Tu tierra y tu cielo

FALTAN LALI Y MARIANO

Espero les guste... PRE-BOMBA

Gracias por leerme!!!

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POV LALI

Entre las grabaciones y los ensayos no tuvimos ni tiempo de pensar. Eso era el lado bueno de esto. Como de costumbre, en la combi que nos llevaba hacia el teatro, Franco se encargaba de ser el musicalizador. Otro que adoraba poner música era el amor de mi vida que ahora estaba con su cabeza apoyada contra la ventanilla usando una campera mía como almohada. Por eso, les pedí que bajaran un poco el volumen a la fiesta pero estaba segura que Marian seguiría durmiendo así explote una bomba a su lado.

Franco bailaba en el pasillo divertido como si fuese el animador del show. Lo que más sonaba era el CD de Marama, como una especie de ritual previo y posterior a las funciones.

-Marian, ya llegamos –dije despacio acercándome a su cuello. No sé si se había despertado antes ya o qué fue lo que pasó pero terminé cayendo sobre su pecho atrapada entre sus brazos.

-Un ratito más...

Esa voz de dormido sólo me confirmaba las veces que él luchaba por despertar a sus hijos. Lo heredaron de su papá.

Fuimos los últimos en bajar sin que ninguno de los del elenco nos dejé de hacer bromas. No me importaba. Éramos libres.

Ya calzada una vez más con mi traje de pitufa azul esperé que se hiciera la hora de salir a escena. Desde que Marian se había despertado estaba extraño. Se comportaba esquivo conmigo y no lo entendía. No era la típica histeria que caracterizaba a Tomás sino que sentía que algo le estaba pasando.

-¿Todo bien? –se lo hice saber metiéndome en su camarín sin preguntar. Me quedé helada viendo cómo se duplicaba su imagen frente al espejo. Intenté no darle importancia al hecho de que su camisa azul que utiliza para las funciones estaba sobre el respaldo del sofá donde siempre me recostaba cuando lo visitaba. Recorrí con mis ojos sus músculos contraídos, y cómo se dibujaban algunas venas en sus brazos mientras se acomodaba el micrófono.

Me acerqué a ayudarlo ajustando el cable fino del micrófono por la parte trasera de su cuello. Apenas las yemas de mis dedos rozaron su piel noté que se ponía tenso. Me encontré con sus ojos que desprendían un color extraño bajo esa luz tenue.

-Sí. Estoy bien –pudo decirme atrapando mis manos con las suyas –No hagas eso, puedo solo.

-Pero sí no pasa nada.

-De verdad... Lala. –suplicó.

-¿Pero qué pasa? ¿Estás bien seguro? –volví a preguntar ahora un poco divertida.

Asintió abrochándose los botones de su camisa casi ignorándome.

-Bueno, te dejo entonces... Si vos decís que está todo bien...

Conté internamente hasta tres esperando que hiciera lo que hizo después. Cerró la puerta cuando terminaba de abrirla. Quedé aprisionada contra su pecho y esos ojos que me miraban casi de forma salvaje. Parecían más oscuros que de costumbre.

Contuve la respiración cuando posicionó su mano sobre mi rostro deteniéndose a acariciar con lentitud mis labios durante unos segundos que me parecieron eternos.

-Basta –se dijo más a sí mismo que dirigiéndose a mí. Llevó sus manos a su rostro tapándome la vista de su mirada. –Vamos que tenemos que salir enseguida, Lala.

¿Acaso...? No, Lali. No.

Pero... ¿Y por qué no te chapó como siempre?

POV MARIANO