La celebración por el campeonato de Liga fue un evento inolvidable. El equipo del Barça se reunió en un lujoso hotel de la ciudad, donde la sala estaba decorada con los colores del club y se respiraba un ambiente festivo. Los jugadores, entrenadores y personal del club estaban allí para conmemorar su victoria, pero más que eso, estaban ahí para celebrar el arduo trabajo y la dedicación que cada uno había puesto durante la temporada.
Nicolle, con su medalla de campeona colgando de su cuello, se sentía en la cima del mundo. La alegría de haber contribuido a la victoria y de haber superado sus desafíos personales era abrumadora. Durante la celebración, Pedri, Fer, Gavi y otros compañeros de equipo la rodearon, brindando por ella y por el resto del equipo.
"¡A la mejor del Barça!", gritó Gavi, alzando su copa de champán, lo que provocó risas y vítores entre los presentes. Nicolle sonrió, sintiendo una oleada de cariño y orgullo. La noche estuvo llena de discursos emotivos, bailes, música y, por supuesto, muchas risas. Los jugadores contaron anécdotas sobre momentos graciosos de la temporada, y la atmósfera se tornó mágica cuando el DJ comenzó a poner los éxitos del momento.
Mientras tanto, la selección española también experimentaba cambios. Con la próxima Liga de Naciones a la vuelta de la esquina, la Federación Española había decidido nombrar a un nuevo entrenador, alguien con una visión fresca y ambiciosa. La noticia generó expectativas en el equipo nacional y entre los aficionados, quienes esperaban ver un renacer del fútbol español. Nicolle, aunque centrada en su club, seguía de cerca las noticias de la selección, soñando con representar a su país en el futuro.
Sin embargo, el destino jugó una mala pasada a Pedri. Durante uno de los últimos entrenamientos con el Barça, sufrió una lesión en el tobillo que lo dejó fuera de la convocatoria para la Liga de Naciones. La noticia fue un duro golpe para él y para Nicolle, que había estado emocionada por la posibilidad de ver a su hermano brillar con la selección. Pero, en lugar de desanimarse, Pedri decidió apoyar a su hermana desde las gradas.
El día del torneo llegó, y la selección española se enfrentó a varios equipos, incluyendo a rivales fuertes. Nicolle estaba nerviosa, pero también emocionada. Sabía que era una gran oportunidad para demostrar su talento y hacer que Pedri se sintiera orgulloso. Al final, los esfuerzos del equipo valieron la pena y llegaron a la final.
El estadio estaba lleno, y la energía en el aire era palpable. Nicolle estaba en el campo, sintiendo el aliento del público y la emoción de representar a su país. La final fue un espectáculo impresionante, y tras una batalla intensa, España se proclamó campeona de la Liga de Naciones. Nicolle, levantando la copa con sus compañeras, sintió una mezcla de felicidad y orgullo. En ese momento, todo el sacrificio y la lucha habían valido la pena.
Desde las gradas, Pedri observó con lágrimas en los ojos mientras su hermanita celebraba. Sabía que su tiempo para brillar en la selección llegaría, pero en ese instante, solo quería disfrutar de la victoria de su hermana. Con el corazón lleno de orgullo, aplaudió fuertemente, sintiendo que, aunque no estaba en el campo, su apoyo incondicional siempre estaría presente.
La celebración por el campeonato de la Liga de Naciones fue otra fiesta memorable, donde los jugadores celebraron su éxito con risas y música. Nicolle se sintió afortunada de tener a su hermano a su lado, incluso en la distancia, sabiendo que siempre se apoyarían mutuamente en cada paso de sus carreras.
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"Silencio en la cancha" (Pablo Gavi)
DiversosNicolle, una joven futbolista de 16 años, es una estrella en ascenso en el FC Barcelona, pero tras su éxito en el campo se esconde un oscuro secreto. Criada en un orfanato desde pequeña, Nicolle ha sido víctima de abuso físico y emocional por parte...