver a nadie y mucho menos para dar explicación de mi dolor, de aquella cruz que llevo dentro.

- ¡Vete, no quiero verte! – respondo al saber que es él.

Agarro un pequeño bolso y tomo algunas de mis pertenecías para meterlas dentro, me quiero ir de aquí, no me quedare para dejar que me humille como lo ha hecho hoy.

- ¡Si no abres esa puerta la voy a derribar, y sabes que lo digo en serio! – grita empleando su fuerza contra esta.

Afortunadamente la música y el ruido continúan en el fondo lo cual no permitiría que nadie pueda escuchar esta discusión.

- ¿A dónde crees que vas? – pregunta al dejarlo pasar, es un imbécil, no le debo ninguna explicación así que no le respondo ni lo miro a la cara – ¡Lucille te estoy hablando!

Me sigue e impide que salga de mi habitación, lo empujo con fuerza para que me deje libre, se coloca contra la puerta para evitar que me vaya.

- Porque mejor no te quedaste en tu fiesta, la estabas pasando muy bien con tu ex no es así, ¡apártate!

- No puedes reclamarme nada cuando desde hace tiempo eres tú la que me engañas, ¡la que no ha sido leal conmigo!

- De que estas hablando – respondo sin comprender sus desvaríos.

- Hace rato llego Tyler y me conto todo, tu continuabas viéndolo a pesar de que nosotros habíamos vuelto, ¡qué querías!, ¿jugar con los dos?, jugar a la novia con él mientras yo era tu amante, o es que acaso...

- ¡Cállate!, cierra la boca antes de que tengas que arrepentirte de lo que vas a decir, no quiero volver a verte Valentino, vuelve con Antonella de seguro ella te está esperando...

Avanzo por el corredor que lleva hacia las escaleras, es evidente que no me dejara ir así que me persigue para pedirme perdón por lo que acaba de ocurrir.

- Te lo hubiese contado si es que confiara en ti, pero ya ves que no, esta ha sido tu reacción, aun así tú lo decidiste, tú la besaste para castigarme por lo que según yo te hice, si así empezamos esto no me quiero imaginar cómo vamos a terminar, ¡estoy harta de tus celos!

- Lo acepto, no tengo excusa para lo que hice, Lucille perdóname por favor – suplica mientras me abraza junto al barandal de las escaleras, me habla al oído pidiéndome una y otra vez que no me vaya.

No puedo perdonar esto, como se atrevió a hacerlo, estoy herida y no soporto tenerlo cerca.

- Suéltame... - digo con debilidad al sentir como todo se pone borroso a mi alrededor. Me tambaleo al dar unos simples pasos y el acude a sujetarme tras notar que empiezo a sentirme mal.

- No puedes irte así, ven conmigo regresemos a tu habitación – intenta cargarme mas no me dejo y termino alejándolo al golpearlo con mi bolso.

- ¡Me das asco! – repito con furia al sentir el estómago revuelto, de solo verlo eso es lo único que me produce.

Bajo varios escalones y por fin llego al final de estas, vuelve a insistir en su persecución y está decidido a irse conmigo, esta discusión continúa y solo se apaga en cuanto Minerva aparece.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora