Tu tierra y tu cielo

¡A BAILAR!

Holaaa!! Les dejo un nuevo capítulo. Les gustó? :D

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POV LALI

-¿La vas a romper hoy, no? –me dijo entusiasmado Tomás. Mi compañero de altura. Todos me estaban deseando buenos ánimos antes de irme a Tucumán y Santiago del Estero. Dos días seguidos de adrenalina pura. Extrañaba eso.

Volvería a cantar. El mundo donde puedo dejarme volar y olvidarme de todo. Jugar como una nena en el escenario y divertir a un montón de personas. Más que un trabajo, una fiesta.

Seguí el consejo de Anita. Hablé con unos de los productores y arreglé una sorpresa para todos. Esperaba que funcionara.

Lali, basta. No pienses. Si tiene que ser, va a ser.

-¡DESDE YA! ¡YA QUIERO ESTAR EN EL ESCENARIO! –grité a Tomi quien chocaba la mano conmigo festejándome. – Y les tengo una sorpresa.

No me escuchaban. Ángela y Leti estaban ensayando una de sus escenas a lo lejos, junto a Natalie. Las monjis se reían cuando vieron lo que estaba haciendo.

-¡HEY! – grité pegando un silbido a lo Pitufa rebelde cuando me subí a una silla. Así me podían ver –Bueno, ahora que tengo unos centímetros de más y su atención... - Tomás imitó un redoble de tambores porque fue el único que escuchó mi idea y ya la sabía. – el 23 de mayo se lo reservan en su agenda. ¿Saben? ¡Están más que invitados a venir conmigo a ROSARIO!

Nadie hablaba.

-Bueno, sólo si quieren. – aclaré haciéndome la ofendida a lo que todos comenzamos a reírnos divertidos. Mariano justo llegaba a donde estábamos y no entendía nada.

No sabía si él iría porque tiene sus compromisos familiares a tiempo completo. Pero guardaba la esperanza. Desde que hablé con Anita me sentía más libre. Y enserio me gustaría que estén ahí conmigo esa pequeña gran familia que se transformó con el tiempo.

-Me avisaron que ya estamos en descanso completo. Venía a decirles eso. Ya podemos ir a almorzar –comentó Mariano con una sonrisa. -¿Qué pasa? Quiero saber, Lala.

Miré una última vez a Anita sin que se diera cuenta. Me infundí de fuerzas y no pensé por tres minutos mientras esperaba que la sala quede vacía.

-Toma, ¿te acordás que le prometí una sorpresa a Oli?

Mariano miró mi CD que tenía en sus manos con mi cara en primer plano.

-Linda –dijo sin apartar sus ojos de mí. –Linda imagen. ¡No sabes lo que le va a encantar a mi hija! Está fascinada con vos, como todos. Como todos los que ven la novela. –aclaró.

-Qué lindo eso que me decís, pero igual vas a tener que usarlo vos también. –me animé a decir. –Digo, te perdiste mi invitación. Justo cuando llegaste les estaba diciendo a todos que me encantaría que estén conmigo cuando sea el show en Rosario. Quiero que vos también estés ahí.

Qué bien se sentía dejar soltar. Soltar todas esas palabras que venían acumulándose dentro de mi pecho. Me sentía más liviana.

-No te sientas en la obligación. Pero, en serio. Todos van a ir. Sería muy lindo que estés ahí acompañándome. Pueden ir tus hijos, si queres. Pensalo.

POV MARIANO

"Comete el escenario esta noche, Lala. Vas a romperla."

Escribí y se lo envié antes de irme a acostar. Mi hija estaba más que feliz con el CD que le había regalo Lali. Debo reconocer que las canciones eran buenísimas. Orgullo que ese potencial sea argentino.

"GRACIAS Marian. Ya comienza el show. Un beso"

Lo leí y mi mente divagó en la última palabra. Un beso. Sus labios. Esos labios rojos que exigen atención a cualquiera que los mire. Labios que tienen dueños. El rubio de ojos de vidrio.

"Ya quiero sentirlo en persona en Rosario. Será la mejor noche. El mejor show. Otro beso"

Acosté a Milo y después fui a ver a mi princesa. Miré que al costado de la cama había unos lápices y hojas sueltas. Cuando las alcé vi que había dibujado a una monja de hábito azul con un corazón al lado.

Esperanza.

-Juli. Necesito que hablemos –susurré despacio por si estaba durmiendo. Se giró devolviéndome la mirada. Esos ojos azules. Intensos pero fríos. –necesito decirte algo.

Nos sentamos en la cama. No sabía cómo empezar.

-No pienso ir al show, Marian. Si esa es tu pregunta. –su voz sonaba cansada. Cuando creí que la conocía, no dejaba de sorprenderme.

-¿Te lo contó Oli? De eso quiero hablarte justamente. De Lali.

-Me mostró el CD. Ya creo que se aprendió algunas canciones.

-Mañana seguramente va a bailar todo el día. No me extrañaría que le diga a sus compañeritos que es amiga de Esperanza.

-A mí tampoco. Pero... ¿Y vos, Mariano? ¿Qué pasa con nosotros?

-Entiendo tu pregunta pero no sé qué responderte, Ju. Necesito un tiempo para pensar. Sé que estamos intentando recomponer esto. Vos nunca vas a dejar de ser la mamá de nuestros hijos. Pero siento que algo cambió. No en vos, sino dentro mío. Hasta que lo descubra, sé que voy a hacerte sufrir y lo que menos quiero es eso. Me muero si tengo que alejarme de Oli y Milo otra vez. No quiero que nos lastimemos. Vos sos una mujer muy importante en mi vida. Te elegí como la persona que me regaló dos hijos. Eso no tiene precio...

-Pero... yo también siento que algo se desgastó. Vos estás cada día tan feliz y no te das cuenta de cuánto me duele. Prométeme que esto no es una despedida, mi amor. Yo te amo, y voy a luchar por nuestra familia. Pase lo que pase.

-También quiero luchar pero necesito espacio y tiempo. Pensar. No te quiero mentir. Prefiero serte sincero aunque me parta el alma tener que confesarte estas cosas. No quiero que sufras, Juli. Necesito estar lejos unas horas. Y creo que lo me ayudará es ir a Rosario. Se lo prometí a Lali. Todos los del elenco van a estar. No tenés por qué preocuparte.

-Me lo estás avisando, no consultándome. Ya me lo venía venir, mi amor. Sé que fue una promesa a Lali. No me importa quien vaya. Me importa y duele que vos seas tan incondicional con ella. –usó las palabras más sinceras que encontró. Estaba partido al medio. Ya no podía esconderme. –Pero si es lo que necesitas, no te puedo detener. Sólo te pido que pienses en tus hijos.