Esta vez los Betas dejaron un completo desastre por toda la planta baja, al parecer la fiesta se salió de control, había botellas, colillas de cigarros, restos de comida e incluso rastros de alguna droga esparcidos por todas partes. Era demasiado que limpiar, y hasta repulsivo, y por esta razón los otros Omegas dejaron a Nova sola con ese trabajo mientras ellos solo se encargarían de la limpieza de la cocina.
A Nova parecía no molestarle tener esa inmensa carga de trabajo, sin problema iba recogiendo la basura y la iba metiendo en grandes bolsas negras, después de todo estaba acostumbrada a hacer tanto ella sola aunque en esta ocasión todo lo estaba haciendo de forma automática ya que su mente divagaba lejos de su realidad. No podía borrar de su mente aquel beso que su señor le había dado, uno que aún tenía muy presente en sus labios; mientras otros lobos tenían su primer beso en la adolescencia, ella solo recibía burlas, obviamente nunca imaginó que sería a sus veinte años cuando recibiera el suyo y mucho menos de parte de un Beta tan importante como Demian Richter. Se le erizó la piel de solo recordar cómo esto la hizo sentir y se ruborizó al admitir que le había gustado y que deseaba que se repitiera.
Alina, roja de ira, se plantó a espaldas de la lobita, levantó un par de botellas que encontró por ahí y estrelló una de ellas contra el suelo para atraer la atención de su compañera, que se giró sobresaltada.
—¡Te dije que no te metieras en mi camino! — gruñó la rubia — ¡Y no finjas que no sabes nada porque yo los vi!
Nova le miró desconcertada, sabía bien a lo que Alina se refería, pero nada podía hacer y simplemente rodó los ojos con fastidio y sintiendo lástima de su compañera que inútilmente buscaba con desesperación la completa aceptación del señor Demian.
—¡Te haces la tonta, pero bien que le mueves la cola! — continuó la rubia.
La lobita no respondió, no iba a dejarse provocar, sin embargo esos gritos hizo a los otros Omegas aparecer en el estudio, causándole cierta molestia.
—¿Qué creen que están haciendo? — preguntó en voz alta el Omega de mayor edad — Van a despertar al señor.
—¡No voy a dejar que me lo arrebates! — siguió gritando Alina, ignorando al hombre — ¡Ese Beta es mío!
Gruñó fúrica y lanzó la segunda botella contra la cabeza de Nova, pero esta logró esquivarla a tiempo y la botella terminó por estrellarse contra un muro, haciendo gran estruendo.
—¡Alina! — llamó otra Omega — ¡¿Te volviste loca?!
La rubia estaba tan llena de rabia que no escuchó a su compañera y sacando las garras se abalanzó sobre la lobita comenzando un fuerte forcejeo. Los gruñidos furiosos de ambas lobas podían escucharse claramente por todo el lugar, Alina ya había liberado parte de su lobo y luchaba por conseguir rasgar con sus garras el blanco rostro de la pequeña Nova, cuya colita se asomaba por debajo de su falda mientras trataba en lo posible quitarsela de encima. Los otros se quedaron estupefactos ante la escena y peor aún cuando el señor Demian apareció repentinamente en el umbral gruñendo amenazante y con una mirada que los hizo temblar de miedo.
Nova de alguna manera consiguió quedar sobre Alina y la hizo chillar al morder uno de sus brazos, enseguida recibió un tirón de pelo para que soltará y un fuerte golpe en el rostro le nubló la vista. En ese momento Demian decidió que era suficiente y se acercó a las hembras y las levantó del suelo tomándolas por el cabello, sin embargo esto no detuvo a las Omegas que alcanzaron a jalonearse de la ropa y el cabello sin dejar de gruñir. Los brazos y lo largo de la espalda de Demian se cubrieron de un espeso pelaje negro y tonos rojizos, su enorme cola se irguió orgullosa, dos grandes orejas coronaron su cabeza y sus afiliadas garras casi se clavaron en los cráneos de las furiosas hembras. Demian primero gruñó rabioso a la rubia y luego a la azabache y ambas dejaron de pelear inmediatamente.
—¡Ella empezó! — acusó Alina rápidamente — ¡Me arrojó una botella a la cabeza!
—¡Eso no es cierto! — gruñó Nova — ¡Fuiste tú, perra mentirosa! — de nuevo pataleó, queriendo alcanzarla
—¡Yo no hice nada, mi señor, ella miente! ¡Deberían encerrarla, está histérica!
—¡Tú eres la loca! — espetó irritada y alcanzó a tirar de algunos de sus cabellos y la hizo chillar.
—¡Ya basta! — ordenó Demian con rabia y Nova soltó a la rubia.
—¡Ella tiene toda la culpa, mi señor! — seguía acusando Alina — ¡Es una salvaje!
El Beta gruñó e inmediatamente soltó a la pequeña lobita, dejándola caer al suelo, y cruzó la cara de la rubia con una fuerte bofetada.
—¡Cierra la puta boca! ¡Estoy harto de tus malditos berrinches!
Alina cubrió con una mano la marca rojiza que se formó en su mejilla y algunas lágrimas comenzaron a inundar sus ojos.
—¡No! — rugió Demian — ¡Ni se te ocurra llorar porque te azotaré!
La rubia contuvo la respiración para detener su llanto, fulminó con la mirada a Nova, que seguía sentada en el piso, y se retiró a pasos apresurados. Demian miró un segundo a la lobita y luego se dirigió a los otros Omegas.—¡¿Qué están mirando, inútiles?! ¡Vuelvan a trabajar!
Gruñó una vez más y luego tomó camino de vuelta a su habitación.
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Omega
WerewolfCuando Nova descubrió que era incapaz de cambiar de forma como los otros licántropos, inmediatamente fue rechazada por su familia y se le asignó el rango más bajo de la manada, ser una Omega, convirtiéndose en la sirviente de un solitario hombre que...