Vasco D.
Sabía perfectamente que darle la espalda a Arthur iba a traer consecuencias. Más no puedo permitir que haya confabulado todo un malévolo plan para ponerme en contra de mi familia, así que le deseo que se pudra en el infierno. Desde que supe de sus verdaderas intenciones, no es más que un desconocido para mí.
- ¡Dime quien te patrocino para mantenerme encerrado todo este tiempo!
Por supuesto que las llamadas telefónicas entre ambos se han dado de manera recurrente. De su parte, para exigirme que cumpla mi palabra. Pero esta será la última vez que mantenga una comunicación con él, pues voy a deshacerme de este número telefónico para siempre.
- Eres un completo malagradecido, pero te juro que vas a recordar toda tu vida quien soy yo.
Sus amenazas ya no me importan, sin embargo, hay algo que necesito saber y eso era conocer el nombre de la persona que me mantuvo en aquel tormentoso cautiverio. Quizá con ello logre descifrar la clave para buscar al verdadero culpable que estaba detrás de la muerte de mi padre, la de Robert y Helena.
Gracias a su ambición sé que cederá ante mi proposición, por eso le hago una oferta que no podrá rechazar. Así que le propongo que delate a la persona que tanto daño me ha causado.
Todo se derrumba en cuanto digo aquello frente al teléfono. La comunicación se corta y la llamada termina por iniciativa de Arthur. A pesar de todo creí que aceptaría aquel trato, no sé cómo pudo darse para atrás, pues la cifra que le ofrecí no era nada despreciable.
¿Acaso él o ella eran tan importantes como para desaprovechar esta oportunidad? No logro comprenderlo, era dinero lo que quería y se lo estaba ofreciendo ahora a cambio de una información tan sencilla. ¡Quién te entiende Arthur!, me digo a mí mismo.
Vuelvo con Giselle quien esta descansando en nuestra cama. Me recuesto a su lado y acaricio suavemente su vientre. Mi familia ahora es más importante que buscar cualquier venganza y voy a cuidar de ellos con mi propia vida si es posible.
- En pocos días volveré a transformarme, Vasco, temo por nuestro bebé – dice algo intranquila por lo preocupante de la situación.
- Cielo, esto ya ocurrió una vez – respondo para mantener la calma – no sucedió nada ese día, deja de preocuparte o vas a enfermarte.
Giselle ya ha tenido una transformación durante su embarazo, fue el mes pasado y ahora iba entrando en la novena semana. Ella cree que puede afectarle al bebé y también yo me preocupe al principio. Lamentablemente sus transformaciones son inevitables y cada luna ella termina atrapada en el cuerpo de una loba.
Con Grazia el caso es diferente, ya que ella es una mujer loba por naturaleza propia y puede controlar a su antojo sus transformaciones, lo cual en su estado no puede hacer. En cambio Giselle, vive preocupada esperando cada mes el día en que su tranquilidad se rompa. Pese a todo intento darle ánimos y seguir adelante con nuestros planes.
- Vamos a cenar, quiero que salgas de aquí, no me gusta que estés encerrada – acepta con una dulce sonrisa y me besa en los labios.
- ¿Hablaste con ese hombre? – le dije que lo haría y desde ahora ya no habrá más vínculo con Arthur.
- Si, lo hice. No te preocupes, dejará de fastidiarme, te lo aseguro. Por cierto pasado mañana Valentino sale de prisión y toda la familia está preparando un recibimiento para Massimo y para él.
Nosotros estamos invitados evidentemente. Al decírselo se muestra muy contenta, esto debido a que eso significa que nuestras diferencias quedaron atrás y ahora planeamos convivir como la verdadera familia que somos.
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Mi Luna de Plata - Pasiones Prohibidas
Teen FictionLa vida no ha sido facil para Vasco, alejado de su propia familia ha crecido con los ideales de destruir a esta a toda costa. Las cosas no saldran como él lo esperaba y sin querer terminara enredado en la polemica familia Dalmazzi de quien ya hemos...