El hombre pareció complacido por la interrupción, y con una sonrisa inclinó la cabeza hacia Alastor, aunque sus ojos no se apartaron de mí.
—Claro, siempre es más interesante con más jugadores —respondió, mientras se acercaba más a mí.
Alastor se sentó en la mesa, y mientras las cartas eran repartidas nuevamente, el juego tomó un giro tenso. Alastor mantenía una mirada desafiante hacia el hombre, que parecía estar disfrutando de su creciente incomodidad.
Las cartas se repartieron y, con un poco de suerte y estrategia, gané la mano. Mi rostro se iluminó con una sonrisa de satisfacción mientras recogía las fichas ganadas. El hombre a mi lado, animado por la victoria, se inclinó hacia mí con un entusiasmo que parecía desbordar su persona.
—¡Qué bien jugado! —exclamó, su voz cargada de una emoción que parecía genuina. Sin esperar mucho, me rodeó con un brazo en un breve pero cálido abrazo de celebración.
Sentí su mano se deslizaba hasta mi cintura y, aunque me tomó por sorpresa, no me sentí particularmente incómoda. Más bien, me divertía con la transformación que estaba ocurriendo en el rostro de Alastor. Vi cómo su expresión se volvía cada vez más oscura, mientras su mirada se clavaba en el hombre con un resentimiento que no se esforzaba en ocultar.
El juego de póker se desenvolvía con una intensidad que se podía sentir en el aire. Las cartas se repartían, y el sonido de las fichas al ser colocadas en la mesa marcaba el ritmo de la partida. El hombre a mi lado comenzó a jugar más agresivamente, acercándose a mí con cada oportunidad que se le presentaba. Su mano en mi cintura se mantenía, y aunque en un principio traté de ignorar su toque, empecé a sentirme incómoda. Sin embargo, el juego continuaba, y no quería dejar que mi incomodidad interfiriera con mi concentración.
Alastor, sentado a la mesa con una expresión que oscilaba entre la diversión y el desdén, parecía perder la paciencia a medida que el hombre se acercaba más. Sus miradas se cruzaban de vez en cuando, y la tensión entre ellos era palpable.
El hombre a mi lado, aparentemente sin notar el cambio en el ambiente, comenzó a hacer movimientos más atrevidos. Su mano se deslizó por mi cintura con más insistencia, y en un momento, su toque se volvió claramente no deseado. Intenté apartarme sutilmente, moviéndome hacia el lado opuesto de la mesa, pero el hombre insistió, acercándose más.
Alastor, con su paciencia finalmente agotada, se levantó de la mesa. Su expresión era un retrato de una furia contenida mientras se acercaba con pasos firmes. La sala parecía detenerse por un momento cuando él se plantó al lado del hombre, su presencia imponiendo una silenciosa amenaza.
— Permíteme aclarar algo, —dijo Alastor, su voz resonando con una frialdad peligrosa mientras se plantaba al lado del hombre—. Parece que has malinterpretado el gesto de la dama.
El hombre, sintiendo el cambio en la atmósfera, giró su rostro hacia Alastor, su sonrisa forzada y sus ojos parpadeando con sorpresa y algo de incomodidad.
— ¿Y tú quién eres para decirme cómo comportarme? —preguntó el hombre, intentando mantener una actitud desafiante, pero su tono no lograba ocultar la inseguridad creciente.
Alastor inclinó su cuerpo hacia el hombre, su rostro a solo unos centímetros del de él, su mirada penetrante e implacable.
— Soy alguien que no tolera la falta de respeto hacia las damas, especialmente cuando dicha falta de respeto cruza la línea de la decencia. —Su tono era grave y cargado de una amenaza apenas contenida—. Así que, te sugeriría que retires esa mano de inmediato y dejes a la señorita en paz.
El hombre frunció el ceño, su orgullo herido claramente por la reprimenda. Su actitud desafiante se volvió más pronunciada, sus labios curvándose en una mueca despectiva.
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Sinfonía de la muerte (Alastor x Tn)
FanfictionEl tiempo es dinero y Tn lo sabe. No importa tener las manos manchadas cuando hay entre medio grandes negocios. Ahora que se encuentra en la recta final de su gira, desea explorar nuevos terrenos, y que mejor que en el bajo mundo. Pero no siempre s...