Victoria D.
Tengo entre mis manos la prueba de embarazo, después de tanta angustia por fin me decidí y tuve el valor para hacérmela. Se lo entrego a Tino para que él también vea el resultado.
- Es negativo, no tenemos nada de qué preocuparnos – digo yo con tranquilidad.
Definitivamente había traicionado su confianza al no confesarle mis sospechas, solo fue una falsa alarma, pero aun así siento que no debí ocultárselo.
- Esto no me convence, ¿Qué hay de tus síntomas? – insiste a pesar de la evidencia - ¡vístete rápido!, iremos a un médico para descartar cualquier cosa.
No sé qué decirle para acabar con esta tensión.
- ¿Estás enojado conmigo? – pregunto al verlo pensativo sobre mi cama.
- ¿Por qué Lucy? – nunca me ha llamado de esa manera y eso destroza mí ya atormentado corazón.
Me siento realmente fatal, no pensé que tomaría de esta manera las cosas, aun si la prueba marcase que todo fue una equivocación. Se lo importante que es la confianza entre nosotros y mucho más el pacto que hicimos tiempo atrás.
- No, por supuesto que no, solo hubiese preferido ser yo a quien se lo contaras primero, no puedo creer que hayas cargado con ese peso todos estos días.
- Tuve miedo por muchos motivos – le hablo sobre estos y evidentemente me doy cuenta de que tengo razón, él también pensó en ello, es aquí donde sale a relucir su rechazo a ser padre, dato curioso que yo desconocía.
- Independientemente de los miedos que ambos tenemos y de la relación de mierda que yo llevo con el mío – sonríe llevándome consigo hacia su regazo – estoy convencido de que si los resultados fueran otros, te juro que amaría a ese bebé con todo mi ser por el simple hecho de ser nuestro, de que un pequeño corazón empiece a latir dentro de ti – dice con una ternura que logra quebrarme el alma mientras acaricia mi vientre.
- Estoy segura que algún día serás el mejor de todos...
- No lo sé, pero mientras sea contigo quiero todo el paquete completo – deja un suave beso en mis labios - te debo una disculpa por portarme como un tonto, nunca te hubiese dejado sola pasando por esto y debo decir que ya tenía cierta ilusión, aunque no lo creas – carcajea con ese característico sentido del humor que solo él puede ponerle a la situación – así que de una vez vayamos a una clínica antes de que enloquezca y empiece a comprar pañales, biberones o todas esas cosas para bebés.
Rio junto a él ante tal ocurrencia, si tan solo se lo hubiera dicho antes... ¡basta!, ya no quiero pensar en el quizá, de ahora en adelante estamos más juntos que nunca. Me cambio rápidamente para salir, no está de más que un médico me revise aun si no estuviese embarazada, porque de eso estoy segura. No sé qué este causando aquel malestar, siempre me alimento bien y respecto a mi cuadro de anemia eso ya lo había superado hace mucho.
- ¿Por qué no traes puesto tu anillo? – pregunta camino a la clínica.
- No voy a andar por las calles de Boston con un diamante de tal categoría, además todos en casa se preguntarían quien me dio esa joya – en base a lo último, ni siquiera me he puesto a pensar en el poco tiempo que me queda para enfrentar la verdad.
Evidentemente me da la razón.
- Tengo clases después de las 12, ¿crees que puedes llevarme y luego pasar a recogerme?, ya sabes como en los viejos tiempos.
- Por supuesto, ¿acaso creíste que iba a perderme la oportunidad de ir y marcar mi territorio?
Definitivamente que lo haría, aun si no fuese invitado.
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Mi Luna de Plata - Pasiones Prohibidas
Teen FictionLa vida no ha sido facil para Vasco, alejado de su propia familia ha crecido con los ideales de destruir a esta a toda costa. Las cosas no saldran como él lo esperaba y sin querer terminara enredado en la polemica familia Dalmazzi de quien ya hemos...