Capítulo 44: Tu recuerdo no se va

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Tino D.

Desde que Lucy murió, ya nada es igual, soy un alma que deambula sin fin ni propósito. En un principio no sé qué sucedió, no quise creerlo y me refugie en recuerdos con la esperanza de que ella siguiera viva en algún lugar y a la espera de que nos reencontraríamos nuevamente, solo lo creía un mal sueño. Eso por supuesto no sucedió, y, aunque en más de un arranque de locura he intentado desaparecerme de este mundo para volver a estar con ella, al fin he decidido dejarla ir. Tras más de un año mi corazón ha sanado gradualmente y entre tantas promesas que le hice, hoy, frente a su tumba, le prometo que viviré por ella, por lo nuestro, hasta que llegue mi momento y así unirme con ella en la eternidad.

Acaricio el frio mármol que protege sus cenizas, le pido perdón por haber sido un cobarde y no presentarme en su funeral, no tuve el valor para soportar todo aquello. Pienso que si tan solo no me hubiera ido esa noche del hospital, hubiese sido yo quien presenciara su último aliento de vida. Según el relato de Max antes de que su corazón se detuviera ella pronuncio mi nombre y después de ello volvió a quedar inconsciente.

Tal vez él lo dijo para darme ánimos al verme destrozado, sea cierto o no, sé que yo estuve hasta el final en sus pensamientos y su corazón se fue amándome, y sin quererlo se llevó también el mío en aquel viaje sin retorno.

Nadie puede imaginarse como la extraño, siempre recuerdo nuestras locuras juntos y esos bellos ojos tiernos que me miraban llenos de amor, ella era mi todo y me la arrancaron por segunda vez. Me pregunto una y otra vez cuando se terminara esta condena, al igual que a mi abuelo nuestra historia de amor no se concretó para ninguno de los dos. Por ello creo firmemente en lo que Vasco argumenta frente a la maldición que nos lanzó Ivette Mitchell, de una u otra forma ninguno de nosotros ha concretado su felicidad, primero fue Maurizio y mi abuelo, luego Santino y Robert, ellos tampoco lograron deshacerse de los alcances de esa mujer y por ultimo Vasco y yo nos encontramos en la misma disyuntiva, con la diferencia de que ahora sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer. Cuando tengamos en frente a esa mujer deberemos destruirla ya que ella no pertenece ya a este plano, una bruja conservada jovialmente por tantos años no será fácil de derrotar, algún poder de otra entidad debe poseer para lograr tales hazañas. Al menos sé qué Vasco tendrá su final feliz con la mujer que ama y yo lo ayudaría en ello.

Pese a que he insistido en que me diga acerca de su paradero durante todos estos años, se muestra reacio a confesármelo, solo me ha dicho un par de cosas y estas son que una familia lo acogió al ver que era una niño desamparado, hasta ahí puedo creerlo, pero la duda que me corroe es... ¿quién le dijo que era pariente nuestro? ¿Cómo lo supo, si según él no conocía a nadie en ese país?, lo cierto es que hubo alguien detrás que lo tuvo informado todo el tiempo

Intento manejar el asunto con cautela, no quiero llevarme una nueva sorpresa y esperar a que alguien más me traicione nuevamente.

Vasco ha ido a visitar a la nana de Giselle al hospital, así que estoy solo, por eso yo también viene a ver a Lucille, a veces converso con ella y me la imagino que me habla y aconseja. Quien me viera pensaría que estoy loco, pero qué más da lo que la gente piense, lo único que importa es como me hacía sentir a mí y aunque suene extraño este era mi lugar seguro, bueno este y su habitación. Así es, David me ha dejado entrar un par de veces después de lo sucedido, quien lo diría cuando antes me hubiese matado antes de poner un pie en aquel lugar. Estoy aquí de nuevo y al ver cada una de sus cosas creí que me dolería pero no, me hace sentir mejor, es como si ella siguiera aquí y por unos instantes me la imagino lanzándome esa mirada con los ojos entrecerrados molesta por haberme colado en su habitación.

Sobre su mesa de noche aún continuaba el parte de nuestra boda, Erick por supuesto nos ayudó en el diseño y a ambos nos gustó. Veo nuestras iniciales grabadas en la invitación y también la fecha de nuestra desgracia, la dejo a un lado para ya no acordarme de ese momento. Sobre su escritorio destaca un pedazo de papel, lo tomo entre mis manos y en el sobre reconozco el membrete de una universidad de Inglaterra, la habían aceptado para un intercambio antes de nuestra boda y no me lo había dicho, quizá si hubiera ido se hubiese evitado aquel accidente, jamás se lo habría impedido, ese era su sueño y no le hubiese cortado las alas. Lo siento mi amor, el curso de nuestras vidas habría sido muy diferente si tú te hubieras ido mejor a Inglaterra, preferiría mil veces tenerte lejos a que ahora estés muerta. Si tan solo hallara una manera de revivirte lo haría sin pensar, haría cualquier cosa por volverte a ver.

Mi Luna de Plata - Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora