Los primeros días de Nicolle con la selección española fueron una mezcla de adaptación y emociones. A medida que iban conociéndose mejor, los jugadores se dieron cuenta de que Nicolle no era solo una jugadora excepcional, sino también una chica con sus propias luchas y peculiaridades. Con cada entrenamiento, Nicolle se iba sintiendo más cómoda en el equipo, pero no todo era tan fácil. Además de tener que adaptarse a un grupo diverso, con jugadores de diferentes equipos, también enfrentaba los desafíos diarios relacionados con su salud.
Entrenamientos Intensos y Cuidados Especiales
El ritmo de los entrenamientos era intenso. Luis Enrique y su cuerpo técnico aún estaban trabajando en definir los roles de cada jugador en el equipo, lo que implicaba sesiones largas y llenas de pruebas. Nicolle, a pesar de no haber entrenado con regularidad durante los últimos meses debido a su recuperación, mostraba una increíble determinación para ponerse al día con sus compañeros.
Cada vez que terminaban los entrenamientos, Nicolle debía someterse a controles médicos estrictos. La diabetes y las secuelas del accidente aún requerían un seguimiento constante. Los médicos revisaban sus niveles de azúcar en sangre, su respiración y su estado físico general para asegurarse de que todo estuviera en orden. Aunque Nicolle estaba acostumbrada a estas revisiones, era algo que no disfrutaba en absoluto.
Además, su dieta era un tema delicado. Al ser diabética y aún en proceso de recuperación, Nicolle seguía una dieta estricta, diseñada especialmente para mantener su salud en óptimas condiciones. Sin embargo, esto le generaba conflictos constantes.
Las Batallas con la Comida
Uno de los aspectos más divertidos y desafiantes para el equipo era la resistencia de Nicolle a seguir su dieta. Fer y Pedri, quienes ya estaban más que acostumbrados a sus intentos de evitar las comidas que no le gustaban, sabían que Nicolle tenía un talento especial para escabullirse y buscar alternativas más apetecibles, aunque no fueran las más saludables. En esta concentración, ese comportamiento no iba a ser diferente.
-¿Dónde está Nicolle? -preguntó Gavi una tarde, mientras el equipo se preparaba para la comida.
Los jugadores de la selección sabían que Nicolle solía desaparecer cuando era hora de comer, especialmente cuando sabía que le tocaba algo que no le gustaba. El personal de nutrición de la selección ya estaba preocupado por su dieta, y Pedri y Gavi, junto con otros compañeros, se lo tomaban como una misión personal asegurarse de que ella comiera lo que debía.
-Otra vez se ha escondido -dijo Sergio Busquets, riendo-. ¿Cuántas veces tenemos que hacer esto?
Koke y Ferran Torres comenzaron a buscarla por el recinto, mientras Laporte y Rodri se unieron a la búsqueda. Era una especie de ritual diario, y aunque a veces se enfadaban con Nicolle por no cuidar su salud, en el fondo les hacía gracia cómo se comportaba.
-Nicolle, si no sales, te vamos a tener que atar -amenazó Pedri en tono de broma, sabiendo que su hermana estaba cerca y probablemente escuchando.
Después de un rato, finalmente la encontraron en una esquina del recinto, intentando evitar la comida.
-¡Te hemos pillado! -exclamó Gavi, alzando los brazos en señal de victoria.
Entre risas y bromas, lograron que Nicolle volviera a la mesa. Aunque protestaba y hacía muecas al ver el plato que le habían preparado, sus compañeros la vigilaban de cerca. Algunos, como Ansu Fati, intentaban motivarla ofreciéndole cambiar un poco la rutina.
-Mira, si te comes esto, luego jugamos al pin pong -le decía Ansu, con una sonrisa.
Era una escena cómica y al mismo tiempo tierna, que reflejaba cómo el equipo estaba empezando a convertirse en una pequeña familia. A pesar de las diferencias entre ellos, las bromas y la camaradería se iban haciendo cada vez más fuertes.
Momentos de Diversión y Descanso
Cuando no estaban entrenando o en sus "misiones" para hacer que Nicolle comiera, los jugadores de la selección pasaban su tiempo libre relajándose y divirtiéndose. Las partidas de ping-pong se habían convertido en una tradición, y Nicolle, aunque intentaba esquivarlas, a menudo se encontraba participando en ellas. También pasaban muchas horas jugando a la PlayStation, retándose unos a otros en juegos de fútbol o carreras, y a veces simplemente haciendo el tonto en redes sociales, grabando vídeos y subiendo historias que mostraban el lado más relajado y divertido de la concentración.
-Vas a perder otra vez, Nicolle -bromeaba Gavi, mientras se preparaban para otro torneo de ping-pong.
-No tan rápido, Gavi -respondía ella, intentando mantener el espíritu competitivo.
Además de las bromas y los juegos, había momentos más tranquilos, en los que los jugadores se relajaban, hablaban con sus familias o se preparaban mentalmente para lo que se avecinaba. Nicolle, como todos, llamaba a Fer con frecuencia, contándole los detalles de sus días, desde los entrenamientos hasta las pequeñas travesuras que hacía con el equipo.
La Frágil Línea entre Fuerza y Vulnerabilidad
Aunque Nicolle mostraba una increíble fortaleza en el campo y en su recuperación, los jugadores también notaban que había momentos en los que dejaba entrever su lado más vulnerable. Para alguien que había vivido tantas dificultades desde una edad tan temprana, era natural que, en ocasiones, se comportara como una niña pequeña. Era algo que los jugadores del Barça ya conocían, pero los demás miembros de la selección comenzaban a descubrir.
-A veces parece una niña pequeña -comentaba Jordi Alba-, pero eso está bien. Significa que está en un lugar seguro con nosotros.
Los jugadores valoraban esos momentos en los que Nicolle dejaba ver su verdadera naturaleza, esa combinación de madurez y, al mismo tiempo, esa necesidad de ser cuidada. Era un recordatorio de todo lo que había superado y de lo importante que era para ellos no solo como jugadora, sino como parte de su nueva "familia".
Cada día que pasaba, Nicolle se integraba más en el equipo, y aunque sabía que le esperaba un gran reto en el Mundial, también confiaba en que, con el apoyo de sus compañeros, podía lograr lo imposible.
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"Silencio en la cancha" (Pablo Gavi)
RandomNicolle, una joven futbolista de 16 años, es una estrella en ascenso en el FC Barcelona, pero tras su éxito en el campo se esconde un oscuro secreto. Criada en un orfanato desde pequeña, Nicolle ha sido víctima de abuso físico y emocional por parte...