Tino D.
En cuanto el sol se oculta, Lucille y yo tomamos nuestro rumbo. Mi plan es llevarla a una villa de mi familia materna, casi nunca estaban ahí, así que es el lugar perfecto para ocultarnos por un tiempo. Es un área vinícola con playas solitarias, podría decirse que el escape perfecto, espero que este nos dé el tiempo para pensar y conocernos nuevamente.
El viaje va a ser largo, así que debo mantener toda mi concentración en esto. Por supuesto que podíamos agilizar nuestra llegada en avión pero ella no tiene ningún documento que acredite su identidad, así que prefiero mantener todo en secreto antes de revelarle a nuestra familia y amigos que ella está viva. Una extraña y nueva vida a la que ella está empezando a despertar.
He conducido toda la noche y gran parte de la madrugada, pronto llegara el amanecer y debo buscar un lugar donde podamos descansar. En el transcurso del viaje le ido hablando de cada integrante de la familia, a pesar de que ella no tenga idea de lo que le hablo. Me estaciono en un hotel de paso y busco una habitación, la más oscura que exista, en la que de ser posible, no llegue la luz del día.
- ¿No piensas ir a dormir a tu habitación? – dice al ver que no me muevo del lugar.
¡Maldición!, había olvidado que ahora soy un extraño para ella. Voy a la recepción y para mi buena suerte, no hay otra disponible.
Regreso nuevamente y le explico la situación, cree que miento, lo sé por las expresiones que hace con su rostro. Jamás intentaría aprovecharme de ella o algo por el estilo
- Me acomodare en el sillón, ¿te parece? – acepta a regañadientes. Entra al cuarto de baño para cambiarse de ropa y cierra la puerta de golpe.
No sé qué voy a hacer si seguimos así, en el viaje poco o nada intercambiamos palabras. Cuando supe que existía una posibilidad de volver a vernos, enloquecí de alegría e imagine un escenario totalmente diferente. Creí que todo sería un hermoso reencuentro entre los dos. No lo sé, al menos, esperaba verla a los ojos y decirle cuanto la había extrañado, que me había dejado vacío y destrozado el alma cuando supuestamente murió. Ahora no hay nada de eso, ni siquiera me permite acercarme a ella, solo existe un frio contacto entre los dos, tan frio como ella lo es conmigo a pesar de todas mis atenciones.
Intento dormir, mas no puedo, la tortura de tenerla cerca me está consumiendo. Ella tampoco lo hace, tiene la mirada puesta sobre el techo y no sé en que piensa. La verdad, no sé si un vampiro pueda hacerlo, o si es que simplemente actúan como un humano común.
- No tengo sueño – responde al preguntárselo. Al parecer si pueden hacerlo, con la ventaja de que al caer en ese estado no se profundiza como en nosotros, su cerebro se mantiene alerta ante el menor estimulo.
- Quizá podemos pedir algo para desayunar – son casi las 8 de la mañana y no voy a negar que estoy más hambriento que somnoliento.
- No, yo no deseo comer nada, hazlo tú – se envuelve entre las mantas y cierra los ojos para ignorarme.
Respiro hondo para no explotar. Me levanto del sillón y salgo de la habitación, es evidente que le incomoda mi presencia así que no interferiré más.
Ha llegado la hora de volver a nuestro recorrido, en pocas horas estaremos pasando por la frontera de Francia y espero avanzar hasta llegar a nuestro destino lo más pronto posible. Pasamos otro día en un hotel, con la diferencia de que esta vez en habitaciones separadas.
Ya estamos a pocos kilómetros de la provincia de Livorno, es ahí donde la llevare. Para cuando lleguemos será aun de madrugada, el escenario perfecto para que pase desapercibida.
- Te recomiendo que te coloques los lentes de contacto – digo distrayéndola. Toda su concentración se mantiene en el paisaje de este nuevo territorio.
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Mi Luna de Plata - Pasiones Prohibidas
Teen FictionLa vida no ha sido facil para Vasco, alejado de su propia familia ha crecido con los ideales de destruir a esta a toda costa. Las cosas no saldran como él lo esperaba y sin querer terminara enredado en la polemica familia Dalmazzi de quien ya hemos...