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El sonido penetrante de la alarma me sacó del sueño, rompiendo el silencio de la habitación y resonando en mi mente aturdida. Alargué la mano para apagarla, sintiendo el peso del agotamiento en cada movimiento. Permanecí unos momentos más en la cama, mirando el techo, mientras las escenas de la noche anterior volvían a mí como un torbellino.

Con esfuerzo, me levanté y me dirigí al baño, mis pasos eran pesados y arrastrados. Cada paso parecía una lucha contra los recuerdos que me atormentaban, arrastrándome de vuelta a los eventos de anoche.

Al abrir la puerta del baño, la luz blanca me envolvió, y mi reflejo en el espejo me devolvió una mirada cansada. Encendí el grifo y comencé a lavarme la cara, esperando que el agua fría pudiera despejar mi mente. Pero las imágenes de la noche anterior volvieron a mí en una serie de flashbacks.

Primero, vi a Víctor, su rostro lleno de arrogancia y malicia mientras revelaba su verdadera intención, nuevamente. " Esta vez no te pagaré hasta que el pedido esté completamente listo. ", había dicho con una sonrisa burlona.

Luego, Alastor apareció en mis recuerdos, su expresión severa y oscura. "...en otro momento le haremos pagar. ", había dicho con una intensidad que me dejó helada. Su promesa de venganza resonaba en mi mente, llena de una fuerza implacable que no podía ignorar. La manera en que sus ojos brillaban con una determinación feroz me provocaba un escalofrío.

Finalmente, el beso de Alastor inundó mis pensamientos. La sensación de sus labios contra los míos, la sorpresa y el deseo mezclados en ese momento. El torbellino de emociones era abrumador. ¿Cómo podía alguien ser tan enigmático y cautivador al mismo tiempo? La atracción que sentía por él era innegable, pero también lo era el miedo del que nos esperaba.

"Maldito locutor", dije en voz baja, mirando mi reflejo en el espejo. El agua seguía corriendo, pero no lograba calmar el caos en mi mente.

Con una última mirada a mi reflejo, me preparé para enfrentar el día. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a seguir con mis planes personales, así fuera traicionar al menos esperado...

Alastor ya había llegado. Bajé del hotel y me dirigí al auto con pasos decididos. Al abrir la puerta del coche, me recibió con una sonrisa ladeada, su mirada fija en mí como si tratara de leer cada uno de mis pensamientos.

—Buenos días, querida —dijo con su tono característico, y me sorprendió lo familiar que sonaba.

—Buenos días —respondí mientras me acomodaba en el asiento del copiloto y cerraba la puerta.

Nos dirigimos a la cafetería de siempre, el trayecto estuvo lleno de un silencio cargado de tensión y expectativas no dichas. A medida que avanzábamos por las calles, mis pensamientos seguían regresando a los eventos de la noche anterior, pero traté de mantenerme concentrada en el presente.

—Entonces, el Gambler's suele abrir a las 10, según el humor de Husk —comenzó Alastor, rompiendo el silencio. Sus ojos seguían fijos en la carretera, pero sus manos, siempre expresivas, hacían gestos teatrales que subrayaban sus palabras—. Vendré por ti a las 9. Procura ser puntual —finalizó con una mirada rápida.

—Lo seré —respondí. La noche en el Gambler's sería crucial, y no podía permitirme cometer errores.

La cafetería se perfilaba en el horizonte, un lugar modesto pero acogedor que se había convertido en nuestro punto de encuentro habitual. Alastor aparcó el coche y bajamos, entrando al local donde el aroma del café recién hecho y la calidez del ambiente nos envolvieron.

Me senté en nuestra mesa habitual, junto a la ventana. Alastor de mientras, se había adelantado y pidió nuestros cafés negros. Mientras esperábamos nuestras bebidas, el silencio volvió a caer entre nosotros, pero esta vez era menos tenso, más cargado de una especie de entendimiento tácito.

Sinfonía de la muerte (Alastor x Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora