Capítulo 18: Cumpleaños infeliz

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Tino D.

No soporto estar un día más en este apartamento, necesito verla, tenerla junto a mí a cada instante; por ello he pensado muy bien las cosas y volveré, me mudare de nuevo a la mansión, trataremos de ser muy discretos por el momento hasta que se cumpla la fecha que estipulo Lucille para anunciar nuestra relación.

Mañana es mi cumpleaños y se perfectamente que algo se traman en casa, los conozco muy bien, no es que me desagraden este tipo de fiestas pero en estos momentos no estaba para esas cosas así que voy a fingir sorpresa de todos modos para que no se sientan mal, lo único que quiero es celebrar ese día junto a la mujer que amo y al menos aquel deseo se me haría realidad de una forma u otra.

- Así que piensas abandonarnos - dice Austin al ver mi maleta, antes de irme tenía que despedirme de ambos.

- Solo es temporal, de todas formas tendré que buscar otro lugar cuando Lucille y yo revelemos la verdad.

- No puedo creer que nos dejes por una mujer – Will lo regaña para que deje de ser tan dramático.

Definitivamente voy a extrañar a este par, antes de irme paso a firmar su yeso, ha insistido tanto con esa estupidez que termino por ceder a su capricho así que le dejo un lindo detalle.

Cuando me aparto para que logre verlo al fin, observo como este revuelve los ojos de disgusto por tan singular grafiti.

Will emite una carcajada burlona al verlo también.

- ¿Así está bien o la querías más grande...?

Al recorrer de nuevo el camino a casa solo visualizo su rostro lleno de sorpresa al verme regresar, ahora viviriamos juntos en la misma casa y eso era una gran ilusión para mí, quizá con ello logre cambiar de opinión y se anime a contar todo de una vez. Encuentro a Peter en la entrada, su alegría se hace presente al verme otra vez y se ofrece de inmediato a bajar mi equipaje.

- He vuelto Peter – digo mirando todo a mi alrededor mientras me quito las gafas de sol.

Hago mi entrada por la puerta principal y al hacerlo me cruzo frente a frente con Claudio, sé que esto le va a dar mucho gusto, tanto que presiento reventara de felicidad, ¡pedazo de idiota!, digo en mi mente al encontrarme de nuevo con él.

- Ya veo que regresaste con el rabo entre las patas – comenta en son de burla – esta casa no ha sido lo mismo sin ti.

- Así es, ha llegado la hora de sacar la basura, empezando por ti – se la devuelvo en este interminable encuentro de egos.

- Porque le diste mi nombre a la policía, ¿Qué tendría que ver yo en el caso de Niccolo y en el de ese hombre?, no tienes pruebas en mi contra así que quiero que te rectifiques, tú me metiste en este lio y no voy a dejar que manches mi expediente por culpa tuya.

- Lo hice y ya, porque simplemente se me dio la gana, ¡se acabó Claudio!, ¡quiero que te jodas!

Empieza a reírse frenéticamente, clásico en maniáticos de su clase.

- No tienes ni idea en lo que te estas metiendo – intenta irse pero lo detengo empujándolo contra la pared, ahora lo entiendo, fue el quien me envió ese anónimo para acorralarme, lo que no sabe es que no tengo miedo, ni a él, ni a nadie.

- Si vuelves a molestarme con esos anónimos te vas a arrepentir, Victoria y yo tenemos planes juntos y no nos importa si quieres abrir tu enorme y apestosa boca.

- ¡¿Qué?! – exclama sorprendido haciéndose el desentendido del tema – ¿tú y ella otra vez?, ¡no puedo creerlo!, ¿desde cuándo?

Su reacción de total asombro hace que me pregunte de nuevo si es que quizá él era el verdadero autor de aquellas notas, luego recuerdo que sabe fingir muy bien así que esto no debería tomarme desprevenido, su intención era precisamente esa.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora