Capítulo 59: Vivo o muerto

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Tino D.

El fuego continúa alzándose y devorándose todo a su paso en esta parte del bosque. El cadáver de Harry yace en el suelo, en el estado en que se encuentra sería imposible sacarlo de aquí, sé que no merece ninguna consideración debido a sus actos, pero, de todas formas, era un ser humano, aun si sus errores lo condenen al peor de los castigos.

No hubo salvación para él, pues su alma no se redimió, ni siquiera en sus últimos segundos de vida se atrevió a decirme la verdad sobre Lucille. Sigo con esa intriga y no entiendo porque, yo la vi muerta en esa oscura y fría plancha de metal. Ahora que él se ha ido, no tengo manera de comprobarlo y eso está acabando con mi cabeza.

Es hora de dar marcha atrás, tengo que salir de aquí ya. Observo como las brasas engullen el cuerpo de Harry y ahora estas me persiguen. Hay demasiado humo y eso no me deja ver con claridad, mis ojos sufren los estragos de esta humareda y arden al intentar abrirlos.

Corro velozmente para escapar de este peligroso infierno, atravieso el mismo recorrido que me trajo hasta aquí o eso creo. ¡No puede ser!, estoy perdido. A estas alturas no puedo seguir ningún rastro porque el humo me ahoga. Intento no rendirme, no ahora, hay mucho más que averiguar y este no puede ser mi final.

Por más que busco una salida, no la encuentro. Empiezo a sentirme muy mal debido a todo lo que he inhalado, las fuerzas se me están acabando y no sé si logre sobrevivir.

Caigo entre la maleza al sentir que ya no puedo más, mis ojos se cierran y todo se va tornando muy oscuro.

De repente escucho un aullido muy cerca de donde me encuentro. Inclino mi cabeza hacia la dirección donde esta proviene. Al estar frente a mí, lo reconozco.

- ¿Papá? – susurro débilmente al reconocer su olor.

Max se ha transformado en un lobo, es la primera vez que lo veo así, pues él siempre ha odiado su naturaleza. A pesar de ello, lo hizo por mí, vino a buscarme.

Él me da las fuerzas necesarias para continuar, me sube a su lomo para que salgamos de aquí.

Siento un gran alivio al respirar aire fresco de nuevo. Marco y Vasco nos esperan en la entrada, uno de ellos me entrega una manta para cubrirme. Max también ha vuelto a su forma humana y se viste rápidamente.

- Llamaremos a una ambulancia para que venga por ti – dice Vasco al notar que respiro con dificultad.

- No es necesario – respondo asegurándoles que estoy bien. Sin embargo, mi ataque de tos no logra disimular nada e insisten en llevarme al punto de emergencias más cercano.

Ellos se habían alejado del grupo de rescatistas para que no se dieran cuenta de la transformación de Max, gracias a eso, ahora sigo con vida.

Al llegar donde la ambulancia me colocan una mascarilla de oxígeno para contrarrestar los efectos del humo.

- ¿Dónde están Liz y Will? – pregunto por ambos al no verlos junto a la manada.

- Ellos ya están en el hospital junto a mi papá, se fueron junto a una ambulancia llevando los cuerpos de Olivia y Ethan – responde Austin.

Toda esta situación es terrible. Es injusto que dos personas inocentes hayan perdido la vida por el capricho de los Ryan. Ahora solo nos queda esta amarga experiencia, un triste recuerdo que será difícil de olvidar de aquí en adelante, tras la muerte de nuestros amigos.

Los bomberos aún continúan trabajando, ya casi amanece y con ello tendrán más ventaja para controlarlo. Antes de que la ambulancia me lleve al hospital observo todo el desastre, es un milagro que haya logrado salir, por un momento creí que moriría asfixiado y en uno de mis últimos pensamientos estaba ella.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora