Capítulo 49

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El no poder enlazarse parecía no ser tan malo pues de ese modo Demian no sabría de su dolor y mucho menos de que su corazón estaba dividido entre él y el forastero de salvaje aspecto; quizá estar incompleta tenía sus ventajas, Demian jamás sospecharía que había salido de la casa solo para ir a ver a Rigel.

Se dirigió a la parte posterior de la casa alfa y se detuvo a mirar la pequeña puerta que conducía al sitio donde debían tener a los prisioneros.

—¡Oye tú! — llamó un lobo intermedio que estaba montando guardia.

Nova se sobresaltó un poco y luego dio media vuelta, pero mantiendo la cabeza baja.

—No puedes estar aquí — dijo el hombre una vez que estuvo delante de ella — Es un área restringida.

La lobita se tensó, ya había ensayado con anterioridad su mentira, pero eso no impedía que se pusiera nerviosa. Todo era cuestión de suerte.

—Lo siento, señor — musitó con esa vocecita dulce que caracterizaba a los omega — pero mi amo, Demian Richter, tiene un mensaje para el prisionero que tienen aquí. Me pidió que se lo diera yo personalmente.

El intermedio entrecerró los ojos pensativo y estudiando con sumo cuidado a la pequeña omega.

—Está bien — dijo al fin — Sígueme.

Nova obedeció sin decir nada y siguió al enorme hombre al interior del recinto. Jamás había estado en esa parte de la casa, ni siquiera en su corto tiempo viviendo ahí. Era un sitio lúgubre y había tanto silencio que podía escuchar su respiración y sus pequeños pasos haciendo eco. Se detuvieron a unos metros de la celda al final del pasillo y Nova alcanzó a distinguir un cuerpo recostado en el suelo.

—Para salir solo sigue por el mismo camino — indicó el hombre y se fue.

Ni siquiera se molestó en darle indicaciones de seguridad, ¿para qué? Era una insignificante omega así que si algo salía mal estando con el prisionero a nadie le importaría. Nova esperó a que estuviera completamente sola y luego se acercó a la celda.

—Hola — susurró.

Rigel se removió un poco en su lugar, haciendo sonar las cadenas que llevaba atadas a los tobillos, pero no se giró a verla. Nova sintió algo de pena por él al verlo con el pelo enmarañado, la ropa sucia y rota, además de que no tenía un sitio cómodo donde recostarse.

—¿Por qué no quisiste huir conmigo? — preguntó el joven — ¿Qué te ata a este maldito pueblo?

Nova se quedó muda un instante, luego sacó del bolsillo de su mandil un sobre manila que dejó al interior de la celda. Rigel se incorporó casi inmediatamente y se dio la vuelta para revisar el sobre, encontrándose con una carta escrita con una bella caligrafía y firmada con las iniciales “U.K”

—Lo dejaron sobre mi cama poco después de que entré como empleada en la casa Richter — dijo Nova cabizbaja — Me gusta creer que lo que ahí dice es cierto.

—O puede ser que solo se trate de una broma cruel.

—Si, también pensé en eso — lo miró — Pero eso no importa, yo solo quería que supieras que quise hablarte de esto.

—¿Y por qué no lo hiciste?

Nova volvió a bajar la mirada.

—Parecías muy contento en compañía de esa otra loba así que no quise molestar.

El trigueño suspiró con pesar.

—Aún así eso no termina de responder mi pregunta.

—Quiero comprobar que lo que ahí dice es cierto y para eso debo encontrar a quien sea que lo haya escrito.

—¿Y de qué serviría? — gruñó bajo y volvió a tumbarse en el suelo — Eso no cambiaría en nada todo lo que has sufrido.

La lobita volvió a bajar la mirada, ahora parecía triste.

—Solo quiero saber — susurró — Es importante para mí y me hubiera gustado que tú me ayudarás.

Se levantó, volvió a meter la mano en su bolsillo y arrojó un papel doblado cerca de Rigel.

—El alfa era importante para mí.

Dió media vuelta y emprendió su camino a la salida.

—¡Yo no lo hice! — gritó el trigueño, haciendo que Nova se detuviera — ¡Tienes que creerme!

—No lo sé… — lo miró por encima del hombro — Tus manos y tu ropa aún llevan su sangre.

La lobita siguió su camino mientras Rigel la miraba y se aferraba a los barrotes con manos temblorosas, pero no de miedo sino del dolor que el llamado del lazo causaba en su pecho. El chico sintió deseos de llorar, pero se detuvo al percatarse del papel que ella le había lanzado así que lo levantó y poco a poco lo fue desdoblando, descubriendo que se trataba de la fotografía de una pareja con su bebé.

—Esto es…

No tuvo palabras para semejante revelación: Nova era hija de Anna y Memphis Klein; y quién sea que haya enviado esa carta lo sabía y solo él podía constatar que esa pareja en realidad la amaba y que todas las decisiones que tomaron fueron con el fin de protegerla.

Por supuesto que le había causado dolor y rabia ver a Nova refugiarse detrás de ese hombre de ojos color ámbar, y por esa misma razón se dejó vencer, pero ahora todo parecía tener sentido y necesitaba hacer algo.

Todo estaría a su favor esa noche, con el alfa muerto y con un idiota como sucesor Hoffmann estaba fuera de balance, estaba por desatarse un verdadero conflicto entre todos los integrantes de la manada por lo que nada ni nadie podría detenerlo; iba a escapar de su prisión y a enfrentar su destino.

La leyenda estaba por cobrar vida.


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¡Hola!
Espero que hasta el momento estén disfrutando de la historia.
¿Ya saben quién es el sol y quién es la estrella?

T.R.

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⏰ Última actualización: Nov 21 ⏰

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