Capítulo 10

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Isidoro se comportó como el mejor copiloto durante el operativo de joyería. Fue tan lejos como para "narrar", situación que le causó gracia a Trucazo ya que el oficial lo hacía fatal.

Era entendible que fuera difícil para el peliblanco cumplir esa función debido que era relativamente nuevo en la isla y no conocía todos los puntos de referencia, pero el esfuerzo que puso era lo que le causaba tanta gracia a Freddy. Cosas como "Dejamos esa palmera grande a la derecha" o "Entramos al parqueadero que tiene un puesto de comida en la entrada" eran lo que llenaba la frecuencia del TAC. Más de una vez logró sacarle una risa a Freddy.

Para suerte de todo el TAC, de número 2 iban Gustabo y Filadelfo. El rubio manejaba, mientras que el oficial se dedicaba a dar una narración decente para los demás patrullas, muchas veces gritándole a Isidoro que se callara.

El comisario no se lo esperaba, pero se lo estaba pasando bien con Isidoro como su compañero. Su primera vez patrullando juntos había sido un desastre básicamente porque Freddy mantuvo el ambiente entre ellos tenso en todo momento, pero ahora le daba la oportunidad a Isidoro de actuar como quisiera, sin miedo a repercusiones. Al verlo así, entendía un poco lo que veía Gustabo en el peliblanco.

Al final de la persecución, donde se encuentraron con un bloqueo, Isidoro fue rápido en bajarse, desenfundando su arma de fuego sin pensarlo mucho.

Pasando por una valla, vió como se bajaba un hombre del camión que había bloqueado el paso de los patrullas. El tío corrió en dirección a una moto, que se encontraba aparcada cerca del lugar.

Isidoro, no queriendo perder a ninguno de los implicados, disparó a la rueda a la moto, pichandola. Informó por radio la ubicación del tipo al mismo tiempo que se giraba y apuntaba al coche que se daba a la fuga.

Disparó varias veces a la parte trasera del Masacro, teniendo la suerte de pinchar una de las ruedas posteriores.

Gustabo había embestido el camión que tapaba el paso del interceptor con su patrulla, dándole vía libre a Freddy al mismo tiempo que Isidoro informaba que había pinchado una rueda del auto.

Mientras Freddy bajaba la velocidad para recoger a su binomio, Filadelfo abandona su patrulla para hacerse cargo del tipo del bloqueo, quién emprendía huida corriendo.

—¿Alguien tiene visual del coche?—pregunta Freddy por la radio.

—10-4, comisario. Unidad bloqueo mantiene visual de momento pero tienen bastante ventaja, aún con una rueda pinchada. Mando 10-20. Darse prisa.

Freddy aceleró el interceptor, que rápidamente pilló los 220 kilómetros por hora.

Con el bloqueo que les habían hecho, se rompían negociaciones y estaban autorizados para abrir Clave Robert. Por lo que, cuando tuvieron el Masacro nuevamente en visual unos minutos más tarde, Isidoro sacó medio cuerpo por el auto del coche, disparando y pinchando la otra rueda trasera.

El acto causó que el coche perdiera el control y se fuera de frente contra una pared. Rápidamente, el interceptor y otros dos patrullas rodearon el coche de huida. De cada coche de policía se bajó el copiloto, apuntando a los atracadores y ordenado que salieran del vehículo con las manos en alto.

Para cuando tuvieron a los implicados esposados, Gustabo y Filadelfo llegaron a la escena, con el encargado del bloqueo en la parte trasera del patrulla.

Siendo que el interceptor era un coche de dos plazas, Freddy, por la radio, le dijo a Gustabo y a otro agente que se encargaran de llevar a los ladrones al hospital para asegurarse de que no tuvieran heridas graves. Luego, asignó a una de las otras unidades con el informe y todo el proceso de ponerles las multas pertinentes y las condenas.

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