Capítulo 6: Sombras tras el brillo

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Un año había pasado desde el debut de Nicolle, y las cosas con el equipo iban mejor que nunca. Aunque no habían ganado ningún título importante, el ambiente en el vestuario era excepcional. Las risas resonaban, y los nuevos lazos forjados entre los jugadores hacían que cada día en el campo fuera una aventura. Habían tenido que despedirse de algunos íconos como Gerard Piqué, quien había decidido colgar las botas, y otros se habían mudado a diferentes equipos. Pero con cada despedida, también llegaban nuevos talentos de otros clubes o jugadores que subían de las categorías inferiores, lo que mantenía el espíritu del equipo siempre fresco.

Sin embargo, tras la alegría del fútbol, había sombras que comenzaban a cernirse sobre Nicolle. Aunque en el vestuario nadie sospechaba de su vida personal, ella cargaba un secreto profundo y doloroso. La vida en el orfanato se había vuelto cada vez más difícil. El maltrato que había sufrido se intensificaba, y su salud comenzaba a resentirse. A pesar de la felicidad que encontraba en el fútbol, los problemas del día a día se estaban convirtiendo en un peso demasiado grande para ella.

Cuando llegó la fecha de las pruebas médicas de inicio de temporada, la directiva del Barça estaba ansiosa por evaluar el estado físico de todos los jugadores. A Nicolle, sin embargo, le pesaba la incertidumbre. Aunque los demás compañeros hablaban de la emoción de las pruebas, ella sabía que el orfanato había interferido en el proceso de manera poco transparente.

La directora del orfanato había tenido una reunión con la directiva del club, donde se hizo pasar por los "padres" de Nicolle y aseguró que la llevarían al hospital para realizarle las pruebas médicas. La verdad era que Nicolle viviría allí, y que esas pruebas se realizarían en un centro médico vinculado al orfanato, donde podrían manipular los resultados a su favor. La directiva, ajena a la realidad, se sintió aliviada al saber que el bienestar de Nicolle estaba en manos de su familia, aunque en el fondo ella se sentía atrapada.

La mañana de las pruebas llegó, y el grupo de jugadores se reunió en el vestuario, donde se respiraba un aire de camaradería. Sin embargo, para Nicolle, el temor crecía a cada instante. Cuando llegó su turno, se dirigió a la sala de examen. El médico la saludó amablemente, pero ella notó algo extraño en su actitud; parecía demasiado cordial.

Mientras le realizaban las pruebas, pensó en lo que significaba para ella estar allí, en el FC Barcelona, en un lugar que había soñado desde niña. Pero también pensaba en el orfanato y en la manera en que estaban manipulando su vida. Esa dichosa mezcla de orgullo y miedo la mantenía en una especie de limbo emocional.

Finalmente, salió del examen sintiendo un alivio temporal, aunque sabía que los resultados llegarían pronto. Con el corazón en un puño, se unió a sus compañeros que la esperaban con ánimo. Era un día para celebrar, pero la inquietud sobre lo que había sucedido en la sala de exámenes le restó un poco de alegría.

Los días siguientes pasaron lentamente, con Nicolle tratando de concentrarse en los entrenamientos mientras las dudas sobre su salud y su futuro la acechaban. Gavi y Pedri notaron su cambio de ánimo y, con el tiempo, comenzaron a preguntar de manera sutil si había algo que la preocupaba. Nicolle trató de ocultar la verdad, pero en el fondo sabía que tenía que enfrentar la realidad.

—Nicolle, si hay algo que podemos hacer para ayudarte, solo dínoslo —insistió Pedri durante un entrenamiento.

Ella sonrió, aunque sus ojos delataban el cansancio de la lucha interna. Con cada broma y comentario juguetón que escuchaba de sus compañeros, el ambiente positivo del equipo la ayudaba a sobrellevar la carga. Pero sabía que el verdadero desafío estaba por venir, y que el orfanato no dejaría de ser un obstáculo que tendría que enfrentar.

Mientras el equipo se preparaba para la nueva temporada, Nicolle decidió que no podía dejar que el pasado la definiera. Estaba en el FC Barcelona, luchando por su lugar en un deporte que amaba. Así que, con la determinación de siempre, se comprometió a dar lo mejor de sí misma, sin importar los problemas que la acechaban fuera del campo.

Era hora de demostrar que, a pesar de las sombras que se cernían sobre su vida, Nicolle estaba lista para brillar en el mundo del fútbol.

"Silencio en la cancha" (Pablo Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora