Tino D.
Como ya estoy acostumbrado, no se me hace nada raro esperar la traición de alguien cercano a mí. Miro a Grazia y luego a Marco, para él también es nuevo lo que ella acaba de revelar.
- ¡¿Qué?!, ¿Cuántas semanas tienes? – pregunta inquieto para saber más acerca de su embarazo.
- Seis semanas, aproximadamente – dice derramando algunas lágrimas.
Él la abraza y consuela diciéndole que todo estaría bien, ¡por supuesto que nada lo está! Con Max en la cárcel y ahora esto, es evidente que todo colapsara, en especial mi madre quien no puede estar más alterada.
- ¡¿Cómo pudieron hacernos esto?! – grita al enterarse de su clandestina relación y la consecuencia que esta ha traído.
Ella apreciaba mucho a Marco y lo tenía en tan buena estima que el golpe debe ser muy duro, tan duro que ni siquiera yo he logrado pronunciarme tras descubrir su romance.
¿Por qué las personas que más quiero y son importantes para mí siempre terminan traicionando mi confianza? Con lo sucedido puedo reafirmar que quienes más cerca estén, es de quienes más hay que temer.
- Minerva, voy a hacerme responsable de Grazia y él bebé. Sé que en estos momentos la situación no es la mejor, pero te juro que voy a cuidar de ambos. Quiero contar con tu permiso para que ella y yo nos casemos lo más pronto posible.
Conociéndola como la conozco, no va a ser fácil convencerla.
- ¿Con eso piensas que vas a arreglar todo?, ¡haz traicionado mi confianza, la de Massimo, la de todos, caramba! Tantos años Marco... de todas las mujeres en quienes pudiste fijarte, lo hiciste precisamente de mi hija, a quien conoces desde que nació, ¡eres un maldito enfermo! – reclama furiosa golpeándolo en el pecho.
Grazia la detiene y le explica que ella fue quien estuvo enamorada primero de Marco y la que insistió en que estuvieran juntos.
- Si quieres culpar a alguien, esa soy yo madre, fui yo quien siempre lo buscaba. Estuve y estoy enamorada de Marco desde hace mucho tiempo atrás y quiero estar con él, aun si tú o papá se opongan.
- ¡Descarada! – dice dándole una bofetada.
Al ver esto decido actuar, ambos son responsables de lo que sucede. Llevo a mamá a su habitación para que se termine este enfrentamiento, no es correcto que continúen hablando con los ánimos tan elevados. Además, por el estado de Grazia puede ser peligroso.
- Quiero hablar contigo – digo tras regresar al estudio de Max.
Marco viene hacia mí para hablarme, pero me niego. No quiero escuchar nada que venga de él.
- Solo déjame a solas con mi hermana – repito e insisto en que no quiero ninguna explicación.
No tengo autoridad alguna para reclamarles lo que hicieron, sin embargo, lo que duele y me molesta es que no acudieran a mí para pedirme algún consejo o que tal vez sean sinceros conmigo. ¡Por un demonio!, mi mejor amigo y mi hermana estaban juntos y yo ni cuenta me di, más imbécil no puedo ser.
- Tino, no lo odies por esto, por favor.
- No lo hago – tomo sus manos y la tranquilizo para que no se inquiete más de lo que esta - debo aceptar que aún no puedo creerlo, aun no entiendo cómo es que de un momento a otro vas a ser madre Grazia.
La abrazo muy fuerte para darle mi apoyo, no merece ser juzgada por tomar la decisión de seguir su corazón. Yo también lo hice alguna vez y para nada me arrepentía de esa decisión, los mejores recuerdos de mi vida siempre estarán presentes con Lucille.
ESTÁS LEYENDO
Mi Luna de Plata - Pasiones Prohibidas
Teen FictionLa vida no ha sido facil para Vasco, alejado de su propia familia ha crecido con los ideales de destruir a esta a toda costa. Las cosas no saldran como él lo esperaba y sin querer terminara enredado en la polemica familia Dalmazzi de quien ya hemos...