Tu tierra y tu cielo

PIEDRA LIBRE PARA AMAR

Hola!! :D Espero les guste este... es previo a algo importante...

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POV LALI

Sin darme cuenta ya estábamos en la segunda semana de musical y de julio. Llegaba a mi departamento completamente fundida pero feliz. No podía conciliar el sueño sin antes mirar el capítulo del día de "Esperanza Mía". Solté una carcajada como hacía tiempo no me nacía hacer cuando vi los avances. Se venía el capítulo donde se había filtrado una foto que tenía en vilo a más de uno. Fuera de contexto, la imagen era un tanto escandalosa. Como siempre, las fans soñaban con que fuese algo "más allá". Pero no, lamentablemente quedarían decepcionadas. En la foto se nos veía a Mariano y a mi completamente mojados bajo una ducha. Él, arrinconado casi pegando su cuerpo contra los azulejos de marfil y yo con una camiseta blanca ajustada con la cara empapada mirándolo con sorpresa.

La bendita escena de la ducha.

Volví a sonreír.

Nos llevó un tiempo grabarla porque nos tentábamos demasiado. La primera vez fue porque casi me caí al resbalarme y Marian me sostuvo intentando salvarme pero terminamos ambos en el suelo. La segunda, me pegué un terrible golpe con la canilla cuando choqué mi cabeza contra la pared del baño. En la última de las risas, esta vez fue él quien resbaló pretendiendo que con mi peso lo pudiese sujetar. La guionista nos quería matar.

No sé quién de los dos sufrió más golpes. El mejor de todos fue cuando abrí la puerta demasiado rápido y lastimé la nariz de Marian. No me aguanté mirándolo fingiendo que nada había pasado pero sus ojos estaban húmedos e irritados de tanta agua.

Apagué las luces y me acosté recordando otras escenas más. Una de mis favoritas fue cuando el guión exigía que coma todos los chocolates que estaban en la mini heladera del cuatro del hotel. Se suponía que Esperanza tenía que provocar a Tomás, entonces se me ocurrió tirarme a la cama gigante y tan prolijamente arreglada. Crucé mis piernas en el aire como una nena y buscaba contacto visual con él, en vano. Mariano tenía que permanecer de perfil a la cámara que lo captaba en primer plano. La cara de sufrimiento que llevaba era impagable, casi rogaba que su querido Tomás no cayera en la tentación.

Grabar ese capítulo removió algunos sentimientos encontrados en mí por la simple razón de que Esperanza estaba haciendo todo lo posible para que Clara cuelgue los hábitos por Jorge, y como de costumbre, ella quedaba atada a Tomás en cada una de las que se mandaba.

-Es por amor, Padre. –tuve que decir convencida. -¿Acaso usted nunca estuvo enamorado?

-Es una prueba que tiene que atravesar Clara. Esperanza, ella es una mujer de fuerte vocación. Va a poder –la voz frívola de Tomás queriendo reprimir su amor algunas veces generaba cierto odio. –A Clara le toca atravesar esto con Jorge.

-¿Y usted?

Adaptado a nosotros, nuestras pruebas habían sido un tanto más engorrosas. Parejas y familia de por medio. Algunas veces me encantaría despertar y creer que soy Esperanza y que ella existe, total tengo la certeza de que Dios querría que Tomás fuese feliz amando. Y final feliz. Pero no, la realidad tenía sus propias vueltas.

Dejé de pensar, y confusa me levanté para ver quién era el desubicado que tocaba timbre tan tarde. Necesitaba ir a dormirme porque mañana seguían las grabaciones y una nueva función en el Ópera.

-¿Qué haces a esta hora por acá? –pregunté abriéndole la puerta a Benjamín sin entender mucho la situación.

-Que quiero que terminemos, Lali.

Cerré la puerta despacio viendo cómo sus ojos azules que tantas veces me transmitían calma ahora parecían desprender chispas.

-Pero... si yo ya te había pedido un tiempo. Te expliqué eso. Habíamos quedado en que nada arruinaría nuestra amistad. Benja, ¿no te acordás?