Las Tonterías del Sub-gong

Historia paralela: Capítulo 11

—"SeHyeon, aquí."

Cuando SeHyeon entró en el hotel, sus padres, que estaban sentados en el vestíbulo, se levantaron y le hicieron señas con la mano.

—"¿Qué los trae a Seúl?".

Aunque SeHyeon estaba visiblemente feliz de verlos, la repentina visita de sus padres seguía dejándolo desconcertado. Anoche, cuando los llamó para preguntarles cómo estaban, no mencionaron nada...

—"Recibimos esto... Eh, ¿dónde lo puse?".

Su madre rebuscó en su bolso, pero al no encontrar lo que buscaba, le dio un codazo a su padre. Él carraspeó y, tras dudar un momento, sacó de su abrigo un sobre delgado y rígido.

—"Aquí está...".

—"¡¿Cuándo lo agarraste?!".

—"Como siempre lo olvidas, decidí guardarlo yo".

—"¡Pero debiste avisarme antes de tomarlo!".

—"Lo hice... solo que... bajito".

Al notar la mirada afilada de su madre, su padre encogió los hombros y evitó su mirada. Viendo que la conversación se desviaba, SeHyeon decidió intervenir con suavidad entre los dos.

—"Entonces, ¿esto es lo que recibieron?".

—"¿Eh? Ah, sí, eso".

Su padre, como si hubiera encontrado un salvador, le entregó el sobre a SeHyeon. Al abrirlo, él reconoció de inmediato su contenido.

—"Es un vale para hospedarse en el hotel".

Y no cualquier habitación, sino una suite. Además, venía con una invitación a un restaurante y una tarjeta con puntos que podían usarse como efectivo dentro del hotel.

—"¿Quién se los dio?".

Por el valor del regalo, no podía haberlo dado cualquiera. Tenía que ser alguien con una relación cercana, quizá un viejo amigo de la familia...

—"Nos lo dio el jefe".

El jefe... ¿el jefe?.

—"¿El jefe?".

Algo no cuadraba. Sus padres no estaban buscando empleo en ese momento. Desde que su padre había sido operado hace unos meses, se había estado concentrando en su recuperación.

Entonces, ¿sería el jefe de su antiguo trabajo?

Mientras SeHyeon barajaba posibilidades, sus padres parecieron confundidos.

—"Tu jefe, ya sabes".

—"¿Mi jefe?".

Pero SeHyeon solo tenía un jefe...

—"¿Eh?".

Justo en ese momento, una voz muy familiar llegó desde atrás. Al girarse instintivamente, vio a un hombre caminando con paso firme por el vestíbulo. Su presencia era tan imponente que atrajo las miradas de la gente a su alrededor.

Era increíble lo bien que le quedaba ser tan guapo.

Pero... ¿por qué estaba aquí? Se suponía que tenían cosas pendientes y se habían despedido más temprano. SeHyeon entrecerró los ojos con sospecha.

—"Ha pasado tiempo. ¿Cómo han estado?".

Shin Tae-oh pasó junto a SeHyeon y se dirigió directamente a sus padres, saludándolos con cortesía.

—"Sí, ha pasado bastante. ¿Cuánto tiempo ha sido, cariño?".

Su madre, feliz de verlo, le preguntó a su padre.