Capítulo 43: Estrategia y Precaución

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Los entrenamientos avanzaban con intensidad. El Mundial estaba a la vuelta de la esquina, y el equipo trabajaba duro, afinando cada detalle táctico y físico para llegar en la mejor forma posible. Nicolle se destacaba en cada sesión. Su habilidad, su visión del juego y su energía renovada la hacían brillar, y todos en el equipo notaban su progreso. Sin embargo, también era evidente que su recuperación, tras el accidente, aún dejaba algunas pequeñas secuelas.

En una tarde después de uno de los entrenamientos más intensos, el cuerpo técnico, encabezado por Luis Enrique, convocó una reunión especial con los jugadores. La charla tenía un propósito claro: planear el próximo partido, discutir la alineación titular y establecer estrategias. Nicolle, sentada junto a Pedri y Gavi, escuchaba atentamente, sabiendo que estaba en la mira del entrenador para ser una de las jugadoras clave.

Luis Enrique, siempre directo, comenzó la charla explicando lo importante que sería la rotación del equipo durante el Mundial. Miró a Nicolle con una mezcla de admiración y seriedad antes de dirigirse a ella directamente.

-Nicolle, eres una gran jugadora -comenzó el entrenador, llamando la atención de todo el equipo-. Desde que llegaste aquí, has demostrado ser fuerte, talentosa y comprometida. Sabemos que vienes de un proceso de recuperación tras el accidente, y aunque lo has hecho de manera extraordinaria, aún hay secuelas que debemos cuidar.

Nicolle sintió un pequeño nudo en el estómago al escuchar esas palabras. Aunque se sentía bien físicamente, era consciente de que su cuerpo aún no estaba al cien por ciento.

-Las secuelas no son graves -continuó el entrenador, como si leyera sus pensamientos-, pero aún tienes que estar atenta a tu salud. No solo es por eso, sino también porque eres la más joven de este equipo. Tu cuerpo está en crecimiento, y tenemos que cuidarte.

Nicolle asintió en silencio, sabiendo que lo que decía Luis Enrique tenía sentido. Aunque su deseo era jugar cada minuto de cada partido, también entendía que debía pensar en el futuro.

-No jugarás los 90 minutos completos en cada partido -añadió el técnico-. No es porque no confíe en ti, sino porque tu salud a largo plazo es lo más importante. Queremos que tengas una carrera larga y exitosa, y no podemos correr el riesgo de explotarte. Sabemos que puedes hacerlo, pero si ahora te forzamos demasiado, en unos años podrías tener lesiones más frecuentes, y eso es algo que queremos evitar.

El entrenador hizo una pausa, mirando a Nicolle con ojos comprensivos.

-Pero no serás la única. Esta política es por tu bienestar y el del equipo en general. Todos tenéis que aprender a cuidaros, no solo ahora, sino a lo largo de vuestra carrera. Después del Mundial, volveremos a la liga, y luego vendrán más competiciones. Los músculos necesitan descansar, y el descanso es parte del entrenamiento, tan importante como los minutos en el campo.

Nicolle apretó los labios, todavía asimilando las palabras de Luis Enrique. A su lado, Gavi le dio un leve toque en el brazo, como diciéndole que no se preocupara, mientras Pedri asentía con la cabeza, mostrando su apoyo.

-Te necesitamos al cien por cien -prosiguió el entrenador-, pero no solo durante este torneo. Te necesitamos durante años. Este Mundial es solo el principio para ti, Nicolle, y queremos verte llegar lejos.

El silencio en la sala era palpable. El mensaje de Luis Enrique no solo iba dirigido a Nicolle, sino también al resto de los jugadores. La gestión del físico y la salud de los futbolistas era algo que debía tomarse muy en serio, y Nicolle, como la más joven del equipo, representaba un símbolo de ese enfoque a largo plazo.

-Esto es por tu bien, pero también por el bien de todos -concluyó Luis Enrique, mirando a cada uno de los jugadores en la sala-. Sabemos que queréis darlo todo en el campo, pero el descanso también es una parte esencial para poder rendir al máximo. Cada minuto cuenta, pero cada minuto de descanso también. Así que, cuando no estéis jugando, os quiero igual de concentrados en vuestra recuperación y en estar listos para el siguiente partido.

Después de la charla, el equipo fue liberado para que descansaran antes de la siguiente sesión de entrenamiento. Nicolle, que había mantenido su silencio durante toda la conversación, finalmente habló con Pedri mientras caminaban hacia sus habitaciones.

-Entiendo lo que dice el míster, pero me cuesta asimilar que no voy a jugar todo el tiempo... Quiero estar ahí, en cada minuto -confesó Nicolle, mordiéndose el labio.

-Es lo mejor, Nicolle -respondió Pedri, dándole una palmadita en el hombro-. Es un Mundial. Los partidos son duros y largos, y después de eso, la temporada sigue. Tienes tiempo, toda una carrera por delante. No puedes agotarte ahora.

Gavi, que caminaba a su lado, también intervino.

-Además, no te preocupes por no jugar todo el partido. Cuando estés en el campo, lo harás genial, como siempre lo haces. Todos confiamos en ti. Y fuera del campo, puedes seguir apoyándonos. Todos tenemos que cuidar nuestro cuerpo, no solo tú.

Nicolle sonrió ante las palabras de apoyo de sus compañeros. Sabía que Gavi y Pedri tenían razón, pero su espíritu competitivo siempre le hacía querer más. Aún así, entendía que debía ser paciente y cuidar de su cuerpo si quería seguir brillando en el futuro.

-Vale, lo entiendo -dijo al fin, con una sonrisa más relajada-. Pero que conste que voy a darlo todo en cada minuto que juegue.

-Eso lo sabemos -rió Gavi-. Y cuando estés fuera, seguro que estarás dando órdenes desde el banquillo.

-¡Por supuesto! -contestó Nicolle con una carcajada, ya más animada-. No me vais a librar de mí tan fácilmente.

Y con eso, el grupo siguió su camino, sabiendo que los retos que se avecinaban en el Mundial serían intensos, pero también emocionantes. Nicolle, aunque jugaría menos minutos de los que desearía, estaba lista para dejarlo todo en el campo, con la confianza de que tenía mucho por delante en su carrera.

"Silencio en la cancha" (Pablo Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora