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—Bueno, si no tienes prisa, podrías quedarte un poco. —dije, esperando que aceptara mi invitación mientras me bajaba del auto.

Alastor levantó una ceja, una expresión de interés cruzando su rostro. —¿No es muy tarde para tener compañía? No quisiera imponerme.

—No es un problema en absoluto —respondí mientras me dirigía hacia la entrada —. Solo quiero asegurarme de que estés cómodo. De hecho, podría preparar algo caliente para ambos. ¿Te gustaría un café o algo por el estilo?

—Un café suena bien, gracias —dijo Alastor, siguiendo mis apresurados pasos que se dirigían hacía la cocina para calentar agua.

Mientras el agua comenzaba a hervir, encendí la estufa de la sala. Donde toda la casa adquirió una calidez inmediata, donde la luz suave de las lámparas creaban un ambiente relajante. El aroma del café empezó a llenar la habitación, y pronto la cocina se transformó en un completo contraste con el tormentoso clima exterior.

—Entonces, ¿Cómo te ha ido con la preparación del show? —preguntó Alastor, observando el proceso con curiosidad.

—Bueno, de hecho recién me entero de mi presentación —dije mientras colocaba las tazas en la mesa—. Mimzy está bastante emocionada por hacer nuevamente un show en su bar.

Alastor sonrió, su mirada fija en mí con una mezcla de intriga y aprecio. — Me alegra saber que tu talento sigue siendo un atractivo tan fuerte.

—Sí, parece que la gente allí siempre espera algo especial —respondí, sirviendo el café mientras me dirigía al sofá de la sala.—. Aunque, honestamente, a veces me sorprende cómo algunas personas pueden ser tan apasionadas en sus negocios. Mimzy, por ejemplo, es alguien que no esperaría ver involucrada en este mundo.

—Las apariencias pueden ser engañosas —comentó Alastor, tomando su taza con un gesto elegante—. A menudo, las personas tienen lados ocultos que no siempre se revelan a simple vista. Es parte del encanto y el misterio que rodea a esta ciudad.

—Es cierto —dije, asentando—. Y en cuanto a Mimzy, me parece que tiene una mezcla interesante de sofisticación y... algo más oscuro. Pero, ¿Qué hay de ti, Alastor? ¿Alguna novedad en tus propios asuntos?

Alastor tomó un sorbo de su té, sus ojos brillando con una luz traviesa. —Oh, no mucho. Solo el manejo habitual de ciertos... asuntos. — Aunque hablando de manejo, debo decir querida que tu habilidad para convertir incluso una noche tormentosa en algo agradable es realmente fascinante —dijo Alastor, su voz baja y cargada de un matiz seductor.

—Gracias, Alastor. Pero creo que parte de eso también se debe a la compañía —respondí, permitiéndome un tono más suave y cercano—. No todos pueden transformar una situación incómoda en algo tan... intrigante.

Alastor sonrió, sus labios curvándose con una mezcla de diversión y algo más oscuro. —Intrigante, dices. ¿Qué más encuentras intrigante, Tn?

Sus palabras parecían tener un doble sentido, y no pude evitar sentir un calor creciente en mis mejillas. Bajé la mirada por un momento, jugueteando con mi taza antes de responder.

—Bueno, hay muchas cosas en esta ciudad que son intrigantes. Las personas, los lugares... y algunas conexiones inesperadas que uno puede hacer.

—Quizás —respondió, con voz baja y un poco más profunda de lo normal—. A veces, las conexiones más inesperadas son las más... fascinantes.

El espacio entre nosotros parecía disminuir con cada palabra, y sentí una mezcla de anticipación y nerviosismo. La tormenta afuera parecía un eco lejano comparado con la intensidad de nuestra conversación.

Sinfonía de la muerte (Alastor x Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora