AMO

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El último del díaaa! Qué tal? :D 

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POV LALI

Mariano me sorprendía cada día más. Me hacía sentir algo que no tenía lugar en mi pecho. Uno no puede comparar las relaciones porque cada persona es diferente. Pero con él todo es nuevo. Se encargó de transformar esa tristeza que cargaba en mis hombros en un montón de risas que tuvo que callármelas con besos. Qué difícil...

Me alisté con tranquilidad mirando esa sonrisa renovada que veía en mi cara. Conocía perfectamente la razón.

Ya en el bar de Polka mis sonrisas iban en aumento cuando vi aparecer a Mariano que con total gesto de caballero inglés me dio su brazo derecho para que saliéramos casi abrazados. La escena era divertida y demasiado teatral.

-¿Vamos compa?

-Desde ya, Padre Tomás –respondí sintiendo la cercanía de Mariano en complicidad.

-Pero míralos a los Tomanza –suspiró Leti ya con el hábito de monja.

Mariano y yo fuimos en el auto que correspondía al Padre Tomás, detrás de la combi en la cual iba el resto del elenco que participarían en las escenas del día. Disfrutaba de pasar algún tiempo con él sin la necesidad de tener que escondernos como si estuviésemos haciendo algo malo.

-¿En qué pensas? –me preguntó sin despegar la mirada del camino. -¿Me querés contar?

-Nada –dije sacudiendo mi cabeza volteando a mirarlo. Tenía un hermoso perfil que distraía a cualquier persona cuerda. –Estaba repasando la letra de la escena que se viene... Me los imagino al Padre Tomás muerto de amor por Esperanza cuando la escuche cantar... -sonreí –en el fondo, siento que más allá de la vocación, el amor que siente por ella desborda cualquier tipo de promesa. Te juro que cada día amo más esta historia que estamos construyendo.

-A mí también me hace feliz la historia que estamos construyendo vos y yo, Lala. –me respondió dejándome helada sin posibilidad de responder porque ya habíamos llegado y teníamos que pasar líneas. Antes de que terminaran de arreglar todo el lugar, sabiendo que estaríamos grabando dentro de un auto, fue imposible para mi mente que no recordara una escena en particular.

Entramos en personaje bajo la mirada crítica de Sebas y después de ensayar unos minutos de manera libre, era nuestro turno.

La canción comenzó a sonar de fondo, inundando el ambiente del auto. Yo seguía en mi lugar indicado, sentada en el asiento trasero mientras Mariano mantenía la mirada fija hacia adelante hasta que, como si estuviese distraída las palabras salen suaves de mi boca.

- Te amo y si pudiera no amarte, sé que te amaría aún lo mismo... Y amo lo que amas yo te amo... (...)

Na na na.. Porque para amarte yo he nacido...

-Qué linda voz –puedo ver los ojos de Mariano reflejarse en el espejo retrovisor. Tan verdes a causa de la luminosidad.

Le sonrió vergonzosa. Se supone que Esperanza cantó inconscientemente y en momentos así recobra la postura cayendo en la cuenta de que su amor la escuchó cantar esa canción de amor de Axel.

-¡CORTE!

Mariano me aplaude sonriéndome cuando se gira hacia donde estoy a la vez que Sebas aparece por la ventanilla del auto.

-Increíble, muchachos. Salió de lo más natural. ¡Cómo voy a aprovechar con la química de ustedes! ¡La rompen!

POV MARIANO

De manera secreta estaba agradecido a que Tomás tenga que quedarse mirando embobado cada vez que escucha cantar a su Esperanza con la voz de ángel de mi Lala. No necesitaba actuar para mostrarme orgulloso y encantado al verla en escena en su terreno musical.

Tenía un rato libre porque ahora seguían las escenas hechas por las Hermanas del Convento Santa Rosa. Entré a mi cuenta de Twitter y vi la cantidad de mensajes buena onda que nos mandaban las fans. Estaban más que felices con Tomanza, y aunque seguía sin creerlo, también con la idea de que existiera una relación más que profesional entre Lali y yo.

Había creado un monstruo cuando me di cuenta que hice saber de manera pública cómo llamaba a Lali en la intimidad. El inconsciente me traicionó y dije "Lala". Tanto las Lalitas como aquellas que sólo seguían a la novela enloquecieron con sus especulaciones respecto a nosotros ¿Así que las fans lo relacionaban con uno de los Teletubbies? Reí ante la invención. Estaban en todas, no se les escapaba nada.

Viendo las menciones que nos hacían, comencé a admirar el trabajo que realizaban algunas. Se tomaban su tiempo para crear videos con escenas de Esperanza Mía. Verdaderas ediciones que valían la pena mirar. ¡Eran tantos! Y no encontraba el que me había recomendado Ange pero me entretuve con uno que decidí compartirlo. Captaba captaba aquellos momentos hasta ahora más íntimos entre Tomás y Esperanza. La escena que me tenía fascinado era la que tuvo lugar en el cementerio cuando Tomás cae por primera vez a los brazos de Esperanza. Implorando que no se vaya, apoya su cabeza sobre el hombro de amada novicia, dejando que las lágrimas salgan desde su corazón. Recuerdo el estremecimiento que sentí cuando Lali depositó un beso en mi cuello de manera maternal pero también permitiendo que Esperanza cuidara de Tomás como sólo una mujer enamorada lo haría.

-Hola, qué tal –escuché decir a un metro cincuenta detrás de mí con esa voz llena de energía que me dejaba en claro que ya estaba del todo bien.

-Pitufa.

-¿Por qué no te das vuelta y comprobas si estoy como pitufa? –volteé al verla y me encontré con la mujer más maravillosa de todas. Ya no estaba de novicia. Su cabello volvía a estar un poco menos ondulado que para las grabaciones y me dio ternura verla con una remera blanca a rayas que la dejaban más pequeña de la edad que en verdad tiene.

-Chiquita –se me ocurrió decirle.

-Estás loco. –rio quedando a mi lado a pocos centímetros. –Hace rato que no seguimos con nuestra costumbre. ¿Te parece si lo hacemos ahora?

-¿Qué cosa estás queriéndome decir, Lala? –pregunté nervioso sintiendo sus manos sobre mi pecho.

Soltó una carcajada en la cual me era difícil diferenciar entre Esperanza y Lali.

-Nuestras selfies, Marian. –Sonrió –Dale, seguro que a las fans les gustaría ver una nueva.

Incliné mi rostro rozando el suyo mientras ambos mirábamos con una sonrisa a su celular.

-No, es horrible Marian. Mira, tengo cara de galleta –dijo fingiendo horror en su voz. Esta mujer era increíble. –Mejor nos tomamos otra.

-Salimos bien, Lala. Si sos hermosa.

-Marian vos saliste divino, pero mira lo que es mi cara! Tiene demasiado zoom esta cosa. Nos sacamos otra y se acabó.

Lo intentamos una vez más hasta que la señorita quedó conforme y Ange nos interrumpió con sus gritos.

Tu tierra y tu cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora