Capítulo 41: Un Desayuno Familiar en Qatar

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Capítulo 41: Desayuno en Familia

El amanecer en Doha marcaba un nuevo día para los jugadores de la selección española. Aún era temprano, pero el bullicio en el hotel comenzaba a cobrar vida. Ese día era especial, ya que las familias y parejas de los jugadores habían llegado para acompañarlos en el desayuno antes de su jornada libre. Después de días de entrenamientos intensos y adaptación al clima de Qatar, se respiraba una atmósfera más relajada.

En el comedor del hotel, varios jugadores ya estaban sentados con sus seres queridos, disfrutando de un abundante desayuno. Otros, sin embargo, aún no habían aparecido. Y, como era habitual, Nicolle estaba haciendo de las suyas.

A pesar de estar en un país extranjero y en medio de la concentración para el Mundial, el espíritu juguetón de Nicolle no se había detenido. Los compañeros sabían que, aunque en los partidos y entrevistas mostraba su lado más serio y maduro, cuando no era necesario, el comportamiento despreocupado y bromista de Nicolle volvía a relucir.

La Escapada Matutina de Nicolle

En cuanto Pedri y Gavi entraron al comedor, todos sabían que algo había ocurrido, porque entre risas y bromas, Pedri cargaba a Nicolle de nuevo sobre su hombro, esta vez con más escándalo. Nicolle, con el ceño fruncido, intentaba escapar, pero sin mucho éxito.

-¡Vamos, Pedri, ya bájame! -gritaba Nicolle, mientras sus piernas se movían intentando liberarse. Gavi, que caminaba justo al lado, no podía evitar reírse, dándole suaves palmaditas en la espalda para calmarla.

-¡Mírala! Parece un saco de harina -comentó Koke desde su mesa, mientras los demás jugadores y sus familias estallaban en carcajadas.

-Es la única manera de que venga a desayunar -respondió Pedri con una gran sonrisa-. Si no, nos pasamos la mañana buscándola.

-Pedri, hijo, no puedes llevarla así, ¡es tu hermana! -dijo la madre de Pedri y Nicolle, aunque con un tono de cariño que dejaba entrever que no estaba del todo enojada. Pedri sólo se encogió de hombros.

-Mamá, es la única manera -replicó él-. Si no la traigo así, se nos escapa.

Nicolle, que ya había asumido su destino, dejó de luchar y aceptó su derrota. Fer, su otro hermano, se acercó con una sonrisa divertida y "rescató" a Nicolle de los hombros de Pedri, ayudándola a bajar suavemente al suelo.

-Gracias, Fer -murmuró Nicolle, aún con el ceño fruncido, mientras cruzaba los brazos en señal de falso enfado.

-Pero, Nicolle, ¿dónde te habías metido esta vez? -preguntó Fer, levantando una ceja, aunque con una sonrisa. Nicolle lo miró de reojo, evitando la respuesta.

-No importa, siempre se esconde en el último minuto -intervino Pedri, aún divertido.

El Desayuno Ideal

Finalmente, todos se sentaron a la mesa. Nicolle estaba rodeada por su familia, aunque no tardó en hacer de las suyas y sentarse directamente en las piernas de Fer. Era algo que solía hacer con Pedri o cualquier otro jugador que estuviera cerca, pero hoy había sido Fer el "elegido". En cuanto Fer la acomodó en sus rodillas, el padre de los hermanos se levantó para preparar un desayuno especial para Nicolle, sabiendo que no le gustaba lo que normalmente le ofrecían en la concentración.

-No te preocupes, hoy no te va a tocar avena ni nada aburrido -le dijo con una sonrisa mientras volvía con un plato. Nicolle lo miró expectante, pero curiosa.

El padre dejó frente a Nicolle un waffle crujiente con crema de chocolate y fresas. Su cara se iluminó de inmediato, era su desayuno favorito. Los demás jugadores lanzaron silbidos burlones mientras Nicolle miraba a su padre como si hubiera salvado el día.

-¿Un waffle para desayunar? -se burló Ferran Torres-. Yo quiero tener una dieta así.

-¡Es un lujo! -añadió Rodri, sonriendo.

-¿Y a ti te dejan comer eso? -preguntó Gavi, fingiendo estar indignado-. Nosotros aquí con huevos duros y tostadas y ella con chocolate. Esto es injusto.

-Bueno, alguien tiene que tener privilegios por aquí -respondió Nicolle, sonriendo con una mueca burlona antes de lanzarse sobre su desayuno.

Todos estallaron en risas, sabiendo que Nicolle había tenido suerte con su comida especial. Mientras ella comía, las bromas seguían fluyendo. Incluso Gavi se vio envuelto en algunas indirectas sobre su cercanía con Nicolle.

-Gavi, ¿cuándo le vas a pedir que sea tu novia? -bromeó Eric García, lo que provocó un estallido de carcajadas en la mesa.

-¡Déjame en paz! -respondió Gavi, visiblemente incómodo pero riendo al mismo tiempo, mientras Nicolle simplemente seguía comiendo, ignorando las burlas.

Explorando Qatar

Cuando todos terminaron el desayuno, los jugadores se dispersaron para prepararse. Hoy tenían el día libre para explorar Doha, y el plan era visitar algunos puntos turísticos antes de que las familias regresaran por la noche. Nicolle, siempre la más rápida para prepararse, fue una de las primeras en estar lista. Pedri y Gavi, en cambio, aún se ponían sus zapatillas cuando Nicolle ya estaba fuera de la habitación, esperándolos.

-¡Venga, dormilones! ¿Qué es lo que tanto tardáis? -les gritó desde la puerta, impaciente por salir.

Una vez que todos estuvieron listos, el grupo se dirigió hacia el autobús que los llevaría a recorrer algunos lugares emblemáticos de la ciudad. Qatar, con su cultura rica y sus imponentes edificios, tenía mucho que ofrecer. Mientras el autobús avanzaba, Nicolle no podía evitar mirar por la ventana, emocionada por lo que veía.

-Mira, Pedri, deberíamos comprar esos souvenirs para llevarlos de vuelta a casa -sugirió Ansu Fati, señalando una tienda llena de artículos tradicionales qataríes.

-Solo si Nicolle promete no perderlos en la primera semana -respondió Pedri, con una sonrisa divertida.

-¡Yo no pierdo cosas! -protestó Nicolle, lanzándole una mirada a su hermano mayor mientras el resto reía.

Un Día de Unión y Diversión

El día continuó entre risas y bromas, con el equipo disfrutando de su tiempo libre en Qatar. Visitaron el Souq Waqif, el mercado tradicional de Doha, donde los colores, los aromas de especias y la diversidad de productos los envolvieron por completo. Nicolle iba de tienda en tienda, entusiasmada por cada cosa nueva que veía.

Al final de la tarde, el grupo decidió detenerse en un restaurante local para comer. La comida qatarí les ofreció sabores únicos y diferentes a lo que estaban acostumbrados. Entre risas y bromas, el grupo disfrutó de la comida, pero Nicolle se las arregló para negociar con su dieta estricta, obteniendo algunas concesiones para comer algo más sabroso que lo que normalmente le tocaba.

El día estuvo lleno de buenos momentos, y al regresar al hotel, Nicolle, agotada pero feliz, se apoyó en Pedri y Fer, sintiéndose segura y agradecida por todo lo que estaba viviendo.

"Silencio en la cancha" (Pablo Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora