Capítulo 31: Mentiras piadosas, verdades sospechosas

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Tino D.

Es una buena señal el hecho de que David haya dejado su orgullo y las rencillas de nuestro pasado. Sé que para ella era importante contar también con su aprobación y hasta ahora las cosas han marchado bien. Me uno a la celebración acercándome a ellos pero de inmediato me empuja hacia un lado para evitar que abrace a Lucille; soy consciente de que aún no soy de su total agrado, mas no puede ocultar que empezaba a caerle bien.

Miramos algunas fotografías de Lucille cuando era niña, su primer cumpleaños, su primer día en el kínder, navidades pasadas; todas estas postales ocupaban buenos recuerdos en aquella caja y a su modo David intentaba atesorar aquellos momentos volviendo a verlos con alegría. Es comprensible que no sea fácil para él dejarla ir conmigo, sin embargo no puedo ser más feliz al saber que tuvo una bella infancia y siempre estuvo rodeada de personas que la querían y vieron por ella. Como padre no tengo nada que reprocharle y jamás interferiría en la relación que ellos tienen, somos jóvenes aun pero sabemos perfectamente lo que queremos.

Gretell sirve la cena y nos invita a pasar al comedor, durante esta les damos algunos detalles sobre la fecha de la boda.

- Ya lo decidimos, el 01 de diciembre nos casaremos por el civil - Lucille toma mi mano y yo la sostengo muy firme.

Aún tenemos pendiente el tema de la ceremonia religiosa, espero contactarme pronto con tío Alonzo y tramitar la dispensa que necesitamos para hacerlo, aun si ella diga que no era necesario.

- ¿Y porque tienen tanta prisa? - pregunta David con profunda seriedad.

En realidad no había ningún motivo que nos orille a hacerlo, nuestro matrimonio es por convicción y no por obligación como pretende dar a entender.

- Es obvio ¿no? - agrega Axel mirándonos de forma extraña, David aun confundido no entiende lo que quiere decir - está embarazada papá.

Su rostro se pinta de mil colores al escucharlo, Gretell lo regaña por ser tan inoportuno y lo envía a su habitación.

- Por favor, quien se casaría a los 18 años - comenta con cierto tono de burla - por mí no hay problema, no me importa ser tío tan joven.

Gretell se levanta y lo saca de las orejas llevándoselo a regañadientes.

Ahora solo quedamos los tres.

- Papá, te juro que no es cierto - dice Lucille avergonzada por los disparates de Axel.

Suelta la respiración después de tan tenso momento, se excusa dirigiéndose a la cocina para preparar el té. Ella lo sigue para aclarar ese tema de una vez por todas, desde donde me encuentro puedo escuchar perfectamente su pequeña discusión.

- Ya sé que te fuiste de viaje con él y no con el duendecillo pelirrojo - al parecer estaba enterado de todo.

- No pasó nada, créeme - dice ella para mantener la calma en él.

Pobre de mí si llega a enterarse que me atreví a ponerle una mano encima antes de casarme con ella, de seguro me mata. Si supiera que le puse la mano y todo lo demás hace ya mucho tiempo.

Después de dejar todo aclarado, sale de la cocina y me mira avergonzada al saber que escuche su conversación, una mentira piadosa no le cae mal a nadie.

David regresa y se sienta junto a mí al quedarnos solos mientras Lucille va a buscar a su madre. Me extiende una taza de té y se la recibo por cortesía, quizá está planeando envenenarme así que me aseguro de olfatearla muy bien.

- Si la tocas antes del 01 de diciembre considérate hombre muerto - me amenaza directamente.

- Entendido - digo levantando las manos siguiéndole la corriente ante sus arcaicas creencias.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora