Capítulo 45: No eres mi padre

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Giselle G.

Después de aquel tan emotivo encuentro con Vasco me dice que tiene que irse. Lo noto algo preocupado pues su actitud me confunde, porque hace unos momentos todo era felicidad entre nosotros y ahora su semblante ensombrecido me dice que existe un motivo que perturba su mente. A pesar de todo dejo que se vaya, para consolarme me dice que me ama y que soy lo más importante para él desde ahora. Escucharlo me alegra y sonrío plenamente complacida por lo que represento en su vida. Me deja muchos besos para recordarlo el resto del día, me encanta cuando siento su boca en la mía moviéndose en perfecta sincronía con mis labios.

- Así que este es el pobre diablo con el que me engañabas - hablan desde el fondo del pasillo.

James avanza hacia nosotros dirigiendo su furiosa mirada, esta está llena de rencor hacia mí y odio por Vasco.

Intento separarme de Vasco por el miedo que ahora siento, más él no me lo permite y con una mirada reafirma lo nuestro y me dice que no había nada que temer.

- ¿Es en serio Giselle, con el sirviente de Massimo Dalmazzi? - expresa con burla al vernos juntos.

- No tienes nada que reclamarle a ella, en todo caso, si quieres hablar hazlo conmigo.

- ¿Hablar? - James es tan testarudo que está comportándose como un mocoso.

- Así es, Giselle y yo nos amamos, debes entenderlo de una vez por las buenas.

- ¡Lo que quiero es matarte maldito imbécil!

- Entiendo, entonces tendrá que ser por las malas.

James lanza el primer puñetazo, Vasco lo esquiva fácilmente y después lo noquea de un solo golpe, felizmente no le he contado que se atrevió a ponerme la mano encima o sino terminaría enviándolo a urgencias.

- Si te atreves a acercarte a ella seré yo quien te envíe al cementerio.

Tendido en el suelo James lo mira sumamente furioso, restos de sangre se chispean por su nariz y toma su pañuelo para limpiarla.

- No sabes con quien te has metido.

- Si lo sé - afirma Vasco plantándose con firmeza frente ante él. Como todo un cobarde James retrocede unos centímetros de su presencia tan intimidante - eres el típico idiota que no acepta un rechazo y el cual cree que por su dinero tienen que arrastrase ante él, así que, - continua muy seguro - no me retes, porque vas a perder.

- Te denunciare por agresión - vocifera James.

Vasco suelta una fuerte carcajada burlándose de que James ha quedado como un payaso ante semejante defensa, lo deja ahí solo mientras vuelve a mí.

- Me salió algo urgente, te juro que no te dejaría sola sino fuera porque lo que tengo que hacer es muy importante.

- Estaré bien, mi amor - digo yo al entender sus motivos.

- ¿Cómo me dijiste? - pregunta sonriendo dulcemente - repítelo, dilo otra vez.

- Te amo Vasco - digo en tono bajo y se lo vuelvo a decir haciéndolo el hombre más feliz sobre la faz de la tierra.

Lo veo marcharse y decido regresar a ver a Rosie a su habitación, pese a ello James insiste conmigo.

- Eres una desvergonzada, mira que traer a tu amante aquí y lucirte con él - escupe con desprecio.

- Quieres que vuelva a llamar a Alejandro para que te saque un par de dientes, así haría juego con tu tabique roto - al decírselo hace que su furia aumente.

Me sacude de los brazos y vuelve a amenazarme con lo de la sociedad de la inmobiliaria.

- Estas fuera Giselle, voy a comprar las acciones de los otros socios y así tendré el absoluto control de toda la empresa, vendrás a mi humillada cuando ese don nadie te deje después de utilizarte. ¿Qué pretendes eh?, ¿piensas que vas a casarte con él, que te hará su esposa?, tú tienes otra clase de vida cielo, no vas a soportar ni un mes vivir en la miseria.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora