El ambiente en la habitación se volvió solemne cuando todos los compañeros de equipo de Nicolle entraron. A pesar de las sonrisas y la energía positiva, sabían que este momento sería uno de los más difíciles desde el accidente. Los médicos debían explicarle todo lo que había pasado, las cirugías, los problemas de salud que había desarrollado, y cómo sería el proceso de recuperación que enfrentaría a partir de ahora.Nicolle, recostada en la cama, miraba alrededor, reconociendo a todos sus compañeros, pero había un silencio que pendía en el aire. Gavi seguía a su lado, y el resto del equipo llenaba la habitación, dispuestos a apoyarla en el momento que estaba por llegar.
El médico, que había estado siguiendo su caso desde el accidente, se aclaró la garganta antes de empezar a hablar. Se notaba que no quería apresurarse, quería asegurarse de que Nicolle comprendiera cada detalle. Se acercó a la cama y miró a la joven jugadora con una expresión de seriedad, pero también de compasión.
—Nicolle —comenzó el médico suavemente—, has pasado por muchas cosas en las últimas semanas. Y quiero explicarte exactamente lo que ha ocurrido con tu salud y lo que tendremos que hacer para que te recuperes por completo.
La tensión en la habitación aumentó. Los jugadores que habían estado relajados ahora estaban en completo silencio, pendientes de cada palabra. Nicolle, con los ojos ligeramente entrecerrados y la respiración aún algo dificultosa, asintió lentamente, indicando que estaba lista para escuchar.
—Primero —continuó el médico—, como sabes, sufriste un accidente automovilístico grave. Durante el impacto, tu cuerpo sufrió múltiples heridas. La primera operación que realizamos fue para retirar cristales de tus pulmones y de tu garganta. Esa ha sido una de las intervenciones más delicadas.
Nicolle llevó una mano débil a su garganta, sintiendo las vendas, y recordó los intentos fallidos de hablar.
—Tu voz tardará en recuperarse completamente —añadió el médico—, pero con terapia y paciencia, podrás volver a hablar como antes. Afortunadamente, el daño no es permanente, pero requerirá tiempo.
Los compañeros de equipo intercambiaron miradas preocupadas, pero Gavi apretó suavemente la mano de Nicolle, dándole apoyo sin necesidad de palabras.
—Además de esto, encontramos algunos problemas subyacentes en tu salud —continuó el médico—. Nicolle, tienes anemia, lo que significa que tus niveles de hierro son muy bajos, y también hemos detectado que padeces de diabetes tipo 1. Esto requiere un tratamiento constante, seguimiento médico y una dieta muy estricta.
Nicolle cerró los ojos, procesando la información. Sabía que las cosas no iban a ser fáciles, pero ahora que lo escuchaba directamente, sentía el peso de la realidad sobre sus hombros.
—Sabemos que esto es mucho para asimilar —dijo el médico—, pero quiero que sepas que podrás seguir jugando al fútbol. No tienes que abandonar tu sueño. Lo importante ahora es que sigas las indicaciones médicas para que puedas recuperarte por completo. Tendremos que controlar tu diabetes con inyecciones de insulina y asegurarnos de que mantienes un peso saludable, ya que también estás bajo de peso.
El silencio en la habitación era palpable. Todos los jugadores estaban atentos, escuchando cada palabra. La noticia de la diabetes y la anemia fue un golpe para todos, pero lo que más les dolía era ver a Nicolle, una de las más fuertes en el campo, enfrentarse ahora a una batalla completamente diferente.
—En cuanto a tus heridas físicas —continuó el médico—, tu pierna fue una de las más afectadas. La fractura que sufriste requerirá rehabilitación intensiva. Te pondremos en un plan de fisioterapia para que recuperes la movilidad por completo. El tiempo estimado de recuperación será de unos meses, pero con tu esfuerzo, podrías volver al campo mucho antes.
—¿Y podrá jugar de nuevo? —preguntó Pedri, rompiendo el silencio con una preocupación genuina en su voz.
El médico asintió con seriedad.
—Sí, podrá. Pero su regreso al campo dependerá de cómo avance la recuperación. No vamos a apresurarnos, Nicolle. Tienes un equipo médico completo y todo el apoyo del club detrás de ti para que te recuperes correctamente.
Nicolle soltó un leve suspiro, aliviada, pero con el alma llena de incertidumbre. Todo parecía demasiado. El accidente, las cirugías, la anemia, la diabetes... Todo esto la hacía sentir pequeña, frágil. Pero al mirar a su alrededor, veía a cada uno de sus compañeros, a su equipo, todos con expresiones de preocupación, pero también de fuerza.
—No vas a estar sola en esto —dijo Ferran, dando un paso adelante—. Todos vamos a estar contigo, Nicolle. Lo que sea que necesites, aquí estamos.
—No te desanimes —añadió Gavi, sin soltar su mano—. Vamos a superar esto juntos, como equipo.
El médico, al ver la fuerza del vínculo entre Nicolle y sus compañeros, asintió con una sonrisa antes de hacer la última advertencia.
—Tienes un largo camino por delante, Nicolle, pero lo más importante es que te des tiempo. Tu cuerpo necesita curarse, y eso requiere paciencia. Te pedimos que sigas cada paso del tratamiento, tanto físico como psicológico. Sabemos por lo que has pasado antes del accidente, y vamos a asegurarnos de que recibas toda la ayuda que necesites.
El equipo la rodeó, no solo como jugadores de fútbol, sino como su familia. Nicolle, aunque débil y todavía asimilando lo que había oído, sintió un destello de esperanza. Sabía que no iba a ser fácil, pero con ellos a su lado, sintió que podía enfrentar cualquier cosa.
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"Silencio en la cancha" (Pablo Gavi)
RandomNicolle, una joven futbolista de 16 años, es una estrella en ascenso en el FC Barcelona, pero tras su éxito en el campo se esconde un oscuro secreto. Criada en un orfanato desde pequeña, Nicolle ha sido víctima de abuso físico y emocional por parte...