Cada año se llevaba a cabo el festival que conmemoraba la fundación del pueblo de Hoffmann, nombre que se le dio en honor a la loba Alfa que instaló la manada en ese tranquilo lugar de las montañas alemanas, poco después de la caída del imperio nazi, y dándole a la manada también un nombre definitivo. Era un día en el que Nova, al igual que muchos otros de su rango, podía pasear por el pueblo sin usar un incómodo uniforme además lo alegre del ambiente la ayudaba a olvidarse un poco de su solitaria vida.
—Mira, ahí va esa chica sin lobo — murmuró una loba — Me contaron que armó un alboroto en el mercado el otro día.
—¿En serio? — preguntaba alguien más.
—Sí, al parecer andaba molestando a ese lindo extranjero.
Rodó los ojos ante esas palabras y resopló con fastidio, ya estaba bastante acostumbrada a escuchar cualquier cosa sobre ella, así que lo mejor era ignorar a esas Intermedios y seguir su camino.
—Dicen que le estuvo coqueteando delante de todos y además una de sus compañeras dice que ha estado detrás del señor Demian y de quién sabe cuántos más — agregó una tercer chica.
—Umm… no lo sé, eso me resulta difícil de creer. Mírala, ¿no se te hace muy inocente y tierna?
—No te dejes engañar, lo que tiene de tierna lo tiene de buscona, igual que muchos otros Omegas — dijo con asco.
—Le anda meneando la cola a su señor y a otros Beta para ver si logra meterse en sus camas y luego escalar de rango.
—¡Agh, ¿en serio?! — expresó con repulsión la chica que al principio se mostraba incrédula — Es una tonta, así logre meterse con alguien nunca dejará de ser lo que es.
—A lo mucho en lo que podría llegar a convertirse es en la zorra que les chupe el pene cuando estén aburridos.
Esto las hizo reír a carcajadas mientras que el rostro de Nova adquiría un rojo furioso, había escuchado muchas cosas, pero aquello era lo peor que habían dicho de ella, le dieron ganas de callarles la boca a puños, y lamentó no haber traído sus auriculares para escuchar música en lugar de tener que soportar toda esa sarta de estupideces.
Estaba segura de que había sido Alina la que había dispersado ese rumor, ¡Cómo odiaba a esa loba! Deseaba tanto poder arrojarse sobre ella y romper su perfecta nariz de un golpe. Sí, tal vez había tenido un par de situaciones incómodas con el señor Demian, situaciones a las que prefería llamar accidentes, las cuales simplemente pasaron y no porque ella lo hubiera querido. En fin, eso ya no importaba y ahora sus ganas de disfrutar del festival se habían ido por el caño por lo que decidió tomar el camino de vuelta a la casa de su señor, al menos en el garage nadie la molestaría, pero todo empeoró cuando se estrelló contra las tres personas que más la odiaban en el pueblo, sus hermanos mayores.
—¡Ten cuidado! — gruñó uno.
—Lo siento… — susurró.
Su ira se había esfumado y se sintió como una pequeña presa, se encogió de hombros como queriendo esconderse y clavó la mirada en el piso, trató pasarlos de largo pero uno de ellos la sujetó del cabello, haciendo que se quejara, y por la fuerza fue llevada hasta el interior del bosque donde fue arrojada contra la hierba haciendo que se lastimara las rodillas.
—Hay algo que debes saber — comenzó a decir el mayor — Cuando me convierta en Alfa no tendré la misma compasión que nuestros padres tuvieron contigo.
—Los rangos no se heredan, Patrick, se ganan — se atrevió a decir, aunque sin poderlo mirar a la cara — En especial el rango de Alfa.
—¡¿Crees que no lo sé, pequeña estúpida?! — gruñó y la levantó tomándola del cabello haciendo que gimiera de dolor — ¡¿Crees que no sé que hay Betas antes de mí?! ¡Pero me aseguraré de tener ese puesto! ¡No importa cómo!
—Y cuando lo haga, tendremos todo el derecho de hacer contigo lo que nos plazca — dijo otro de los hermanos, con una aterradora sonrisa en el rostro.
—Va a ser muy divertido — agregó el tercero y le dio un puñetazo en las costillas.
Nova se quedó sin aliento un segundo y luego fue arrojada contra el suelo donde otro de ellos la pateó con fuerza en el vientre. Intentó escapar, pero arremetieron contra ella con mucha más violencia haciéndola gritar y chillar, suplicando que se detuvieran, sintió miedo, mucho miedo, si no se detenían seguramente moriría.
—¡Déjenla! — gritó una poderosa voz.
—¡No te metas! — gruñó Patrick — ¡Tú no tienes voz aquí!
Escuchó gruñidos impregnados de ira y apenas vio cómo el cuerpo de Patrick empezaba a transformarse en una temible bestia. No, no iba a quedarse a ver cómo terminaría esa pelea, por lo que se levantó con lo poco que le quedaba de fuerza y comenzó a correr.

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Omega
Loup-garouCuando Nova descubrió que era incapaz de cambiar de forma como los otros licántropos, inmediatamente fue rechazada por su familia y se le asignó el rango más bajo de la manada, ser una omega, convirtiéndose en la sirviente de un solitario hombre que...